Mariano Rajoy ha evitado por todos los medios pronunciar este viernes el nombre de Rodrigo Rato y referirse a su situación como militante del PP. El presidente del Gobierno se ha negado a opinar sobre si su partido tiene que expulsar a Rato, al que se le ha abierto un expediente informativo junto a otros 12 afiliados que también hicieron uso de una tarjeta black.
Durante una rueda de prensa ofrecida en Milán, donde asiste a la cumbre Asia-Unión Europea, Rajoy se ha referido a Rato con la misma técnica que utilizaba cuando le preguntaban por Luis Bárcenas en plena polémica por la contabilidad b de su partido. “Sobre la situación de la persona por la que usted me pregunta, creo que no debo prejuzgar nada”, se ha limitado a decir.
Los periodistas le han preguntado por Rato en dos ocasiones más, pero Rajoy se ha negado en redondo a entrar en el asunto cuando se le ha preguntado su opinión sobre el caso de las tarjetas black y los abusos cometidos por Rato, Miguel Blesa y el resto de consejeros y directivos. “Yo no voy a entrar en detalles porque me tengo que ocupar del Gobierno”, ha zanjado.
Su afán por rehuir la pertenencia de Rato al mismo partido que él preside se ha transformado en interés por presumir de que el asunto esté ya en manos de la justicia, después de que Rato, Blesa y Sánchez Barcoj declarasen este jueves ante el juez Fernando Andreu. El presidente ha querido resaltar que los hechos “se han conocido” porque Bankia encargó una auditoría que fue remitida al FROB. Rajoy ha subrayado el hecho de que Bankia fuera nacionalizada y de que el FROB remitiese el informe a la Fiscalía. 2El Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer. Si no, probablemente este asunto no se hubiera conocido.