Los barones que asistieron ayer al Comité Ejecutivo Nacional salieron igual que habían entrado. Sus últimas reclamaciones en materia de financiación autonómica no van a mover el calendario que se ha fijado el Gobierno. Mariano Rajoy confirmó que antes de diciembre se publicarán las balanzas fiscales y el informe sobre el modelo vigente, recordó que en marzo se hará la reforma fiscal y solo después, la del sistema de financiación actual. La secretaria general del PP, Mª Dolores de Cospedal, ha reforzado la idea después en una rueda de prensa y ha advertido: “será más fácil llegar a un acuerdo si se prevén más ingresos y una rebaja de impuestos”.
A la reunión faltaron Alberto Fabra, Esperanza Aguirre y Alberto Núñez Feijóo, pero el resto escuchó el cruce de mensajes entre Ignacio González y Rajoy. El primero, que ha redoblado sus presiones para cambiar ya un sistema “que maltrata a Madrid” y exige uno nuevo en tres meses, ha avisado que el modelo actual “caduca este año”. La respuesta de Rajoy ha sido alargar los plazos, negar que pueda hablarse de caducidad y prometer que ninguna autonomía tendrá un sistema “que favorezca a nadie”. En el mismo sentido se ha pronunciado Cristóbal Montoro, que ha pedido a González que deje de presionar con el asunto. Hay que recordar que González llegó a amenazar con convocar un referendum.
Con la frase de que ni “cambia cromos ni tiene pactos extraños” con Cataluña, Rajoy ha intentado tranquilizar a los suyos después de la polémica levantada por Alicia Sánchez Camacho. Según varios de los asistentes, en el seno del comité no se ha abordado la solidaridad ni la forma de acotarla, pero sí se han intentando “tranquilizar los ánimos” y subrayar que Cataluña no saldrá ganando en el reparto. La dirigente del PP catalán ha dejado claro que su propuesta de la semana pasada no pasaba por la insolidaridad con el resto de territorios.
Miedo a las balanzas fiscales
La confirmación por parte de Rajoy de que en el mes de diciembre se publicarán las balanzas fiscales ha tranquilizado a González y Sánchez Camacho, pero no ha gustado nada a otros, como los presidentes de Extremadura y Castilla León. La vieja reclamación de la Generalitat de que se hicieran públicas esas cuentas entre el Estado y las autonomías era vista por el PP en la época de Zapatero como una invitación a la deslealtad. Ahora que es el Gobierno el que las anuncia han pasado a ser “un instrumento de transparencia y una garantía de equidad”, en palabras de Cospedal. Dado que el sistema pactado por Zapatero es “oscurantista y secreto”, se indica que las balanzas ofrecerán luz.
Cómo se calculan esas balanzas fiscales es algo con lo que tampoco parece haber acuerdo. A la salida de la reunión Luisa Fernanda Rudi no quiso entrar en criterios técnicos “porque me lo tengo que estudiar bien”, pero dejó caer que también hay discusión sobre el método aunque luego será “el que ponga Montoro”. Para que el resultado de las balanzas no sea el único criterio, Cospedal ha querido insistir en que se tendrán en cuenta otros factores. “No serán la guía para confeccionar el nuevo modelo”.