El presidente del Gobierno ha dado el pistoletazo de salida a la precampaña electoral con un llamamiento a “la estabilidad” que garantizan los dos grandes partidos. Sin citar a Podemos ni en una sola ocasión, Rajoy ha insinuado que la llegada del partido de Iglesias es un riesgo para la economía de España. Con referencias expresas al bipartidismo que también opera en otras democracias europeas, el jefe del Ejecutivo ha alabado la alternancia tradicional de poder entre grandes partidos para asegurar que, “cuando eso deja de pasar, ya surgen otras cosas que generan retroceso e inestabilidad”.
Según su análisis, la estabilidad política “es lo que nos ha permitido pisar suelo firme para avanzar, por eso defiendo –señaló– que la estabilidad es una virtud que hace avanzar a las sociedades y da seguridad a personas y empresas”. “No tengo ningún problema con el PSOE. es un gran partido”, ha dicho Rajoy.
El presidente del Gobierno no ha tenido reparos en dar por buenos los análisis que apuntan que el PP y el PSOE se verán impulsados tras las próximas elecciones generales a participar de una gran coalición para mantener el poder. “Dentro de un año podemos empezar a hablar de ello –señaló–. Ahora tengo otras prioridades”.
Rajoy ha confirmado su intención de repetir como candidato en las próximas generales y ha anunciado que no tiene intención de impulsar un adelanto electoral. “No tengo ninguna intención de adelantarlas”, dijo para zanjar la cuestión.
El jefe del Ejecutivo ha elegido la Sala de Tapices de Moncloa para ofrecer su tradicional rueda de prensa de balance del año. Durante toda la intervención, el presidente ha insistido en que “2015 será el año del despegue definitivo de nuestra economía”.
El presidente ya no defiende a la infanta
Rajoy ha variado su discurso sobre la infanta Cristina. Su postura ha pasado de la defensa confiada en su inocencia de hace un año al silencio ante la pregunta. El jefe del Ejecutivo ha argumentado que su cargo institucional le impide opinar sobre la situación procesal del la hermana del rey. Hace tan solo un año, no tuvo problema en mostrarse confiado en que la infanta podría demostrar su inocencia.
A lo largo de su intervención navideña han sido constantes las referencias a la corrupción, a la que ha calificado como “una preocupación lógica, justificada y compartida por el Gobierno”. Según el presidente, “la acumulación de escándalos causa alarma social, quiebra la confianza y extiende sombra de sospecha sobre todos los políticos”.
Pese a sus palabras, Rajoy no ha querido contestar a la única pregunta concreta sobre corrupción en su partido que se le ha hecho en la rueda de prensa. “¿Por qué aceptó la dimisión de la ministra Ana Mato si usted cree que no ha tenido ninguna conducta deshonesta?”, se le preguntó al presidente, que prefirió salir por la tangente afirmando que a eso ya dio respuesta en sus comparecencias parlamentarias.
El PP enfría las aspiraciones de Aguirre
“Eso no está sobre la mesa”. Así de tajante se ha mostrado el presidente del Gobierno y del Partido Popular para evitar dar respuesta a las aspiraciones de Esperanza Aguirre de ser la candidata del PP a la alcaldía de Madrid. Rajoy ha preferido evitar la cuestión amparándose en que “eso es cosa del partido”, pero sin hacer un solo gesto de empatía con los deseos expresados por la histórica dirigente del PP madrileño.