Subido al mismo banco desde el que improvisó un mitin en 2006 en la localidad de Benavente (Zamora), Mariano Rajoy ha vuelto a protagonizar un acto de precampaña junto al secretario de organización de Génova, Fernando Martínez-Maíllo. En aquella ocasión, el conservador huía de una protesta de sindicalistas y acabó improvisando el discurso en un parque después de lamentarse: “Siempre que voy a algún lado, me mandan a los de UGT”.
Martínez-Maíllo ha augurado que el escenario volverá a dar suerte a Rajoy para conseguir un buen resultado en las elecciones del 20 de diciembre y ha atacado a Ciudadanos por desconocer el medio rural. “El medio rural no se toca, se defiende”, ha clamado el responsable de la campaña “mi pueblo no se cierra”, en alusión a la disminución de municipios que preconiza Albert Rivera.
A pesar de las bajas temperaturas, el candidato a repetir en La Moncloa ha dicho “sentirse emocionado por el calor” de los que le aplaudían. Ante ellos ha repetido el discurso habitual sobre la importancia de seguir creando empleo y de mantener la unidad de España, pero ha incidido en la importancia de haber inaugurado el último tramo de la autovía que comunica la localidad con Zamora.
Los ataques a Ciudadanos han salido a colación a cuenta de su negativa a construir más líneas de AVE, cuando ese tramo está próximo a terminarse y a unirlo con Galicia. También, por su propuesta de suprimir las diputaciones. “Estamos a favor del AVE, igual que de los pequeños municipios y las diputaciones”, ha clamado Rajoy ante el entusiasmo de su auditorio.
El presidente del Gobierno ha calificado la campaña de “apasionante” y ha destacado que surgen “fuerzas políticas por todas partes”. Para pedir el apoyo de la formación local, ha recordado que la única campaña perdida “es la que no se da” y ha llamado a