El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha criticado las “lagunas” en las que se basó el juez Fernando Andreu para imponerle una fianza civil solidaria de 800 millones de euros, al tiempo que le ha advertido de que su “lesiva” decisión puede provocar un “mal” muy superior al que ha pretendido evitar.
Una decisión que el juez tomó el pasado 13 de febrero de forma “prematura”, en un auto plagado de “espacios y lagunas” y “siendo perfectamente consciente de que aún queda mucho camino por recorrer” en el “caso Bankia”, afirma Rato en el recurso de 75 folios que ha interpuesto contra el mismo y al que ha tenido acceso Efe.
El ex vicepresidente del Gobierno, que no alcanza a entender por qué fijó esta cuantía solo para él y los exconsejeros Francisco Verdú, José Manuel Fernández Norniella y José Luis Olivas, además de Bankia y su matriz, BFA, le recrimina que haya hecho “una mera estimación, provisional y no soportada en bases sólidas” para ordenar tan “lesiva” medida.
Y que lo haga reconociendo que el supuesto perjuicio causado a los accionistas que compraron títulos de Bankia en la OPS “es de muy difícil cuantificación”, pese a lo cual multiplicó por 25 la cifra que reclamaron los perjudicados personados en la causa, que ascendía a apenas 33 millones.
“La indeterminación del supuesto perjuicio económico que puede ser objeto de reclamación, reconocida abiertamente por el Juzgado Instructor, impide completamente el establecimiento de un afianzamiento cautelar”, subraya.
Para Rato, la solvencia de BFA y Bankia supone que no exista riesgo alguno de que, de declararse responsabilidades civiles, no pueda afrontarlas. “Es sencillamente inconcebible”, dice, que “BFA y Bankia vayan a malbaratar sus bienes o devengan patrimonialmente insolventes” como para no asumir no solo esos 800 millones, sino también los 4.112 que reclamó la acusación popular ejercida por UPyD y a la que se adhirieron varios accionistas.
No solo eso, sino que la medida, “lejos de ser necesaria, podría ocasionar perjuicios superiores a los que se pretende evitar” pues puede “lanzar un mensaje de duda a los mercados” que provoque un descenso en su cotización.
Además, el exministro de Economía aprovecha su duro escrito para arremeter contra los peritos cedidos por el Banco de España que cuestionaron las cuentas del grupo desde el mismo momento de su constitución y para lamentar que el magistrado haya tenido en cuenta solo su dictamen.
Sobre la salida a Bolsa de Bankia
Y es que la salida a bolsa de Bankia “no fue una decisión caprichosa” de sus consejeros, sino que vino impuesta por los cambios normativos de principios de 2011, y fue “milimétricamente” supervisada por la CNMV, que colaboró activamente con la entidad en la elaboración del folleto.
El Banco de España hizo también un seguimiento continuado, antes, durante y después del estreno bursátil, “si cabe aún más intenso que en el de otras entidades”, extremos que han puesto de manifiesto en la instrucción testigos como el exgobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez, su número dos Javier Aríztegui o el ex director general de Supervisión Jerónimo Martínez Tello.
“Tanto Bankia como BFA han actuado en todo momento de forma totalmente transparente, informando puntualmente a los reguladores y al mercado de los acontecimientos que se iban produciendo”, insiste Rato.
Sin embargo, los peritos no han tenido en cuenta la “gran incertidumbre” y los “continuos cambios” en la situación económica y en el marco regulatorio, sino que han valorado hechos pasados “con el conocimiento que tenemos a fecha de hoy” de los mismos.
En su opinión, “con la excusa de mantener su independencia” del Banco de España, estos técnicos, que reconocieron no ser expertos en procesos de salida a bolsa, han “despreciado” las opiniones y las instrucciones que tenía y daba el organismo.
Tampoco se ha tenido en consideración que las cuentas previas a la salida a bolsa, así como los de la propia OPS, fueron auditados sin salvedades, y “rigurosamente” analizados por firmas “de primer nivel nacional e internacional” como Deloitte, AFI, PWC y BDO, ni que el precio de la acción se estableció siguiendo los criterios de la CNMV.
“Como cualquiera que siguiera estos hechos puede recordar, todo el mundo (el Gobierno, los reguladores, el sector financiero en general) tenía un enorme interés en que saliera adelante la OPS de Bankia, ya que de ella dependía la confianza en el sistema financiero español”, recalca.
Rato recuerda que el propio fiscal, aunque ha reconocido “ciertos indicios” de delito, ha aludido a las “incertidumbres” en las conclusiones de los peritos, y por ello aconsejó “esperar a otros informes alternativos y complementarios” y “seguir avanzando en la instrucción”.
De ahí que estime “relevante” recabar la opinión del Banco de España y valorar la contrapericial que encargó Bankia al experto Leandro Cañibano, así como otros informes contradictorios que previsiblemente se irán presentando.