El Gobierno palestino de reconciliación nacional se reunió hoy en Gaza por primera vez desde su constitución hace cuatro meses y dejó dos ideas claras sobre la mesa: que la reconstrucción es prioritaria y que mientras la Franja no esté libre del bloqueo israelí el Estado palestino no es posible.
A media mañana, y entre una enorme expectación y estrictas medidas de seguridad, el primer ministro palestino, Rami Hamdala cruzó, con sus ministros, el paso israelí de Erez e inició una histórica visita en la que se reunió con el líder del movimiento islamista Hamás en la Franja, Ismail Haniye.
Antes, a apenas dos kilómetros de la frontera, les esperaba una comitiva con representantes de las distintas facciones en la Franja, agentes del ministerio de Interior y miembros de la guardia presidencial a cargo de su seguridad.
“Esta reunión ministerial aquí hoy establecerá las bases para una nueva era en la reconciliación (palestina) y conducirá a la unidad”, afirmó el jefe del Ejecutivo nada más cruzar el muro.
“Gaza es una parte esencial en el amplio proyecto nacional palestino. No puede haber un Estado palestino en el futuro sin la Franja”, agregó Hamdala en un intento por despejar las dudas de una población sometida en los últimos siete años a la férrea disciplina de Hamás.
Hamdala también se convirtió en el principal cargo de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que visita Gaza desde que en 2007 Hamás se hizo con el control de la Franja, de donde expulsó por la fuerza de las armas a los miembros del movimiento nacionalista Al Fatah.
Desde entonces, Gaza está sometida a un estricto bloqueo económico y un férreo asedio militar israelí que ha depauperado a su población y la dejó prácticamente enclaustrada, hasta el punto que ni siquiera podían entrar o salir los ministros.
Una situación que se agravó entre los pasados 8 de julio y 26 de agosto con la ofensiva militar israelí “Margen protector”, en la que murieron más de 2.100 palestinos, tres cuartas partes de ellos civiles, según fuentes oficiales palestinas.
En los cincuenta días de continuos y devastadores bombardeos por tierra, mar y aire, más de 7.000 viviendas y edificios fueron reducidos a escombros, más de 100.000 personas han quedado sin hogar y más de 11.000 sufren heridas.
Una tragedia que Hamdala y sus ministros pudieron hoy observar de primera mano durante una visita a la localidad de Beit Hanun, una de las más castigadas por la ofensiva, y el barrio de Shuahiye, en el este de la ciudad de Gaza, que se encuentra totalmente arrasado.
“Es una imagen muy dolorosa que nos hace temblar. Nuestro gobierno ha asumido la responsabilidad de buscar y lograr toda la ayuda posible de nuestros amigos árabes, pero también de Europa, China y Latinoamérica”, afirmó Hamdala en un guiño a la población gazatí.
“El objetivo primordial ahora es conseguir las donaciones suficientes para poder ayudar a la población y reconstruir Gaza”, agregó.
El primer ministro palestino viajará el domingo a El Cairo para participar en una reunión de donantes en la que se estudiarán los mecanismos y la financiación para un proceso que, según los palestinos, requerirá de unos 4.000 millones de dólares.
Hamdala, que prometió a los habitantes de la Franja que sus casas volverán a ser levantadas, aprovechó para enviar también un mensaje político.
“No hay duda de hacemos frente a grandes retos internos, y que debemos superarlos siguiendo adelante con la reconciliación y poniendo fin a la división. Acabar con la ocupación israelí y salir de esta situación es igualmente parte de este objetivo”, subrayó.
Hamdala se dirigió después a la que fuera residencia oficial en Gaza del presidente de la ANP, Mahmud Abas, donde se reunió por vez primera con todos los ministros.
Asimismo visitó en su casa a Haniye, que hasta la formación del gobierno de reconciliación, el pasado junio, fue el primer ministro en Gaza.
“Este es un momento excepcional y expresa el interés que se ha puesto para lograr la reconciliación de Palestina y del pueblo palestino. Nuestro encuentro aquí hoy es la coronación de una serie de acuerdos previos”, explicó Haniye a los periodistas.
El responsable de Hamás instó, igualmente, a recuperar la actividad del parlamento palestino e insistió en la necesidad de reformar la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) para que dé cabida a otros grupos.
Ya en privado, ambos prometieron mantener fluido el contacto, trabajar para fortalecer la reconciliación, unificar todos los servicios civiles y de seguridad y apoyar al gobierno en su misión, que incluye la convocatoria de elecciones.