Lima, 9 ene (EFE).- El azul, rojo y amarillo, los colores de la bandera venezolana, inundaron este jueves varias calles de Lima, donde cientos de ciudadanos del país caribeño se reunieron para pedir democracia y expresar su deseo de que este 10 de enero el líder opositor, Edmundo González Urrutia, sea su nuevo presidente.
“Venimos porque se tiene que cumplir una gesta histórica en mi país por la toma de poder de Edmundo González Urrutia, que ganó las elecciones por más de 7 millones de votos”, afirmó a EFE Ignacio Salgado, natural de la ciudad petrolera de Maracaibo y que lleva seis años en Perú.
La concentración de venezolanos fue previa a una manifestación central convocada para este viernes en el mismo lugar, los exteriores de la Embajada de Venezuela en Lima, que permanece cerrada después de que el Gobierno de Nicolás Maduro rompiera las relaciones diplomáticas con Perú por haber reconocido a González Urrutia como presidente electo.
En este sentido, Salgado declaró que los venezolanos presentes están “muy esperanzados” y se han reunido desde este jueves para “demostrarle al régimen que tiene que irse mañana”.
“Mañana es su último día, que vaya preparando sus maletas porque ya se acabaron sus 25 años, ya se tienen que ir”, enfatizó.
El ambiente de la concentración en las calles de Lima era casi festivo, con multitud de vendedores ambulantes de comidas y bebidas típicas venezolanas, música y personas pintándose la cara con los colores nacionales.
Además, vehículos rodearon la manifestación pacífica con banderas y lucieron en sus cristales las palabras “Edmundo presidente” o “Libertad para Venezuela”.
Sivoney Sánchez, otra de las presentes, aseguró sonriendo que acudió a la concentración para apoyar “la liberación” de Venezuela y acompañar desde la distancia a “su gran líder”, María Corina Machado, y al “presidente electo”, González Urrutia.
“Estamos en una sola voz para que todo el mundo nos escuche, estamos con el corazón en la mano, esto es hasta el final”, afirmó
La ciudadana venezolana señaló que Perú los “ha acogido con mucho cariño” y están “muy agradecidos de Perú y todos los países que nos han brindado una mano amiga”.
“No nos podemos quejar. Llevo siete años en Perú, mis hijos están aquí, mi familia está aquí, pero sí me gustaría poder volver a mi país con mis abuelas, mis tías, y volver a sentir el calor humano, volver a estudiar, tener un futuro en mi país”, agregó emocionada.
Sánchez forma parte del millón y medio de venezolanos que viven en Perú, según cifras de las Naciones Unidas (ONU), la mayoría de los cuales reside en Lima.
Otro de sus compatriotas, Mauricio Márquez, que también lleva unos siete años en Perú, destacó la posibilidad que tienen los venezolanos en el exterior de protestar en libertad, un derecho que aseguró que no se puede ejercer dentro de su país.
“En nuestro país las personas están sometidas a un régimen totalmente delincuencial”, denunció parado ante la puerta cerrada de la embajada, para luego destacar el apoyo internacional que tiene González Urrutia.
Márquez indicó que tiene sentimientos encontrados al ver a tantos venezolanos muy emocionados porque consideran que lo que vive su país “ya está llegando a su fin” y tienen “las actas electorales para demostrar todo”.
La oposición en Venezuela y en otras ciudades del mundo llamó a realizar manifestaciones este jueves, fecha previa al 10 de enero, cuando Nicolás Maduro tiene planeado asumir un nuevo mandato consecutivo en medio de denuncias opositoras de fraude en los comicios del pasado 28 de julio.
Paula Bayarte