El primer ministro italiano, Matteo Renzi, pidió hoy ante cientos de personas en Roma el voto favorable en el referéndum sobre la reforma constitucional, convocado para el cuatro de diciembre que hará de Italia, dijo, un país “más estable” y “más fuerte” en la toma de decisiones.
El Partido Demócrata (PD), que lidera Renzi, convocó hoy un gran evento en la plaza del Pueblo de la capital italiana para hacer campaña a favor del 'sí' en la consulta sobre la reforma constitucional que contempla, entre otras cosas, la supresión de la función legislativa del Senado.
“La reforma constitucional nos permitirá ser como otros países a la hora de tomar decisiones: no es el punto final, es el punto de partida”, señaló.
La reforma, prosiguió, consentirá “liberar al país de la burocracia, de la tecnocracia y de lo que no sirve para nada” y brindará la ocasión a Italia “de poder mirar al futuro con esperanza”.
La de hoy en Roma ha sido una de las comparecencias e intervenciones que está realizando Renzi en las últimas semanas a lo largo del país para tratar de convencer a los ciudadanos de que su proyecto es fundamental, consciente de que, por el momento, los sondeos dan una ventaja a los partidarios del 'no'.
“Esta es la plaza del pueblo, no de los populismos”, dijo nada más comenzar su discurso.
De esta forma, el primer ministro italiano cargó contra el Movimiento Cinco Estrellas, de Beppe Grillo, que en las recientes elecciones municipales arrebató a Renzi algunas importantes alcaldías, como la de Roma, y que es defensor del 'no'.
También alertó del peligro del ascenso de los populismos en el mundo y citó al candidato del Partido Republicano a la presidencia estadounidense, Donald Trump, para subrayar que “si incluso en Estados Unidos existe el peligro de tener populismos, algo querrá decir”.
Además, se refirió a la Unión Europea para pedir que abandone el egoísmo en favor del altruismo y criticó las políticas de austeridad que se han aplicado en los últimos años porque, consideró, para superar la crisis es necesario crecimiento e inversión.
La reforma constitucional pretende acabar con el bicameralismo perfecto al retirar al Senado la función legislativa.
De ser aprobada, la norma convertirá al Senado en una cámara de representación territorial sin capacidad para legislar, donde el número de senadores pasará de 315 a 100, que no serán elegidos en comicios generales sino durante los regionales, entre alcaldes y consejeros regionales.
Tampoco percibirán sueldo por su rango de senadores, pero mantendrán la inmunidad parlamentaria.
Hasta Roma se han desplazado ciudadanos partidarios de Renzi de diversas partes del país, como Andrea, de Rimini (norte), que dijo a Efe que la reforma brindará “un cambio” y hará de Italia un país “más eficiente”.
“Queremos evitar un futuro de ingobernabilidad, queremos evitar la situación que estáis viviendo hoy vosotros en España, queremos una Italia mejor”, destacó.