“La regeneración democrática en el Estado sigue pendiente”, suele repetir la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra. El partido que, dentro de Unidas Podemos, forma parte del socio minoritario del Gobierno, considera que tras haber logrado implantar parte de su agenda social para hacer frente a las sucesivas crisis, en el año que queda de legislatura el Ejecutivo debe realizar un nuevo esfuerzo de modernización, esta vez centrado en la reforma de instituciones tan destacadas como la monarquía o el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). También urge a su socio, el PSOE, a impulsar normativas pendientes de aprobación en el seno del Gobierno, como la derogación de la ley mordaza o la de Memoria Democrática, que se incluyeron en el pacto de coalición y que se encuentran aparcadas.
Ese será el único camino, según la dirección de Podemos, para frenar el crecimiento de las derechas que auguran la mayoría de encuestas, así como el auge de Vox. “Frenar a la ultraderecha no se dice, se hace. Se hace con políticas valientes”, aseguró Belarra en su última intervención pública ante la plana mayor de su partido, hace ya algo más de un mes. “Hace falta más gobierno y más coalición”, insiste su equipo que cita como últimos ejemplos de esa necesidad de “regeneración” el escándalo del espionaje a través de Pegasus a distintos miembros del Gobierno y a dirigentes independentistas, pero también la situación del rey emérito.
Además de intentar poner en marcha su agenda más ideológica, Podemos ve necesarios pasos como las reformas en la Jefatura del Estado o en los servicios secretos para garantizar la supervivencia del Gobierno de coalición en lo que queda de legislatura pero también para fidelizar el voto del electorado de izquierdas de cara a las generales de 2023. “Nuestro país debe deshacerse con urgencia de la herencia antidemocrática. Sólo así, además, podremos restablecer la confianza de nuestros socios en el Gobierno. Y cuidar la mayoría de la investidura es cuidar la garantía de la orientación progresista de nuestro bloque democrático”, apunta Belarra.
En opinión de la líder de Podemos, “no haber avanzado en la agenda de profundización democrática en esta legislatura le está pasando factura” al conjunto del país, principalmente por el auge de la extrema derecha que podría volver a evidenciarse en las elecciones andaluzas del 19 de junio cuya campaña se inició este jueves. Por eso Belarra considera que “es el momento de corregir” ese error de no haber puesto en marcha esas propuestas más ideológicas que diferencian al bloque de izquierdas del de las derechas.
El debate entre monarquía y república
Podemos juzga “necesario avanzar con rapidez en la derogación de la ley mordaza” que se sigue tramitando en el Congreso y que, según distintas fuentes parlamentarias, seguirá sin ver la luz en los próximos meses a pesar del compromiso del Gobierno de aprobarlo antes del verano. Pero el partido de Belarra busca además profundizar desde la mesa del Consejo de Ministros en “la lucha contra la corrupción” y “el fraude fiscal”, además de dar un impulso a la ley de Memoria Democrática, que se encuentra paralizada desde octubre en el Congreso ante la falta de acuerdo con los socios de la investidura que, como ERC o EH Bildu, a cambio de su voto a favor, exigen la derogación de la Ley de Amnistía de 1977 que no se contempla desde el Ejecutivo.
Como parte fundamental de la “regeneración democrática”, Podemos considera la necesidad de abrir el debate entre monarquía o república. Pero ante las reticencias del socio mayoritario del Gobierno, el PSOE, que mantiene su apuesta firme por el rey Felipe VI, el partido de Belarra quiere al menos que se aborde la limitación de la inviolabilidad del rey, algo a lo que se comprometió el propio Pedro Sánchez hace dos años, pero que el Ejecutivo nunca ha llevado a la práctica. La idea sería legislar para ceñir esa inviolabilidad a los actos públicos del monarca. Y el objetivo es que no pueda repetirse una situación similar a la de Juan Carlos I, que ha visto cómo los tribunales españoles han cerrado todas las causas abiertas contra él por fraude fiscal y por su supuesto enriquecimiento ilícito en parte gracias a su inviolabilidad y también por la prescripción de los delitos de los que se le acusaba.
Para Podemos, el breve regreso de Juan Carlos I a España el mes pasado supuso un punto de inflexión porque esa visita llena de lujos en la que el rey emérito no ofreció ninguna explicación de los escándalos en los que se ha visto envuelto en los últimos años situó a la monarquía “en una situación que es ya totalmente insostenible”. La dirección de Belarra considera que España lo que tiene que hacer es “pensar en la República no como un fin sino como un proceso que pasa por elegir la jefatura del Estado pero también los servicios públicos, las estructuras del Estado y los actores públicos”.
Otro de los pilares de la “regeneración democrática” debe ser, a juicio de Podemos, aportar transparencia en los servicios secretos del Estado, sobre todo a raíz del escándalo del espionaje con Pegasus pero también por casos pasados, como el de la llamada policía patriótica –el grupo creado por el Ministerio del Interior del Gobierno de Mariano Rajoy para atacar al independentismo catalán– o el de la Operación Kitchen, el plan de espionaje diseñado también desde Interior cuando el PP estaba en la Moncloa para tratar de destruir pruebas que pudieran incriminar al partido en asuntos de corrupción.
Hacer frente a las “cloacas del Estado”
Se trata, según la dirección de Podemos, de acabar con esas llamadas “cloacas del Estado”. La formación se sumó a las fuerzas independentistas hace un par de semanas para registrar en el Congreso una comisión de investigación sobre esas estructuras parapoliciales, pero PSOE, PP y Vox se aliaron en la Junta de Portavoces para frenar la iniciativa que ni siquiera se llegará a debatir en el Pleno.
El partido de Belarra quiere, además, que pueda existir un mayor control por parte del Gobierno del CNI para que no se puedan utilizar esos servicios secretos sin una tutela del Ejecutivo, como creen que sucedió con el uso de Pegasus contra los independentistas catalanes. Podemos reclama, asimismo, una reforma de la ley de secretos oficiales franquista para adaptarla a la democracia del siglo XXI y que la desclasificación de documentos pueda ser más ágil que con el modelo actual.
“Nosotras, como víctimas también de las cloacas del Estado, tenemos claro que es nuestra obligación como demócratas defender a la democracia española de las cloacas y de los poderes que operan al margen de la legalidad o extralimitándose en sus funciones contra quienes consideran enemigos de sus intereses; así como poner todos los medios para que algo así no pueda volver a ocurrir”, defiende la dirección de Belarra.