“Tiene un plan y tiene una banda”. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha empleado esta frase varias veces en sus intervenciones desde la tribuna del Congreso durante el debate de investidura de Pedro Sánchez. Ha acusado al candidato del PSOE de tener un plan para “llegar al poder”, “perpetuarse” en él y “criminalizar” a los que no están de acuerdo con su hoja de ruta y a todos los que no tienen carné del PSOE.
Esa “banda” está integrada, según Rivera, por el presidente de Catalunya, Quim Torra, “Batasuna” -en referencia a EH Bildu-, el resto de partidos nacionalistas y Unidas Podemos: “No quiero una España con socios de una banda que quieren liquidar mi país”, ha sentenciado. “Ese plan que ustedes tienen se lo vamos a desmontar, ahora con 4 millones casi 300 mil españoles, que nos votaron para que desmontáramos su plan”, ha añadido.
Rivera ha llegado en este punto a citar a Alfredo Pérez Rubalcaba, exministro y exsecretario general del PSOE, fallecido el pasado mes de mayo, para recordar a Sánchez que le echaron de su partido precisamente por intentar montar un “Gobierno Frankenstein”, como definió el dirigente del PSOE a ese Ejecutivo de Sánchez.
El líder de Ciudadanos ha repetido en multitud de ocasiones esos conceptos de “banda” y “plan”. Ha hecho lo mismo con “habitación del pánico” y “el cuarto de al lado”: según él, la estancia del Congreso en la que el PSOE y Unidas Podemos están negociando el acuerdo para la investidura.
“Puro teatro, señor Sánchez, su discurso es puro teatro. Hace truco en la tribuna y trato en la habitación de atrás”. “Nos viene aquí con un discurso impostado, a veces de cemento, mientras en la habitación de al lado se reparte sillas con los independentistas”, ha aseverado.
En esa banda Rivera ha incluido a “Batasuna” en alusión a EH Bildu, y ha acusado a los socialistas de pactar con ellos en Navarra, aunque el acuerdo en ese territorio aún no está cerrado: “Es el primer presidente de la democracia española que legitima a Batasuna para pactar”. También le ha acusado de ser “el único que pacta con la extrema derecha” por haber alcanzado un acuerdo con Junts pel Catalunya en la Diputación de Barcelona.
Rivera ha hecho un discurso que ha girado sobre unos argumentos repetidos en varias ocasiones. Uno de ellos ha sido los “escraches” a Ciudadanos en sitios como Errentería, Alsasua o en las manifestaciones del 8M y el Orgullo en Madrid. En este punto se ha dirigido a Sánchez para reclamar la dimisión de la vicepresidenta, Carmen Calvo, y del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.
“Ahora para ir al 8M hay que pedirle permiso a Carmen Calvo, para ir al Orgullo hay que llamar a Marlaska. Las calles son suyas, como decía Manuel Fraga, no se puede ir al Orgullo si no eres socialista”, ha dicho Rivera. Luego se ha referido en concreto al titular de Interior, que fue juez en la Audiencia Nacional, para decirle que él le defendió públicamente cuando era “acosado” por las sentencia que ponía. Se refería a sus investigaciones contra la banda terrorista ETA.
Rivera también ha acusado en varias ocasiones a Sánchez de querer controlar la televisión -en referencia a RTVE-, las encuestas -en alusión al CIS- y a los jueces. Para todo ello, el líder de Ciudadanos le ha dicho que tendrá que llamar al presidente del PP, Pablo Casado. Además, ha vuelto a acusar a Sánchez de estar preparando indultos a los separatistas y de planear una reforma para dejar que Torra elija a los jueces en Catalunya.
El líder de Cs ha aseverado que el presidente es tan “sectario” que cree que todo el que está en su contra es “un fascista”. “Hemos descubierto que, según usted, hay 20 o 30 millones de fascista en toda España”, le ha recriminado, asegurando que los radicales les han llamado a ellos “perros y fachas”.
En su réplica, Pedro Sánchez se ha lanzado contra Rivera por sus pactos con el PP y Vox, y le ha acusado de “atarse a la ultraderecha”. Después, ha pedido a Rivera lo mismo que minutos antes había pedido a Pablo Casado: que se abstenga para facilitar la gobernabilidad de España y evitar nuevas elecciones. “No se declare en rebeldía frente a sus propios votantes” porque, según le ha recordado, el 70 por ciento de sus votantes, según las encuestas, así lo quieren. “Si fuesen un partido liberal, no estaríamos ante una situación de bloqueo”, ha aseverado Sánchez, antes de pedir a Rivera que “no mienta a los españoles”, mientras le reprochaba que haya preferido poner un cordón sanitario al PSOE.
“Facilite la formación de un gobierno y si no quiere que dependa de fuerzas antagónicas lo que tendrá que hacer es abstenerse porque ser demócrata es aceptar el resultado electoral”, ha insistido el presidente en funciones.
Ante la negativa de Rivera a aceptar tal oferta, el líder del PSOE ha zanjado: “Nos ha quedado claro señor Rivera. He entendido el mensaje”.