Albert Rivera ha comparecido tras su reunión con Pedro Sánchez en la sala de invitados de Moncloa, pero se ha presentado ante la prensa en la rueda posterior al encuentro como el líder de la oposición. Es el mensaje que el presidente de Ciudadanos asegura que le ha transmitido al jefe del Gobierno en funciones, a quien le ha confirmado en un encuentro de poco menos de una hora que votará en contra de su investidura. Ya lo había anticipado esta misma mañana, cuando ha tildado de “chiste” la invitación del presidente del PP, Pablo Casado, a abstenerse.
“Le he transmitido nuestra posición de liderar una oposición firme para controlar y vigilar a este gobierno que se va a celebrar entre PSOE y Podemos”, ha afirmado Rivera, que ya da “por hecho” que “hay un acuerdo” entre los dos partidos para la investidura y ha manifestado su desacuerdo en “materia territorial” y fiscal con los socialistas.
El presidente de Ciudadanos ha sido el segundo citado por Sánchez en la ronda de conversaciones para “reforzar la institucionalidad y restablecer los espacios de comunicación que requiere la vida política española”, como ha indicado un comunicado enviado por el Gobierno tras finalizar la reunión. Moncloa confirma que, pese a que “en la reunión no se ha hablado sobre posibles acuerdos poselectorales, el presidente de Ciudadanos ha querido manifestar desde el principio al presidente en funciones que no favorecerá su investidura”.
Fuentes conocedoras del encuentro destacan la “frialdad” entre los interlocutores, lejos de la cierta cordialidad que se respiró este lunes en la reunión de Sánchez con Casado, a quien el Gobierno sí le dejó la sala donde se dan las ruedas de prensa del Consejo de Ministros para comparecer ante los periodistas.
En esta primera interlocución entre los líderes tras el 28A, Rivera ha pedido al presidente en funciones la aplicación, con su futuro Gobierno, del 155 en Catalunya. “Le he ofrecido los 57 escaños de Ciudadanos para aplicar el 155 de Catalunya si es necesario. Para requerir a Torra que haga cumplir la Constitución”. Este hipotético apoyo, con el que Rivera ha dado por “abierto el canal de comunicación” con el Gobierno sobre Catalunya, no es necesario porque el Congreso no aplica el 155 y en el Senado el PSOE tiene desde el 28A mayoría absoluta.
Posibles pactos de Estado
También le ha propuesto, en su papel de oposición “leal con los españoles”, trabajar en cuatro pactos de Estado en asuntos de educación, inmigración, despoblación y seguridad y terrorismo, que, según Rivera, son materias “que no tienen ideologías” y en torno a las que hay “que llegar a acuerdos de Estado”. El comunicado de Moncloa habla, en este sentido, de la “posibilidad de avanzar en numerosos asuntos de Estado tales como las migraciones, la transición ecológica y la energía, la ciencia y el fenómeno de la despoblación”, además de una “comunicación permanente” sobre Catalunya.
Rivera asegura que hará “una oposición distinta a la que ha hecho Sánchez a Rajoy y a la que ha hecho el PP a Sánchez”. “Le he ofrecido una oposición leal, pero no con Sánchez sino con los españoles”, ha señalado en una rueda de prensa en la que ha calificado al PP como un partido en “descomposición”.
“Estoy más preocupado por los españoles que por la descomposición del PP. Si un líder tiene que comentar lo que hace otro líder, no me voy a aprovechar de esas declaraciones”, ha afirmado en relación a la invitación de este lunes de Casado para que su partido se abstuviera de la investidura de Sánchez y así evitar que necesitara el respaldo de las formaciones nacionalistas.
Lo que el líder de Ciudadanos no ha querido aclarar ha sido la política de pactos de su partido en la próxima cita electoral. “Esto no va con cromos de alcaldías”, ha zanjado.