Javier de La Rosa le contó al 'pequeño Nicolás' cómo durante años financió a CiU entregando dinero que recibía de varias entidades. La cita, cuya grabación está incorporada a la causa que se sigue contra el joven acusado de varios delitos -entre ellos estafa-, se produjo el pasado 19 de septiembre en el madrileño hotel Meliá Castilla. A un lado de la mesa se sentaba el financiero y abogado Catalán Javier de la Rosa y al otro Francisco Nicolás Gómez Iglesias, quien se presentó como enviado de la vicepresidencia del Gobierno. El joven, además de escuchar atentamente a De la Rosa, se encargó de grabarlo todo con permiso del abogado. Una charla, a la que ha tenido acceso eldiario.es, en la que se trata información sensible sobre los Pujol.
“Yo llevé en nombre del grupo de bancos (para los que trabajaba) desde el año 80 al 85 y, después con Kio, hasta el 94, toda la financiación que necesitaba Convergència, la pagaba yo. A Miquel Roca y a él directamente (en referencia a Jordi Pujol). Y a Roca, que era el tesorero. Les di hasta 4.500 millones de pesetas (27 millones de euros) de sociedades que me dieron a mí para darles a ellos, para que Convergència fuera el equilibrio para la no entrada del independentismo. Cuando veo que este hombre (en alusión a Pujol) se mete de lleno en el independentismo, no sólo eso, sino que me amenaza personalmente, es cuando le fui a denunciar”, cuenta De la Rosa, que asegura que todo se enmarcaba en una operación para poner freno el independentismo.
Pero los dardos contra el expresidente de la Generalitat de Cataluña no terminan ahí. El abogado precisa más: “Yo llevaba por la noche el dinero en efectivo a su despacho (el de Jordi Pujol). Y eso que ponen los empresarios no, era yo el único. Lo bajaba por la puerta de atrás, como pone en el informe, por una escalerilla al coche, y le metía los cheques en los bolsillos, delante de Alavedra (político de CIU), por ejemplo. Cientos y cientos, hasta sumar 1.400 millones para él personalmente, al margen de otros 4.500 más para Convergencia”, se extiende el letrado.