Moscú, 19 sep (EFE).- El partido del Kremlin, Rusia Unida, roza la mayoría constitucional en la Duma o cámara de diputados tras el escrutinio de un tercio de los votos emitidos en las elecciones legislativas.
Con el escrutinio del 36,20 % de los sufragios, el oficialismo suma el 45,38 % de los votos por listas de partidos, lo que se traduce en 101 escaños en la cámara baja del Parlamento ruso.
Además, sus candidatos lideran provisionalmente en 190 circunscripciones mayoritarias de las 225 en juego, según los últimos datos de la Comisión Electoral Central (CEC).
En caso de confirmarse los resultados, eso significarían 291 escaños, cuando la mayoría constitucional son más de 300 de los 450 asientos de la Duma.
Rusia Unida aún aspira a una decena de asientos más, a lo que se suma que dichos datos preliminares no toman en cuenta el voto electrónico, que se conocerá el lunes por la mañana.
Unos 2,5 millones de rusos votaron telemáticamente, casi un millón de ellos en Moscú y el resto en otras seis regiones rusas.
“Lideramos claramente tanto por listas como en número de circunscripciones. Nuestro objetivo es la mayoría constitucional que, según nuestros datos, la lograremos. Esperemos a que lleguen los resultados”, aseguró Serguéi Permínov, subsecretario general del partido.
En 2016 los oficialistas lograron más del 54,20 % de los votos, lo que les permitió sumar 334 escaños y aprobar leyes sin la necesidad de pactar con la oposición sistémica en el Parlamento.
En la Cámara Baja entrarían ahora cinco partidos frente a los cuatro de la legislatura anterior: los oficialistas y comunistas, el Partido Liberal Democrático (PLDR) del ultranacionalista Vladímir Zhirinovski; el partido de nuevo cuño Gente Nueva; y los socialdemócratas de Rusia Justa.
Según avanza el escrutinio desde el Lejano Oriente a la parte europa del país, Rusia Unida suma votos y los comunistas, el segundo partido en discordia con el 21,73 %, los pierde.
Pocos minutos antes del cierre de los colegios, los comunistas denunciaron el fraude en varias regiones del país, desde la parte europea a Siberia y el Lejano Oriente, y exigieron la persecución penal de los “falsificadores”.
Las denuncias fueron respaldadas por observadores independientes, la prensa independiente y los correligionarios del encarcelado líder opositor Alexéi Navalni, la mayoría de los cuales se encuentran en el exilio.
Tanto la CEC como el Ministerio del Interior restaron importancia a las infracciones, aduciendo que no influyen en el resultado final de los comicios.
Según la CEC, un 45,15 % de los 110 millones de votantes rusos acudieron a las urnas en los últimos tres días, dos puntos y medio menos que hace cinco años.