En declaraciones a Europa Press, Salanueva se ha mostrado respetuosa con la retirada de Barcina. Ha admitido que su renuncia a la reelección crea una “situación excepcional” en UPN, “y una situación excepcional requiere procedimientos excepcionales, pero sencillos”, ha agregado.
A su juicio, es necesario que el partido organice un proceso de primarias en el que participen todos los afiliados y al que se puedan presentar cuantos candidatos consideren que tienen “una propuesta”. Quien resulte elegido, ha añadido, tendrá “más legitimidad” tanto interna como de cara a los ciudadanos en las elecciones autonómicas de 2015.
La senadora ha explicado que no existe precedente en UPN, pero sí en otros partidos, y ha advertido de que el contexto político no admite ya “designaciones a dedo”. Al respecto, ha recordado también que en el último Congreso del partido ya se barajó esta posibilidad, pero que se rechazó porque no había entonces duda de que la presidenta del Gobierno y del partido sería candidata.
Salanueva ha señalado por último que el partido necesita un revulsivo después de haber afrontado “muchas dificultades” internas y externas, por la crisis económica, la minoría parlamentaria y el “desgaste” de gobernar en esa situación. “Hay que conseguir recuperar acuerdos” con otras formaciones, ha dicho, “y trabajar internamente para crecer”. “No podemos estar resignados ni acudir a las próximas elecciones resignados”, ha concluido.