El PSOE asume que este verano Pedro Sánchez tomará una de las decisiones más controvertidas de su mandato: el indulto parcial a los líderes independentistas. El presidente ha allanado el terreno tanto de puertas afuera como en buena medida hacia dentro de su partido. En las últimas semanas ha mantenido reuniones y conversaciones con buena parte de los líderes territoriales del partido para abordar un asunto que genera vértigo en las filas socialistas por el desgaste electoral en algunos territorios, aunque se asume con una oposición mínima. “Ferraz y Moncloa nos han trasladado que el Gobierno necesitaba el apoyo de los líderes territoriales en la posición respecto al diálogo”, señalan desde una federación socialista: “Desde ahí se ha multiplicado la estrategia común dentro del PSOE”.
Sánchez es consciente de que el indulto levanta ampollas en una parte de su electorado. Por eso contaba con que los presidentes socialistas del interior alzaran la voz, especialmente el castellanomanchego Emiliano García-Page, que le había advertido en una reunión en Moncloa de que daría públicamente su opinión contraria. El aragonés Javier Lambán, de baja médica por una operación de cáncer, ha sido otro de los que ha dejado clara su oposición a la medida de gracia. En el caso del PSOE andaluz, tanto Susana Díaz como Juan Espadas, enfrentados en las primarias para dirigir el partido, han conseguido que el asunto quede en un segundo plano.
A pesar de que el portavoz del PSOE extremeño, Juan Antonio González, reclamó a Ferraz un “diálogo” con las federaciones, el asunto lo había abordado hace meses el propio Sánchez con el extremeño Guillermo Fernández Vara, cuya reacción ha sido más suave. Fernández Vara considera que los independentistas deberían hacer algún gesto de generosidad ante la mano tendida del Gobierno. “Los problemas que tiene nuestro país de construcción de un modelo de convivencia no se resolverán mientras nadie quiera”, escribió en Twitter a raíz del posicionamiento público de Sánchez.
En ese camino intermedio se ha situado también el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, que mostró “dudas” respecto a la propia figura del indulto. En todo caso, consideró “valiente y arriesgado” que el Gobierno lo aborde.
Pero Sánchez ha logrado desplegar un discurso favorable a la decisión no solo de los miembros del Gobierno sino también de presidentes y dirigentes socialistas de diversos territorios. Un veterano socialista aplaude que Sánchez haya incrementado los contactos para un asunto tan espinoso cuando una de las críticas más habituales es el individualismo de su gestión y un cierto abandono de las estructuras del partido.
De Puig y Armengol a Mendia, Chivite o Andreu
Con el presidente valenciano, Ximo Puig, abordó el tema en un almuerzo en Moncloa hace unas semanas en el que le transmitió su apoyo. “No hay otra vía”, dijo públicamente. También la presidenta balear, Francina Armengol, estaba por Sánchez de que se posicionaría a favor de los indultos poco antes de la rueda de prensa en la que abogó por esa figura como forma de “concordia” frente a la “venganza” en la que sitúa a la derecha. “Hay que buscar soluciones. El Gobierno español tiene que tomar soluciones políticas que ayude a ello. El mundo independentista tiene que tomar decisiones que ayuden a llegar a acuerdos. Por las dos partes tiene que haber acercamientos”, afirmó.
“Con el tema de los indultos hablamos y seguimos hablando. Para los vascos el tema catalán es importante”, señalan desde el entorno de la vicelehendakari, Idoia Mendia. También la presidenta navarra, María Chivite, estaba advertida y sabía que iba a saltar en cualquier momento, según admiten en su equipo en el que explican que la especificidad foral [con un Gobierno socialista con Unidas Podemos y los nacionalistas] empuja aún más en esa dirección.
“Cualquier gobierno responsable, a pesar del desgaste político que esto puede tener, tiene que plantear líneas de trabajo encaminadas a resolver el problema de convivencia con Catalunya. Eso es gobernar y no plantarse detrás de una pancarta. Gobernar es decidir, comprometerse y mojarse”, defendió Chivite en el parlamento foral interpelada por la derecha.
En lo que coinciden todos los dirigentes consultados es que la reacción del PP reavivando la 'foto de Colón' en la que Pablo Casado y Albert Rivera se fotografiaron con el líder de la extrema derecha, Santiago Abascal, en una manifestación contra el diálogo en Catalunya viene bien a los socialistas. De hecho, la derecha también está tratando sin éxito de abrir una brecha dentro del PSOE que a día de hoy no existe dado que Sánchez controla ampliamente el partido desde su victoria en las primarias de 2017.
Incluso dirigentes de territorios con electorados de corte más conservador también se posicionan a favor de los indultos. “Si podemos desactivar unos puntos de independentismo o de desafección de la sociedad catalana, bienvenido sea”, expresa en conversación con elDiario.es el secretario general del PSOE en la Región de Murcia, Diego Conesa.
También la presidenta de La Rioja, Concha Andreu, defendió la posición de Sánchez en favor de la “convivencia”, unas declaraciones que el presidente le agradeció en un acto en el que coincidieron el pasado viernes en Soria y al que también acudió José Luis Rodríguez Zapatero, el expresidente que ha hecho una defensa férrea de los indultos. Zapatero defiende los indultos y dice que también fue difícil la negociación con ETA y la ley de matrimonio homosexual. “Esta decisión puede ayudar de manera significativa a lo que todos los españoles queremos, que es que las cosas estén mejor entre Catalunya y el resto de España, que el independentismo pierda fuerza y que el diálogo se recupere”, afirmó.