Esta es la historia de una historia que está a punto de acabar. La del secretario general del PSOE y su actual dirección federal. Pedro Sánchez quiere pasar página y poner las luces largas. Entiende que ya ha cumplido con quienes le ayudaron a recuperar el liderazgo del partido, tras unas primarias a cara de perro frente a Susana Díaz en 2017 que abrieron en canal al socialismo español. Su mirada apunta al futuro y con la designación de los ponentes del próximo congreso federal acaba de señalar el que será el futuro del partido, además de la composición de su próxima Ejecutiva.
La lectura se ha hecho en Moncloa y se ha hecho en Ferraz, donde entre algunos ha escocido que el secretario general no haya contado con los actuales miembros de la dirección para los documentos preparatorios del 40º Congreso Federal, que se celebrará el próximo octubre en Valencia. “El presidente entiende que ya ha pagado los favores debidos a aquellos que, sí, le apoyaron incondicionalmente en las primarias y contribuyeron en buena medida en los diferentes territorios a que su victoria fuera histórica y cambiase el rumbo del partido”, aseguran.
“Ahora hay que mirar al futuro, poner las luces largas, sentar las bases de los próximos liderazgos territoriales, pero también designar al nuevo equipo con el que Sánchez desea trabajar en el PSOE”, añaden quienes saben leer los últimos movimientos del secretario general. “Somos conscientes de que tenemos que renovar nuestro ideario como estamos haciendo a nivel federal en el congreso que vamos a celebrar el próximo mes de octubre y lógicamente hay que renovar los equipos”, advirtió el presidente en la presentación de la candidatura del PSOE en Madrid, que Moncloa ha hecho a su medida.
El PSOE vuelve a bullir, y no porque nadie vaya a cuestionar una sola palabra del secretario general, sino porque la lista de los que se creen ya “agraviados y desplazados” empieza a ser extensa en una Ejecutiva de la que no se puede decir que haya tenido más iniciativa política que la de sostener al Gobierno ni más papel que el de acatar todas y cada una de las decisiones del secretario general, estuviera o no de acuerdo con ellas.
Confianza absoluta en Lastra y Ábalos
Salvo el núcleo duro de Ferraz –Adriana Lastra, José Luis Ábalos y Santos Cerdán–, se especula con que pocos o ninguno de los actuales miembros de la dirección seguirán en Ferraz tras el 40º Congreso Federal. En contra de algunas “maniobras” monclovitas para que el sevillano y número dos de Iván Redondo en Moncloa, Francisco Salazar, se hiciera con con las riendas de la organización, la confianza de Sánchez en los actuales números dos y tres del partido es absoluta, por lo que nadie duda de su continuidad.
En el 39º Congreso Federal, la actual comisión ejecutiva federal de Pedro Sánchez salió con un 70% de apoyo, tras haberse impuesto el secretario general en unas primarias con el 50,26% de los votos frente a Susana Díaz (39,90%) y Patxi López (9,84%). López y el extremeño Guillermo Fernández Vara –que pertenece a la dirección por su condición de presidente del Consejo Político Federal– fueron los dos únicos miembros de la dirección actual que no apoyaron en las primarias a Sánchez, que diseñó una Ejecutiva a su medida.
No hubo integración ni tampoco componendas territoriales. Por primera vez, un secretario general elegía la composición de la Ejecutiva sin más criterios que los de la “confianza” y la “lealtad”, sin tener en cuenta equilibrios orgánicos o cuotas de integración proporcionales al resultado de las primarias. A diferencia de anteriores ejecutivas, se sustituyeron los vocales por responsables de área y la comisión permanente se cerró con 13 hombres y 8 mujeres que habían sido decisivos en la victoria del secretario general, como fue el caso de Cristina Narbona, Óscar Puente, Alfonso Rodríguez de Celis, Isaura Leal, Luisa Carcedo, Luz Martínez Seijo, Iratxe García, Manuel Escudero, Milagros Tolón, Andrés Perelló, Odón Elorza o Magdalena Valerio, entre otros.
Sánchez ya marcó una primera distancia con la dirección socialista cuando formó su primer Gobierno y sorprendió a propios y extraños nombrando perfiles técnicos y expertos en la mayoría de áreas del Ejecutivo y con un buen número de independientes. La mayoría de miembros de la dirección, eso sí, fueron enviados a distintos destinos institucionales de menor nivel que el Consejo de Ministros.
El presidente y líder socialista quiere ahora separar aún más los planos institucional y orgánico, además de diseñar un nuevo modelo de partido para los próximos diez años que vaya preparando el relevo en los territorios. Y ya ha señalado a quienes serán los encargados del nuevo diseño programático y organizativo del partido. Así, nadie duda que la designación de Hana Jalloul como coordinadora de la ponencia marco del 40º Congreso al mismo tiempo que ha sido designada número dos de la candidatura de Ángel Gabilondo para la Presidencia de la Comunidad de Madrid responde a la proyección que Sánchez quiere para la hasta ahora secretaria de Estado de Migraciones. Muchos la ven incluso como posible sustituta del actual cabeza de lista. Lina Gálvez, parlamentaria europea y coordinadora, junto a Jalloul, de la ponencia marco, es otra de las señaladas por Sánchez, igual que varios de los ponentes para las diferentes áreas sociales. Ambas iban a tener una importante presencia en estos meses, pero las elecciones madrileñas han alterado los plantes de Ferraz.
Diseñar el “PSOE 2030”
Sánchez cuenta para ese proyecto con Félix Bolaños para diseñar el “PSOE 2030”. Bolaños, actual secretario general de Presidencia, es uno de los hombres de confianza del presidente en el Gobierno y, a diferencia de otras personas del gabinete, sí es militante socialista. Conoce la estructura del partido tanto como la arquitectura del Estado y en 2017 fue quien coordinó la elaboración de los últimos estatutos del partido. También ha incorporado a otro de los que fueron sus hombres fuertes en Moncloa: José Manuel Albares. El diplomático con carné socialista ha estado al lado de Sánchez desde que comenzó a liderar el PSOE, aunque nunca ha tenido un cargo orgánico. Sánchez le ha designado ahora la parte del programa dedicado a “España en Europa y el mundo” al que es el actual embajador en Francia.
Como lleva haciendo ya desde que llegó a Moncloa con la incorporación a distintos puestos de la administración o en las listas electorales de quienes no le apoyaron en aquellas primarias a cara de perro, Sánchez pasa página ya definitivamente de aquella batalla. La que fue portavoz de la candidatura de la entonces presidenta andaluza, Pilar Alegría, será la encargada del área de educación. Ferraz ya se posicionó con ella en una pelea con la dirección del PSOE de Aragón en su candidatura a la alcaldía de Zaragoza y Sánchez la nombró delegada del Gobierno en la comunidad como contrapeso a Javier Lambán. Otra de las incorporaciones a la ponencia es el asturiano Jonás Fernández para asuntos económicos, la misma área en la que colaboró hace cuatro años en la anterior ponencia que coordinó en la parte económica José Carlos Díez.
Sánchez también ha marcado el camino de las futuras batallas orgánicas del PSOE con los cambios en varias delegaciones del Gobierno, entre ellas la de Madrid, donde ha sustituido al secretario general en la región por la exconcejala Mercedes González, a quien Moncloa quiere dar más espacio. El principal recado se lo ha enviado a Susana Díaz al apartar a Sandra García, a quien hace un año designó de forma pactada con la que fue su rival, pero en Ferraz están determinados a promover el cambio en la principal federación del partido. El mensaje también ha llegado al PSdeG con el nombramiento de José Manuel Miñones como representante del Gobierno. Se trata de uno de los críticos con el actual líder en Galicia, Gonzalo Caballero, al que Ferraz también ha encargado el área de política municipal en la ponencia del Congreso.
El cuadro de los “elegidos” lo completan la actual delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones (Ciencia y Sanidad); la extremeña Isabel Gil (feminismo); Eva Granados, del PSC (Inclusión social y Políticas de Bienestar); Aina Calvo, de Baleares (Transición Ecológica); la canaria Nira Fierro (Nuevos Derechos y Libertades); Denis Itxaso, de Euskadi (modelo autonómico); y Ana Redondo, de Castilla y León (Regeneración Democrática, Justicia, Memoria Democrática y España Constitucional). “Son personas que van a estar en el candelero y que tendrán responsabilidades importantes en el partido”, resume un dirigente socialista.
Para Sánchez, según explican en el PSOE, el Congreso Federal de octubre marcará un punto de inflexión en el partido con la vista puesta en la próxima cita electoral que, si nada cambia, tendrá lugar en poco más de año y medio.