Pedro Sánchez descarta cambios legales para hacer frente a la recta final de la pandemia de la COVID-19 tras el levantamiento del estado de alarma, que ha provocado una ola de advertencias desde las comunidades y los partidos políticos ante los problemas para afrontar lo que queda por delante hasta que la vacunación sea efectiva para la población en su conjunto. “El Gobierno de España tiene claro que todas las comunidades en este estadio tienen los instrumentos suficientes para hacer frente a la pandemia”, ha sido la respuesta del presidente a esas críticas en una rueda de prensa en Atenas, donde ha participado en un foro económico y ha aprovechado para mantener una reunión bilateral con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.
“Tenemos instrumentos suficientes para hacer frente a cualquier contagio”, ha reiterado el presidente ante la presión de comunidades de distinto color político y del PP, así como de otros partidos, como PNV, ERC o Más País, para que el Gobierno tome medidas para avalar las restricciones frente a la COVID-19 una vez que ha finalizado el estado de alarma. Sin embargo, Sánchez lleva semanas determinado a salir de la excepcionalidad en buena medida para salvar económicamente la temporada de verano. El presidente ha defendido que los gobiernos autonómicos tienen instrumentos, a través de la ley sanitaria de 1986 para establecer restricciones que permitan luchar contra la recta final de la pandemia.
El Gobierno hizo una modificación legislativa la semana pasada a través de un decreto ley que tendrá que convalidarse en el Congreso para que las comunidades autónomas puedan recurrir al Tribunal Supremo en caso de que los correspondientes tribunales superiores de justicia tumben las restricciones, como ha sucedido en Euskadi. La intención es que dicte jurisprudencia y las medidas puedan homogenizarse después de las distintas interpretaciones que han hecho los jueces. Sin embargo, el alto tribunal ha cuestionado la jugada del Ejecutivo y dentro del gabinete existen dudas de que el Supremo pueda avalar restricciones como el toque de queda -que han planteado varias comunidades- sin estado de alarma.
Una de las voces que se ha pronunciado en esa dirección es el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, que ha reconocido que no cree que el Supremo pueda ratificar el toque de queda, como sí ha hecho, por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia de Baleares. No obstante, Campo ha asegurado que está a la espera de un pronunciamiento. En una tribuna en El País ha llegado a afirmar que “si de las resoluciones” del Supremo “se desprende la necesidad de realizar cambios legales adicionales, se estudiarán y propondrán a las Cortes”. Campo ha zanjado posteriormente la polémica suscitada en una entrevista en Al Rojo Vivo (La Sexta): “El Gobierno no está preparando ninguna norma. El ordenamiento jurídico es amplio y completo para abordar esta situación”.
El presidente se ha pronunciado después en esa misma dirección y ha vuelto a celebrar el ritmo de la vacunación. “Un tercio de la población adulta tiene una dosis administrada y la mitad de ellos, la pauta completa. Hoy vamos a cumplir seis millones con pauta completa. Estamos solo a cien días de lograr inmunidad de grupo”, ha afirmado. No obstante, Sánchez ha advertido de que no se puede “bajar la guardia” ante la aceleración del proceso de vacunación en referencia a las imágenes de fiestas y botellones en diversos lugares de España tras el fin del estado de alarma: “La vacunación esta yendo muy bien pero me gustaría que nadie bajara la guardia. El virus sigue circulando”.
Sánchez aleja la derrota del 4M del Gobierno
Sánchez se ha pronunciado por primera vez públicamente sobre la derrota electoral del 4M y ha reconocido que los resultados en la Comunidad de Madrid “son rotundamente malos” para el PSOE. El líder socialista ha asegurado que los comicios se produjeron en unas “circunstancias extraordinariamente adversas” para los socialistas, pero ha negado que se vaya a producir un cambio de ciclo como apunta el PP. “El Gobierno está en lo importante”, ha expresado Sánchez, que se ha referido en la superación de la pandemia, la “recuperación justa” y la gestión de los fondos europeos. En el gabinete creen que los 140.000 millones que recibirán de Bruselas en los próximos seis años servirán para salir de la crisis y presentarse a las elecciones en mejor situación que la actual, aunque en las filas socialistas cunde la preocupación por la reunificación de la derecha en torno al partido de Pablo Casado.
Como ya hizo ante la Ejecutiva del PSOE, el presidente se ha mostrado convencido de que agotará la legislatura al dar por hecho que antes que las generales -que ha situado dentro de 32 meses, es decir, en enero de 2024- volverá a haber unas elecciones madrileñas. Aunque ha admitido “errores”, no ha precisado cuáles han cometido los socialistas para esa debacle electoral, pero lo ha alejado de su gestión. “Todas las elecciones tienen sus consecuencias pero es cierto que esas elecciones están íntimamente ligadas a un territorio y a un momento determinado. Eso es lo que ha ocurrido en Madrid”, ha asegurado.
“En Madrid la izquierda volverá con más esperanza y más fuerza de la mano del PSOE, ha dicho Sánchez, que ha trasladado la ”solidaridad y agradecimiento“ al exsecretario general del partido en la región, José Manuel Franco, que dimitió por la derrota, y al candidato, Ángel Gabilondo, que no recogerá su acta de diputado pese a su intención inicial de seguir en la Asamblea de Madrid. Sánchez ha admitido que esas renuncias son una de las ”consecuencias“ de las elecciones y que la otra es una ”oportunidad para aprender“: ”De resultados tan adversos como el que hemos tenido el 4M creo que, con humildad, el PSOE tiene la gran oportunidad de aprender“.