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Pedro Sánchez y Pablo Iglesias negociarán un “Gobierno de cooperación” de PSOE y Unidas Podemos
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han iniciado las conversaciones discretas para explorar la idea del “Gobierno de cooperación” que pareció ser el primer paso en positivo para la investidura del líder socialista. Tras el encuentro en Moncloa de este lunes, desvelado por eldiario.es, “las posiciones están muy alejadas”, según se ha encargado de dejar claro el PSOE. Mientras tanto, Unidas Podemos se mueve con tiento para evitar que la desconfianza haga descarrilar las negociaciones y señala que las conversaciones entre ambos proseguirán en los próximos días. Las futuras reuniones también serán “discretas”, sin publicidad.
El presidente en funciones recibió a Iglesias el lunes por la mañana en el primero de los contactos “discretos” que ambos acordaron mantener tras su reunión la semana pasada en el Congreso para abordar la investidura. Esa primera cita concluyó con “satisfacción” por ambas partes al haber encontrado una base de trabajo: una fórmula de “Gobierno de cooperación”.
Los socialistas, que propusieron la fórmula, reconocieron que uno de los avances sería concretar qué significa exactamente ese modelo. Para Iglesias es el Ejecutivo de coalición que venía reclamando, pero con otro nombre. En Podemos constataron que el PSOE se avenía a negociar un “gobierno”. “El significante es lo de menos”, dijo el propio Iglesias.
El PSOE consideró entonces un paso adelante que el líder de Unidas Podemos asumiera la propuesta. “Lo importante es que haya un principio de acuerdo”, señalaron entonces fuentes socialistas, que veían que el líder de Podemos había rebajado su “exigencia” de una coalición proporcional a los 123 y 42 escaños, respectivamente. “Vamos desbrozando el camino”, decían las mismas fuentes. El PSOE admitía, no obstante, que la fórmula era “novedosa” y que se tendrían que definirla.
Tras desvelarse la reunión de este lunes, los socialistas han rebajado sustancialmente las expectativas con respecto a la semana pasada. “Las posiciones están muy alejadas”, fue la reacción oficial a la noticia publicada por eldiario.es. El principal escollo para el PSOE es que Iglesias volvió a insistir en que Unidas Podemos debe tener ministros en el gabinete de Sánchez. Aunque los de Sánchez se han mostrado abiertos en momentos puntuales –especialmente antes de las elecciones del 26M– a incluir dirigentes de Podemos o de su órbita en el Gobierno, la posición es la de conservar el Ejecutivo en solitario como en el último año.
“No se contempla que entren”, dice un alto cargo de Moncloa sobre este momento de la negociación, cuando quedan al menos tres semanas para la primera sesión de investidura. “Qué se entiende por un Gobierno cooperativo, no tiene por qué ser en absoluto un Gobierno de coalición”, zanjó el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, este lunes en una rueda de prensa cuando Sánchez e Iglesias ya habían despachado.
Los socialistas sostienen que, más allá de los cargos, hay muchos aspectos del “Gobierno de cooperación” que se tienen que acordar con carácter previo, como las líneas programáticas. No obstante, no está en el plan de Ferraz por ahora hacer una propuesta concreta a sus socios. “Vamos a escuchar y, si es preciso, volver a hablar y que haya propuestas más concretas”, reconoció Ábalos.
En Podemos sí tienen perfiladas las medidas programáticas que quieren implementar desde el Gobierno. Y sostienen que el escollo principal no es tanto su presencia en el Consejo de Ministros como las políticas que quieren poner en marcha desde allí y que pasan, entre otras, por derogar la reforma laboral de 2012, subir el SMI a 1.200 euros, intervenir el precio del alquiler en determinadas zonas o atajar la subida de la luz y afrontar la transición ecológica con una empresa energética pública.
En el PSOE hay, además, un gran malestar por que se haya conocido la reunión de Sánchez e Iglesias, que pretendían que fuera secreta. El Gobierno en funciones señala directamente a Unidas Podemos como responsable de la 'filtración' y sostiene que a los socialistas no les interesa que se conozcan las negociaciones. Desde Unidas Podemos rechazan estas acusaciones e insisten en que la cita no fue desvelada, ni confirmada, por ellos.
El PSOE ha reforzado su presión sobre el resto de grupos –especialmente Ciudadanos– para que faciliten la gobernabilidad con su abstención. Además de la amenaza de una repetición electoral, Ábalos adelantó este lunes que Sánchez se presentará a la investidura “en breve” aunque no tenga los apoyos amarrados. “Los apoyos se decidirán en ese momento”, afirmó el dirigente socialista este lunes poco después de que finalizara la reunión entre su jefe de filas e Iglesias. Ese aviso también es para Unidas Podemos. Los socialistas sostienen que, en 2016, el 'no' de Iglesias a Sánchez le costó un millón de votos y que, desde entonces, ha perdido base electoral, por lo que sostienen que en caso de repetición de los comicios saldría mal parado. No obstante, también son conscientes de que la desmovilización de la izquierda puede alejar a Sánchez de Moncloa.
Tras la reunión en Moncloa, el líder de Podemos también hizo declaraciones. En una entrevista en La Sexta, Iglesias aseguraba: “Vamos en la buena dirección”. Y dejaba caer que la presencia de personas de su partido en el Gobierno no iba a ser un problema: “Nos consta, creo que Pedro Sánchez no me ha mentido, que no van a vetar a nadie”.
A pesar de los escollos, en el PSOE sostienen que “se sigue con la máxima disposición de entendimiento y como socio preferente” con Unidas Podemos. Los socialistas quieren evitar así que Iglesias les acuse de mirar a Ciudadanos. En este momento, Sánchez ve inviable cualquier tipo de entendimiento con Albert Rivera, aunque no dejará de presionar a PP y Ciudadanos para que se abstengan en la investidura. Si finalmente sale adelante gracias a ERC o se repiten las elecciones, el PSOE tendrá un relato.
En Podemos son optimistas y aseguran que se mantendrá la agenda de trabajo y la intención de buscar un acuerdo con el PSOE. El partido de Iglesias cree que la mayoría progresista apoya un entendimiento entre los dos partidos y sostienen que los 123 diputados de Sánchez son insuficientes para una investidura cuando las derechas estatales y regionales superan ampliamente ese número. “165 suma bastante más que 123”, zanjó Iglesias en su entrevista del lunes.
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