En la misma semana en que el Gobierno abrió la puerta al adelanto electoral con unas palabras del ministro de Fomento y número tres del PSOE, José Luis Ábalos, en las que evitó descartar un superdomingo en mayo que haga coincidir todos los comicios -municipales, autonómicas, europeas y generales- y en la que el propio presidente ha dejado entrever que sin presupuestos la legislatura se acorta, Pedro Sánchez quiso zanjar el debate durante la cumbre hispano-lusa que se celebró en Valladolid.
“Desde el primer momento hemos planteado siempre el mismo calendario: moción de censura estabilidad y elecciones. Estamos ahora mismo en la proceso de estabilidad política, económica y social. tenemos una agenda de cambo muy importante que implementar antes de que lleguen esas elecciones”, dijo en la rueda de prensa al lado del primer ministro António Costa. Esa fue su respuesta completa.
Sánchez remasteriza así su compromiso de la moción de censura cuando anticipó que convocaría elecciones cuanto antes. No es la primera vez que el Ejecutivo socialista amaga con pulsar en cualquier momento el botón electoral y que luego corrige su intención.
Este miércoles desde Valladolid Sánchez dejó entrever que si no adelanta los comicios es porque no se ha logrado “la estabilidad política” tras el cambio de Gobierno. Y eso que el Ejecutivo ha asumido que los presupuestos son una quimera, vistas las exigencias que han planteado los partidos independentistas catalanes. No es que no haya acuerdo para las cuentas, es que la tensión se ha incrementado entre el PSOE y ERC, hasta el punto de que el ministro de Exteriores, Josep Borrell, llegó a acusar a ayer a un diputado de Esquerra de escupirle en el escaño (ni las imágenes ni los testigos respaldan esa versión).
Sánchez admitió que un fracaso en los presupuestos provocaría un adelanto electoral al que no puso fecha. Este mismo miércoles ha recibido un varapalo de la Comisión Europea, que ha cuestionado las cuentas que le envió el Ejecutivo por “riesgo de incumplimiento” en los objetivos de deuda y ajuste que le impone Bruselas.
El presidente ha restado importancia a ese informe negativo al hacer su propia lectura de las las “previsiones de invierno” de la Comisión Europea que, según ha dicho, señalan que “España va a seguir creciendo”, que se va a “reducir el paro” y que “el déficit lo que va a hacer es reducirse”. “España va a salir por fin del brazo corrector del déficit excesivo”, ha zanjado el socialista.
El Ministerio de Economía ha contestado a la Comisión sobre los incumplimientos que prevé que la diferencia de cálculo de Bruselas respecto al Ejecutivo español se debe al hecho de que “no se ha podido tomar en consideración todas las medidas sobre las que no se ha legislado”.