Pedro Sánchez no prevé aprovechar la crisis del PP para convocar elecciones. En una comparecencia de prensa junto a la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, el presidente ha insistido en que la legislatura durará hasta finales de 2023 y ha evitado “inmiscuirse” en la guerra desatada en el principal partido de la oposición al evitar pronunciarse sobre un hipotético salto al liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, aunque ha asegurado que espera que “resuelvan cuanto antes” sus problemas internos.
“España necesita estabilidad y no solo la aporta el Gobierno, la aporta también el principal partido de la oposición. Espero que resuelvan cuanto antes esta crisis”, ha respondido Sánchez. “Nunca me voy a inmiscuir en ninguna situación de ningún partido”, ha dicho Sánchez, que vivió hace cinco años una situación parecida a la de Pablo Casado cuando los poderes fácticos del PSOE pedían su dimisión, aunque por motivos muy distintos. “El Gobierno está a lo que está: superar esta terrible pandemia, consolidar el crecimiento económico, y gestionar los fondos europeos spara que, cuando acabe la legislatura en 2023, podamos tener un país mejor”, ha expresado.
No obstante, el presidente ha querido poner el énfasis en las dudas sobre el contrato para la adquisición de mascarillas por el que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso pagó 1,5 millones de euros a la empresa de un amigo y esta, a su vez, al menos 55.580 euros al hermano de la presidenta, que fue el que consiguió el material, a pesar de no poder contratar con esa administración. “Sobre todo que aclaren las dudas sobre las irregularidades y la corrupción que se pueda haber dado en la Comunidad de Madrid”, ha expresado. El PSOE, al igual que Más Madrid y Podemos, ha presentado una denuncia en la Fiscalía.
Más allá de eso, Sánchez no ha querido pronunciarse sobre lo que pueda pasar en el liderazgo del PP. Preguntado por si le preocupa que esa crisis provoque un auge aún mayor de la extrema derecha, no lo ha vinculado expresamente, pero sí ha mostrado inquietud. “El auge de Vox no es una buena noticia para ningún demócrata y desde luego no para nosotros y para mí en particular”, ha contestado Sánchez, que ha insistido en su oferta de permitir gobernar a Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León si el PP toma la decisión de aplicar un “cordón sanitario” a Vox. “Si el PP está dispuesto a abrir ese debate, el principal partido de la oposición [en este caso el PSOE] está dispuesto a abrir esa puerta”, ha reiterado el líder socialista que no ha querido, no obstante, responder a la pregunta de si cree que con Feijóo sería más fácil llegar a acuerdos que con Casado.
¿Quitar mascarilla en interior? “Cuando proceda”
Sánchez ha comparecido junto a la primera ministra danesa con quien se ha reunido en Moncloa para abordar las relaciones entre ambos países, pero también para compartir la posición respecto al debate de la transición ecológica. El presidente español ha reiterado el rechazo del Gobierno a la propuesta de Bruselas de etiquetar como verdes el gas y la energía nuclear.
Respecto a la superación de la pandemia y dada la presencia de la dirigente de Dinamarca, donde ya no es obligatoria la mascarilla ni siquiera en los interiores, Sánchez ha dicho que esa decisión dependerá en España de lo que digan los técnicos. “Esperamos que en los próximos tiempos podamos abordar esta medida, pero tiene que ser la comunidad cientifica la que nos dé su aporte, su opinion. El Gobierno de España adoptará medidas que vayan en línea de recuperar nuestra ansiadanormalidad”, ha contestado, antes de matizar: “Esa puerta la abriremos cuando proceda, cuando nos lo diga la ciencia, los profesionales sanitarios”. “Esperamos que sea más pronto que tarde”, ha rematado. Por su parte, Mette Frederiksen ha asegurado que es una medida que se ha podido tomar en Dinamarca por los altos índices en la vacunación de refuerzo, pero ha enfatizado que es una decisión que se debe tomar a nivel nacional.
Sánchez partidario de mantener tropas en Mali
También se han mostrado de acuerdo en la “unidad” de la UE y en el seno de la OTAN respecto a la situación en Ucrania. De hecho, Sánchez ha rechazado que Alemania mantenga una posición distinta al de los demás países aliados. “La realidad de cada país es la que es pero aparte de eso, lo cierto es que todos estamos unidos en cuanto a enviar un mensaje claro a Putin de unidad y claramente de solidaridad para con Ucrania. este es un mensaje de compromiso con el derecho internacional cuando se tocan asuntos como la soberanía nacional y la integridad territorial que ahora mismo se están poniendo en tela de juicio”, ha explicado.
Los dos se han mostrado partidarios de la diplomacia para resolver el conflicto y desescalar la tensión. Pero la primera ministra de Dinamarca ha sido un paso más allá al asegurar que están dipuestos “a actuar” llegado el momento. Sánchez también ha querido enviar un “mensaje rotundo a Putin para hacerle ver que la escalda de la situación en Ucrania podria dañarle muchísimo desde un punto de vista económico y podría aislarle de toda la comunidad internacional”.
Sánchez también se ha mostrado partidario de mantener la presencia militar en el Sahel después de que Francia haya anunciado la retirada de las tropas de Mali -donde España participa en una misión de la UE para el entrenamiento del ejército de ese país-. “La comunidad internacional no se puede ir del Sahel”, ha sentenciado el presidente, que ha asegurado que la presencia extranjera contribuye a la “estabilidad” y el “desarrollo” de Mali y el resto de la región. Sánchez ha reconocido que será la UE la que tome la decisión, pero que España “dará su opinión”: “La opinión de España es que si las circunstancias lo permiten, Europa no puede abandonar ese lugar que es clave y estratégico para la seguridad de todos”.