Las mascarillas del hermano de Ayuso eran de un modelo más barato que las que fijaba el contrato
La empresa de la que cobró una comisión Tomás Díaz Ayuso entregó un tipo de mascarilla distinta a la que figuraba en el contrato y que no está homologada de forma directa por Europa: eran KN95, en vez de las “FFP2-FFP3” que ofertó
¿Qué tipo de mascarilla compró la Comunidad de Madrid a esa empresa de la que el hermano de la presidenta Isabel Díaz Ayuso cobró una comisión? En el contrato del portal de transparencia, disponible aquí, se habla de mascarillas FFP2 y FFP3. Estas siglas se refieren a distintos estándares de protección homologados por la Unión Europea. Entre ambas, la FFP3 es la más cara, y también la de mayor protección: una eficacia del 98% en el filtrado, frente al 92% de la FFP2. Pero la realidad es que la empresa Priviet Sportive SL –que pagó una comisión a Tomás Díaz Ayuso– entregó un material sanitario distinto al que figura en esa adjudicación: más barato y con un control de calidad inferior.
No fueron FFP3, las mascarillas más eficaces. De esas no hubo ninguna. Tampoco FFP2. Las que finalmente llegaron al pabellón de Ifema en abril de 2020 fueron todas KN95: un estándar de calidad chino, en teoría con similares prestaciones de filtrado que las FFP2, pero que no pasan por el mismo tipo de controles que exige el estándar europeo.
Con las KN95, el control de calidad lo realiza el propio fabricante: es una autocertificación. En ocasiones –como ocurrió con numerosos lotes descubiertos en junio de 2020– lo que dice el fabricante está muy lejos de la calidad real. Mientras que en Europa las mascarillas las tiene que homologar un organismo público independiente, que realiza pruebas de calidad y comprueba que, efectivamente, filtran lo que deben filtrar. Por eso las KN95 eran más baratas que las FFP2 y mucho más baratas que las FFP3.
Eso no significa que no haya mascarillas ‘made in China’ que cuenten con certificados FFP2 o FFP3. Pero todas ellas están sujetas al control de calidad europeo, algo que no ocurre con las KN95.
Con la llegada de la pandemia y la escasez de productos sanitarios, casi todos los países europeos permitieron temporalmente la importación de mascarillas que no estuvieran homologadas en Europa, a pesar de que era un estándar inferior. En España, esa vía libre a las KN95 se publicó en el BOE el 20 de marzo de 2020 y estuvo en vigor durante todo ese año, hasta el 31 de diciembre, cuando se volvió a prohibir su comercialización.
Cuatro días después de que el Gobierno permitiera vender este tipo de mascarillas –el 24 de marzo de 2020– la Comunidad de Madrid aceptó la oferta que presentó Priviet Sportive, según figura en la documentación del contrato. Aunque en aquel primer momento, en esa oferta, figuraba un tipo de mascarilla que nunca llegó: “FFP2-3”. Este es el expediente en cuestión de la empresa que pagó una comisión a Tomás Díaz Ayuso:
La descripción del material es bastante clara: “Mascarilla FFP2-3”. El precio: 5 euros, más IVA (6,05 euros por cada una). 1.512.000 euros en total. Como fecha de entrega prevista, Priviet Sportive SL se comprometió a que las mascarillas se entregarían en el hospital improvisado de Ifema el 10 de abril de 2020, algo que tampoco se cumplió.
El primer lote, 182.000 mascarillas, llegó a través del Aeropuerto de Barajas una semana más tarde de lo previsto: el 17 de abril. Y las 68.000 restantes aterrizaron unos días después, el 20 de abril. El sello de “recepción provisional” en Ifema tiene como fecha unos días más tarde, el 29 de abril. Pero más allá de este pequeño retraso –comprensible en el momento en el que ocurrió– lo relevante en los recibos de esas entregas es que el contenido es otro, distinto al que figura en la adjudicación: “Mascarillas FFP2/KN95”. Todas idénticas. Ninguna FFP3.
Al día siguiente de que llegara el segundo lote a Barajas, el 21 de abril de 2020, Priviet Sportive emitió la factura al Servicio Madrileño de Salud. Pero de nuevo cambio el modelo de mascarilla. En vez de las “”FFP2-KN95“ que aparecía en el albarán de entrega, la empresa volvió a referirse al modelo que había prometido la adjudicación: ”FFP2-3“. Esta es la factura en cuestión.
La realidad es que no fueron FFP2 ni FFP3. Pero tampoco unas “FFP2-KN95” las mascarillas que Priviet Sportive importó de China y vendió a la Comunidad de Madrid. Fueron KN95 a secas. Y la prueba es una publicación en Facebook del Ayuntamiento de Sotillo de la Adrada, el pueblo donde se conocieron los hermanos Ayuso y Daniel Alcázar, el empresario que participó en esta adjudicación.
Justo en esas mismas fechas –24 de abril de 2020–, el Ayuntamiento de Sotillo agradeció a otra empresa de Daniel Alcázar el donativo de 400 mascarillas KN95 al municipio. Según distintas fuentes, se trata del mismo lote. Como se aprecia en en la imagen, nunca fueron FFP2.
En el momento de la publicación de esta información, este post de Facebook, que fue enlazado hace tres meses en la exclusiva que destapó el contrato de Priviet con la Comunidad de Madrid, figuraba como no accesible desde varios dispositivos en la página del Ayuntamiento de Sotillo de la Adrada. Fuentes cercanas al Ayuntamiento, encabezado por el PP, aseguran a elDiario.es que el texto nunca ha sido borrado ni se ha limitado su acceso. Ahora puede ser consultado.
Un precio por encima de mercado
Isabel Díaz Ayuso, este viernes, defendió que el precio que se habían pagado por estas mascarillas –5 euros más IVA por cada una– era inferior al de otras compras que firmó la Comunidad de Madrid en abril de 2020. Y para argumentarlo, puso estos ejemplos:
-BIOGEN FFP3: 10,5 €
-Palex FFP2: 6,5€
-Lost Simmetry: FFP2 6 €
-Helianthus FFP2: 5,95 €
-Barna: FFP2: 5,30 €
La comparación es tramposa, incluso si lo que hubiera entregado Priviet Sportive hubiera sido una FFP2 homologada en Europa, en lugar de una KN95 sin homologación. Porque como ha desvelado el colaborador de Newtral Marcelino Madrigal, Ayuso miente al aportar estos datos: en todos esos precios que cita habla de contratos donde el adjudicatario entrega distintos tipos de mascarillas –FFP2 y FFP3– y detalla un precio distinto para cada modelo. Y Ayuso, en las cifras que aporta, siempre toma como referencia el precio más caro: el de las FFP3.
Por ejemplo, estos son los precios de la empresa Barna Import: que vendió a la Comunidad de Madrid en abril de 2020 las FFP3 a 5,30 euros y las FFP2 a 4,30 euros. Tampoco la cifra que dio Ayuso sobre Lost Simetry es correcta: a finales de abril, el servicio madrileño de Salud compró mascarillas FPP2 por 2,59 euros. El 15 de abril, otra empresa, Tower TBA, suministró 50.000 mascarillas FPP2 a la Comunidad por 2,95 euros. Y una última, Vin Doré 24K SL, que el 17 de abril de 2020, vendió a 2,78 euros la mascarilla de FFP2 al Gobierno regional.
Pero hay que recordar que lo que vendió Priviet Sportive a la Comunidad de Madrid no fue ni una FFP2 ni una FFP3: fue una KN95. En abril de 2020, la Comunidad de Madrid también encargó a otro proveedor 4.200 mascarillas de este tipo para el Metro de Madrid. ¿El precio? 3,5 euros por unidad.
En esas mismas fechas, las KN95 se podían comprar en Ali Express a un precio de 1,45 euros por mascarilla. Como demuestra este pedido del 19 de abril de 2020 que realizó Daniel Paltrinieri, un lector de elDiario.es.
elDiario.es fue el primer medio en publicar la noticia de ese contrato para comprar 1,5 millones de euros en mascarillas por las que el hermano de Ayuso cobró una comisión. Lo contamos hace ya tres meses. Y también fue el primer periódico que destapó las gestiones de Tomás Díaz Ayuso con otras empresas que recibieron adjudicaciones a dedo de la Comunidad de Madrid. Lo publicamos hace más de un año.
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