Pedro Sánchez cierra la puerta a cambiar la ley que regula el Poder Judicial, como le exige ahora el PP, para que una parte de los jueces elijan a su órgano de gobierno como condición para renovarlo tras casi tres años en funciones. “El Congreso demostró ayer que no hay una mayoría parlamentaria que este alineada con las tesis del PP”, ha respondido el presidente en referencia al rechazo en el Parlamento a la iniciativa registrada por los conservadores como fórmula de presión al Gobierno para cambiar el sistema de elección del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Los socialistas rechazan esa medida, a pesar de que es una recomendación del Consejo de Europa, y abogan por mantener el actual sistema en el que las Cortes, por mayoría de tres quintos, designan a los vocales -doce de ellos propuestos por la propia carrera judicial-.
“No hay dos constituciones”, ha dicho Sánchez en una rueda de prensa en Nueva York tras reunirse con el secretario general de la OTAN en el marco de la cumbre de la ONU a la que se ha desplazado, aunque ha acortado su viaje por la crisis del volcán en La Palma. “Estamos viendo al principal partido de la oposición en clara insumisión constitucional”, ha expresado Sánchez sobre el bloqueo que Casado ha impuesto al Poder Judicial y otras instituciones, como el Defensor del Pueblo o el Tribunal Constitucional, entre otras.
La consigna de los socialistas es que el PP tiene que avenirse a renovar el Poder Judicial con las actuales reglas y se sienten avalados por el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, que presionó a España para que renueve cuanto antes el órgano de gobierno de los jueces. Aunque también abogó por una reforma del sistema de nombramientos, en el Gobierno subrayan que no estableció ningún plazo y que puso el énfasis en la necesidad de renovar el organismo cuanto antes.
Preguntado por la investigación que afecta al rey emérito y, en concreto, a la advertencia que le hizo la Fiscalía sobre la misma antes de que hiciera una regularización fiscal, según ha publicado El País, el presidente ha asegurado que “no hay ningún freno”. “No hay ningún trato de privilegio a ningún ciudadano, a ninguna persona se apellide como se apellide”, ha asegurado. “La Agencia Tributaria trabaja, la Fiscalía trabaja. Respetamos el trabajo. No hay ningún freno. El estado democrático funciona”, ha apostillado Sánchez.
La parte socialista del Gobierno intenta desligar los escándalos de Juan Carlos I de la institución monárquica. Cuando se conocieron las primeras investigaciones sobre la presunta fortuna opaca del exjefe del Estado, que Sánchez calificó de informaciones “inquietantes y perturbadoras”, el presidente aseguró que el rey Felipe VI había dado pasos en pro de la ejemplaridad y la transparencia y que se estaba trabajando en esa dirección. No obstante, más de un año después de aquellas palabras, no ha habido ningún avance. “Todos los pasos que demos en mayor ejemplaridad y transparencia los estamos trabajando con la Casa Real y, cuando llegue el momento, los conocerán”, ha contestado a los periodistas.
Sobre la imputación de Laya: “El Gobierno hizo lo que debía”
Sánchez ha defendido, además, la gestión que hizo el Gobierno al acoger al líder del Frente Polisario, Brahim Ghalli, y que ha provocado la imputación, entre otros, de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, aunque ha evitado decir si él autorizó esa operación. “Hay que recordar que hubo una petición humanitaria para salvar la vida a una persona que estaba a punto de morir. El Gobierno de España hizo lo que debía, que era dar una respuesta a esta petición humanitaria y lo hizo como debía, es decir, conforme a la ley”, ha defendido. “Las decisiones que se tomaron fueron conforme a derecho y estoy convencido de que los jueces así lo decidirán”, había anticipado esta mañana el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en una entrevista en Al Rojo Vivo (La Sexta).
Además, Sánchez ha celebrado la recomposición de las relaciones con Marruecos, que rompió relaciones diplomáticas con España tras esa decisión y que provocó una crisis en la frontera con Ceuta con la entrada de miles de personas procedentes del reino alauí. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, mantuvo este martes una conversación telefónica con su homólogo, Nasser Burita, y tiene previsto mantener un encuentro “próximamente”. El rey Mohamed VI dijo este verano que espera tener una nueva relación con España. “Estamos ante la gran oportunidad de restablecer no solo las buenas relaciones con Marruecos sino que podamos hacerlo de forma más sólida con nuevos fundamentos”, ha afirmado el presidente.
Sánchez ha comparecido ante los periodistas en la residencia del Embajador Representante Permanente de España ante las Naciones Unidas horas antes de pronunciar un discurso ante la Asamblea General en el que anunciará la donación de otras 22,5 millones de dosis de vacunas a terceros países: 7,5 millones irán destinados a América Latina y el Caribe (que se suman a los 7,5 millones que se han donado); 7,5 millones, a África subsahariana y países de la vecindad sur; y 7,5 millones se distribuirán a través de Covax.
“Somos de los países que más vacunas estamos donando al mundo: el séptimo a nivel mundial y el tercero de la UE en términos absolutos”, ha señalado. La donación de vacunas será uno de los ejes de su discurso y Sánchez también expondrá la contribución de España con 30 millones de euros al fondo de adaptación para la COP26.