Pedro Sánchez ha recordado que la responsabilidad sobre la celebración de las elecciones gallegas corresponde al Gobierno de la Xunta de Alberto Núñez Feijóo ante el brote de coronavirus que ha provocado el confinamiento de 70.000 personas en A Mariña (Lugo) y que hace sobrevolar la posibilidad de suspender los comicios. “Vivimos en un estado descentralizado, la gobernanza de la política sanitaria está en manos de las comunidades autónomas y quien tiene que ofrecer esa información y dar la transparencia que demandan los gallegos y gallegas es en este caso el presidente la Xunta”. Así ha contestado el presidente a la pregunta de si es seguro mantener la votación y si fue precipitada la convocatoria electoral del 12 de julio.
El brote de COVID-19 en esa zona de Lugo ha obligado a confinar a una parte de la población, aunque la Xunta lo ha hecho únicamente por cinco días. Los partidos han cuestionado esa decisión. Sin embargo, Sánchez no ha querido entrar en la polémica y se ha limitado a recordar que la competencia íntegra recae en las comunidades autónomas, como así lo exigieron los presidentes durante el estado de alarma. Feijóo fue uno de los primeros en pedir el levantamiento de esa medida excepcional en Galicia ante la cercanía de los comicios.
En una rueda de prensa junto a su homólogo portugués, Antònio Costa, Sánchez se ha mostrado “razonablemente optimista” sobre las posibilidades de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, para presidir el Eurogrupo. Aunque no ha querido “desvelar” nada sobre las negociaciones, ha asegurado que están “trabajando” y ha agradecido la respuesta que por ahora está obteniendo del resto de “colegas” europeos, no solo los gobiernos progresistas sino aquellos que están en manos del PP, según ha especificado.
Sánchez ha reconocido que esta es la “semana decisiva” dado que la votación se celebra el próximo 9 de julio. Calviño se enfrenta al ministro liberal de Finanzas de Luxemburgo, Pierre Gramegna, quien ya se postuló en 2017, y el ministro conservador irlandés, Pascale Donohoe. El primer ministro portugués ha reiterado su apoyo a la candidata española.
A una pregunta sobre la polémica suscitada por las críticas del portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, y del vicepresidente, Pablo Iglesias, a algunos periodistas por la cobertura del caso judicial en el que está involucrado por la destrucción de la tarjeta de móvil de su excolaboradora Dina Bousselham y, en concreto, al presentador de Antena 3 Vicente Vallés, el presidente ha evitado responder. Ahora bien, ha recordado que él mismo ha sido objeto de “críticas”, en algunas ocasiones “muy desfavorables”, por parte de los medios y “nunca ha hecho valoración”. “No voy a hacer valoraciones sobre, en este caso, un colega de Gobierno, el vicepresidente Iglesias.
Respecto a la celebración de la misa por las víctimas de la COVID-19 que la Iglesia ha organizado este lunes, Sánchez se ha limitado a decir que el Gobierno “va a estar presente en el funeral organizado por la conferencia episcopal” a través de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. El rey Felipe VI también acudirá. La Iglesia optó por celebrar un funeral con presencia del rey y representantes públicos diez días antes de la ceremonia civil que el Gobierno ha organizado para el próximo 16 de julio como un homenaje de Estado que contará con representación de distintas instituciones internacionales, además de los representantes parlamentarios y los presidentes autonómicos. El evento en el que el Ejecutivo empezó a trabajar antes de que acabara el estado de alarma y cuya fecha concreta se anunció a medidos de julio se celebrará en la Plaza de la Armería del Palacio Real.
El mes de julio es un mes para el acuerdo en la UE
Sánchez se ha reunido con el primer ministro portugués, Antònio Costa, en el marco de los contactos que va a mantener con algunos de sus homólogos europeos -entre ellos el italiano Guiseppe Conte, o los de Suecia y Holanda, que tienen una posición distinta a la de España- para la negociación de los fondos de reconstrucción de la UE. Ambos mandatarios coinciden en que el paquete que se abordará en la cumbre europea de los próximos 16 y 17 de julio debe ser “como mínimo” el planteamiento inicial de la Comisión Europea: 750.000 millones de euros (de los que 500.000 serían transferencias directas).
“Es fundamental que todos los dirigentes europeos seamos conscientes de que el mes de julio es un mes para el acuerdo”, ha expresado Sánchez, que apuesta por un “equilibrio” en el reparto de los fondos entre transferencias directas y préstamos. En cuanto a la condicionalidad, ha asegurado que tienen que estar vinculados a la digitalización, la transición ecológica o la capacitación del capital humano. Por su parte, Costa ha asegurado que la propuesta de la Comisión es “particularmente inteligente” porque no supone “ni un cheque en blanco ni una nueva troika”.
El presidente español ha aprovechado, además, para defender la PAC o la cohesión, que según ha advertido antes de la pandemia ya fueron puestos en cuestión por algunos gobiernos europeos. Sobre la Política Agraria Común, que es fundamental en España, ha asegurado que es “antigua pero goza de muy buena salud”. “Ahora mismo con la cohesión se puede abrir una gran oportunidad para responder al reto demográfico que España y Portugal tenemos por delante”, ha afirmado. En el mismo sentido se ha pronunciado el primer ministro de Portugal.
Sánchez y Costa han aprovechado para anunciar que a finales de septiembre o principios de octubre planean celebrar una cumbre hispano-lusa en la ciudad de Guarda, cercana a la frontera entre ambos países.