Pedro Sánchez se ha despedido del Senado con la última sesión de control antes de que se disuelvan las Cortes el próximo 5 de marzo con la bancada del PP abucheándole. Pero el principal enfrentamiento lo ha tenido esta vez el presidente con algunos de los que fueron sus socios en la moción de censura. El último Pleno en la Cámara Alta ha sido el primer 'cara a cara' de Sánchez con los independentistas tras la ruptura del diálogo con la Generalitat que condujo elecciones.
Moncloa decidió dar un ultimátum al Govern y desde entonces se mantuvo firme en marcar distancias con ERC y PDeCAT con el convencimiento de que el alejamiento le beneficiaba electoralmente. Fue entonces cuando el Gobierno dio por perdidos los Presupuestos. Sánchez ha mantenido en la última sesión de control su discurso, que culpa a los independentistas de la ruptura de las conversaciones. “Dijeron: o se habla de autodeterminación o no se habla de los Presupuestos que necesitan la mayoría de catalanes”, les ha reprochado el presidente.
“Nunca quisieron dialogar, tienen miedo a dialogar, quieren vivir de la crisis en Catalunya”, le ha dicho Sánchez al senador de ERC Joaquim Ayats. “Prefieren un Gobierno del PP en Madrid”, le ha espetado el presidente, que también ha acusado a los republicanos de seguir un “viaje a ninguna parte” motivada por su propia división: “Se tienen que enfrentar a sus propios fantasmas”, le ha dicho al ERC. “Van a ser devorados por ese tigre del independentismo”, le ha advertido tras referirse a la crisis que atravesó el PDeCAT.
“Quieren vivir del conflicto. Nosotros sí reconocemos y estimamos a la sociedad catalana”, le ha dicho al senador de ERC Joaquim Ayats, que le ha reprochado que el Gobierno rompiera el diálogo de manera “unilateral”. El parlamentario independentista le ha dicho que tiene la “sospecha” de que Moncloa persiguió un “juego electoral” y que decidió romper la negociación cuando pensó que le venía bien los comicios.
El otro enfrentamiento ha sido con el portavoz del PP, Ignacio Cosidó, que ha usado el mismo tono bronco de los últimos meses. Cosidó no ha dudado en volver a acusar al presidente sin pruebas de haber “comprometido el indulto” para los líderes del procés. “Con su promesa de indultos a los golpistas mancilla la democracia y el estado de derecho”, ha sentenciado.
Sánchez no ha querido entrar y ha mantenido el tono moderado que pretende tener en su campaña, presentada este martes con el lema 'La España que quieres'. “La política es ser útil es no crispar no insultar. El problema que tienen ustedes no es cómo gobierna el PSOE, es que gobierne el PSOE. Tienen un sentido patrimonialista del poder y así les va. Así le va a usted señor Cosidó”, le ha dicho en referencia a su involucración en la Operación Kitchen, que sitúa a la cúpula policial involucrada en investigaciones dentro del PP.
Tampoco Unidos Podemos, que ha sido el socio preferente de Sánchez en su mandato, le ha dado aire en esta sesión y le ha afeado que no haya “estado a la altura” del cargo por haber cedido a las presiones, según la senadora Pilar Garrido, en temas como la vivienda. También le ha preguntado qué pensarán los padres de migrantes que se han reagrupado en España y que siguen sin tener derecho a la sanidad. Sánchez no ha contestado a esa cuestión en concreto, pero sí ha reivindicado el trabajo que ha hecho en estos ocho meses.
“Pese a las discrepancias que tenemos por la proximidad de las elecciones, agradezco la voluntad para que nos hayamos podido entender”, se ha despedido Sánchez de Unidos Podemos en el Senado, donde este martes ha tomado posesión el sustituto de Ramón Espinar.