Pedro Sánchez evita dar importancia al reencuentro de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras en Waterloo, donde se han reencontrado cuatro años después tras los indultos a los líderes independentistas que se quedaron en España y fueron juzgados en el Tribunal Supremo. El presidente no ha querido entrar en las palabras del líder de ERC, que aseguró en Estrasburgo que sigue habiendo “represión” en España y ha pedido al Govern que se centre en los problemas cotidianos de los catalanes, así como en abrir un diálogo con la parte no independentista de Catalunya. “No nos merecemos seguir anclados en el año 2017”, ha respondido sobre la foto del expresidente Puigdemont y su exvicepresidente Junqueras, aunque no lo ha mencionado explícitamente.
En una rueda de prensa en Riga, en el marco de la gira por los países bálticos que inició este martes, Sánchez ha insistido en la determinación de su Gobierno por el “reencuentro” con Catalunya y “superar” lo que ocurrió en 2017 con la quiebra total que llevó a la declaración unilateral de independencia, que ha descrito como un “desgarro”. El presidente ha recordado que los indultos van en esa dirección y ha pedido a los independentistas que aprendan la lección de aquel momento. Así, ha reiterado que es necesario “mirar hacia adelante” y que la “clave” del nuevo Govern es “abrir un diálogo” con la parte no independentista de Catalunya.
“Queremos lanzar un mensaje a toda la ciudadanía catalana es que nos necesitamos todos”, ha enfatizado Sánchez, que ha pedido al Govern de Pere Aragonès que se centre en los problemas y preocupaciones del día a día de la población, entre los que ha señalado la vacunación, la salud, el trabajo o incluso si podrán irse de vacaciones. Es en eso en lo que quiere trabajar con la Generalitat. “El Govern tiene todo el apoyo del Gobierno español para superar juntos un drama que es la calamidad del covid”, ha señalado.
Antes de su comparecencia junto al primer ministro letón, Arturs KrišjÄnis KariÅš, Sánchez ha participado en un homenaje floral a los caídos en el que ha estado presente una estelada que portaban dos personas que se han acercado a los alrededores de la ceremonia militar y que la han mantenido desplegada en tiempo que ha durado el acto, pero no han dicho nada y al acabarse han marchado. En Moncloa tachan de anécdota lo ocurrido. El independentismo catalán ha conseguido simpatías en Letonia. El diputado Boriss CileviÄs país impulsó un dictamen en el Consejo de Europa que abogaba por los indultos a los líderes independentistas así como la reforma de los tipos penales relativos a la rebelión y la sedición “para que no permitan reinterpretar la despenalización de la organización de un referéndum ilegal, pretendida por el Legislativo cuando abolió este delito específico en 2005, o dar lugar a sanciones desproporcionadas para transgresiones no violentas”, según figuraba en el texto.
Sin embargo, el primer ministro letón ha evitado pronunciarse sobre el conflicto territorial en España. “En cada país hay procesos que desde fuera se pueden interpretar de formas diferentes”, ha comenzado en su respuesta a los periodistas españoles. “Pienso que el tema de Catalunya es un tema interno de España y nosotros respetamos la actitud del Gobierno de España y consideramos que es el tema interior de resolver de forma interior y yo como primer ministro de otro Gobierno no pienso dar recomendaciones de como solucionar esta situación”, ha afirmado.
Sánchez minimiza el efecto de los rebrotes
Respecto al aumento de los contagios, Sánchez ha minimizado sus efectos en la campaña de verano. El presidente del Gobierno ha asegurado que “gracias a la vacunación” la situación “va mejor” como demuestra, según ha explicado, que la UE haya revisado al alza las previsiones de crecimiento para España. “El crecimiento económico está ahí”; ha subrayado. El presidente ya descartó este martes endurecer desde el Gobierno las restricciones a través, por ejemplo, del toque de queda, y aseguró que las comunidades tienen herramientas suficientes para afrontar la recta final de la pandemia.
Sánchez descartó este martes aplicar medidas más duras para frenar los contagios, como el toque de queda, y aseguró que las comunidades, a las que corresponde la gestión de la pandemia, tienen mecanismos para encarar los rebrotes y ha explicado que Sanidad ha puesto a disposición de los gobiernos autonómicos cinco millones de test de antígenos para hacer cribados masivos ante el incremento en la población juvenil así como a los rastreadores militares.