Santamaría recuerda a Mas que cuando no está Rajoy ella es la presidenta

Soraya Sáenz de Santamaría ha dejado bien claro a Artur Mas que quien preside el Gobierno cuando Mariano Rajoy está fuera de España es ella y que no necesita avisarlo por escrito por cuestiones de protocolo. Esa ha sido su respuesta al president de la Generalitat después del plante por no poder clausurar un acto en Barcelona con la patronal la noche del jueves. La vicepresidenta ha insistido en que ella se limitó a asistir a un acto importante de empresarios y que quien tiene que dar explicaciones por no acudir es Mas. El president se ha excusado con que estaba en juego nada menos que “salvar la dignidad y el prestigio” de Cataluña.

Dado que los protocolos están regidos y el viaje de Rajoy a la cumbre de Panamá se conoce desde hace meses, todo hace pensar que esta pelea viene bien a ambos gobiernos para que quede clara su distancia. Fuentes de la vicepresidencia insistían en que ella no se había preocupado ni siquiera del posible conflicto porque bastante tenía con preparar su intervención. “¡Pero si yo obedezco! Yo les dejo el trabajo a los profesionales del protocolo, que saben de esto y marcan la norma”, ha llegado a asegurar.

Sea cierto o no, la estrategia del Gobierno y del PP pasan por subrayar que ellos también son Gobierno en Cataluña y no van a desaprovechar ninguna ocasión para ponerlo de manifiesto. Mucho menos ante una parte del empresariado catalán. La número dos de Rajoy ha dicho claramente que para el Ejecutivo “era importante estar ahí” y que le fue útil conocer de primera mano lo que piensan los empresarios y cómo ven el proceso independentista: “Por lo que pude ver el jueves en Barcelona, he de apelar a la estabilidad y a no generar preocupación por procesos que se promueven pero no se sabe cómo acaban”.

Silencio sobre la destitución del responsable de investigar el caso Bárcenas

El caso es que el nuevo episodio de agravios entre el Gobierno y Mas ha copado la mayor parte de las preguntas durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Eso ha permitido que la vicepresidenta no tuviese que contestar sobre la destitución del comisario que investiga los casos de Gürtel y Luis Bárcenas. El nuevo cambio en la cúpula policial se difundió a los medios a través de una nota de prensa enviada después de las nueve de la noche. Sáenz de Santamaría no se ha visto en el apuro de tener que explicarlo.

El careo entre el extesorero del PP y Mª Dolores de Cospedal que estaba teniendo lugar al mismo tiempo en Toledo tampoco ha supuesto un problema. La vicepresidenta ha dicho que el extesorero no estaba declarando nada nuevo y que la honorabilidad de Rajoy está fuera de duda. Los parados a los que acusó una semana antes de fraude por trabajar en negro y cobrar la prestación tampoco han merecido mucha aclaración. Ella ha insistido en que no ha ofendido “a la mayoría que cobran el paro porque han perdido el empleo y han adquirido ese derecho”. El resto, “incumple la ley”. Santamaría no ha hecho más distinciones entre inspección de irregularidades o cobro fraudulento ni quiso pedir disculpas a los afectados por haber mezclado los datos.