Los máximos responsables de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) han defendido este lunes ante el rey las medidas de higiene y prevención frente al coronavirus que las diversas compañías han puesto en marcha y se han mostrado convencidos de que con ellas se garantiza un viaje seguro en avión.
Felipe VI ha analizado las consecuencias de la pandemia en este sector en una videoconferencia con el presidente de ALA y director general de easyJet, Javier Gándara, y sus dos vicepresidentes: Luis Gallego (presidente ejecutivo de Iberia) y Javier Hidalgo (CEO de Globalia).
Una conversación que ha coincidido con la polémica generada por la alta ocupación de un vuelo operado por Iberia Express el pasado domingo entre Madrid y Gran Canaria.
La Guardia Civil ha denunciado a la compañía por entender que podría haber incumplido el real decreto que regula el estado de alarma al no poder mantener los pasajeros una distancia de seguridad.
Aunque sin referirse a este hecho concreto, Zarzuela ha informado de que, en su conversación con el rey, los máximos representantes de ALA han recalcado que el sector está comprometido con la seguridad de los pasajeros y que su bienestar y su salud es su principal objetivo.
Han añadido que las compañías aéreas han reforzado las medidas de higiene y prevención frente al coronavirus para garantizar un viaje seguro en avión.
Un transporte colectivo que han hecho hincapié en que es el más seguro, incluso en tiempos de la COVID-19, por su sistema particular de circulación del aire que se renueva cada dos o tres minutos y que se limpia a través de unos filtros HEPA que eliminan el 99,9 por ciento de las bacterias y virus del aire recirculado
Además de hacer esa defensa de las medidas puestas en marcha, los responsables del sector han lamentado que la crisis sanitaria haya dejado a las compañías en una situación de difícil supervivencia.
El tráfico aéreo se ha reducido en un 95 por ciento, lo que ha obligado a dejar en tierra a la mayor parte de sus aviones y pone en riesgo 900.000 empleos ante una caída de ingresos de alrededor de 15.000 millones de euros por la pérdida de casi 114 millones de pasajeros.
Una situación que calculan que tendría un impacto en el PIB nacional de hasta 55.000 millones de euros, lo que equivaldría a un descenso del 4,41 por ciento.
El presidente de ALA ha ensalzado el valor del transporte aéreo en España, que es fundamental para el desarrollo del turismo, emplea al 13 por ciento de la población y representa más del 12 por ciento del PIB.
Consideran fundamental garantizar el futuro de las compañías aéreas y, por ello, plantean la necesidad urgente de medidas de apoyo al sector como facilitar acceso a la liquidez necesaria para superar este periodo sin ingresos.
También estiman vital la prolongación de los expedientes de regulación temporal de empleo por fuerza mayor y proponen la exención temporal de tasas aeroportuarias y de navegación aérea.
Al mismo tiempo, los representantes de ALA han resaltado la contribución del sector en el plan de repatriación de españoles que se encontraban en el extranjero y en su participación en los corredores aéreos sanitarios para procurar la provisión de mascarillas y demás material sanitario de protección.