Los seguidores de la ultraderechista Marine Le Pen y del conservador François Fillon son los más belicosos en las redes sociales y los que, a semejanza de la campaña de Donald Trump, más términos despectivos han propagado contra la prensa tradicional y rivales políticos.
Para David Chavalarias, propulsor de un sistema que analiza el peso de las comunidades políticas en Twitter, la campaña de los comicios franceses tiene rasgos semejantes a la de Estados Unidos de 2016, con la victoria sorpresa del republicano Donald Trump frente a la demócrata Hillary Clinton.
Puso como ejemplo la propagación entre las comunidades de Fillon y Le Pen del término “merdias” (juego de palabras en francés que conjuga “medias” y “mierda”), que busca asociar a los medios tradicionales con la mentira.
“Su agravamiento es un síntoma”, apreció el investigador del Centro Nacional Francés de Investigaciones Científicas (CNRS) Chavalarias, quien evocó que este término se acuñó en febrero, cuando comenzaron los problemas de Fillon y Le Pen con la Justicia por sendos casos de malversación de fondos públicos.
También mentó las invectivas que circularon contra el alcalde de Burdeos Alain Juppé, a quien situaron el pasado marzo como sustituto de emergencia por los problemas judiciales de Fillon.
La campaña “Ali Juppé”, que relacionaba al político con el islamismo, mezclaba “intoxicación informativa y calumnia”, constató Chavalarias, quien recordó que la campaña anti-Juppé ya se había creado a finales de 2016, cuando se celebraron las primarias del centro-derecha ganadas por Fillon.
Según Arnaud Mercier, también investigador del CNRS y especializado en comunicación y política, Francia “no asiste” al mismo fenómeno que Estados Unidos en la campaña de 2016.
“Los medios tradicionales para la propaganda política siguen teniendo peso, como vimos en el caso de (Jean-Luc) Mélenchon. Su crecimiento en las encuestas se inició con el primer debate presidencial televisado entre los cinco principales candidatos”, contó.
No obstante, en un contexto tan disputado como el actual, “las redes sociales pueden marcar la diferencia”, reconoció Mercier.
Twitter, Facebook o Youtube son canales frecuentemente utilizados por los cinco principales candidatos y, entre ellos, Mélenchon es el considerado como el “más innovador”.
El uso de hologramas en sus mítines ha supuesto una revolución. El pasado martes, estuvo físicamente en Dijon (centro de Francia), pero gracias a esta técnica su imagen se replicó en otras seis ciudades francesas, una de ellas en el departamento de ultramar de la Reunión, a unos 9.000 kilómetros de distancia.
Pero también ha marcado un punto de inflexión el uso que hace de Youtube, canal donde cuenta con casi 280.000 abonados -más que ningún otro candidato- y en el que se muestra más cercano jugando con los mismos códigos de los “youtubers” más consagrados.
Aunque Le Pen es líder destacada en seguidores en Twitter (1,37 millones) y en Facebook (casi 1,3 millones), el investigador Mercier también destacó el uso que Macron, de 39 años, hace de internet.
“No le queda otra que hacerse fuerte en las redes sociales, porque Melénchon y Le Pen las llevan cultivando años. Él es fuerte en dinamizar”, opinó.
De acuerdo a las encuestas, en torno a un 30 % de quienes irán a votar aún no decidieron a quién. ¿Las redes sociales pueden convencerles? Para Mercier, no en el caso de los electores con más de 65 años (al menos un 25 % del electorado), pues apenas las utilizan.