“Las elecciones celebradas el domingo me revelan claramente que no tengo hoy el amor de mi pueblo. Mi conciencia me dice que ese desvío no será definitivo, porque procuré siempre servir a España, puesto el único afán en el interés público hasta en las más críticas coyunturas. Un rey puede equivocarse, y sin duda erré yo alguna vez; pero sé bien que nuestra patria se mostró en todo tiempo generosa ante las culpas sin malicia.
Soy el rey de todos los españoles, y también un español. Hallaría medios sobrados para mantener mis regias prerrogativas, en eficaz forcejeo con quienes las combaten. Pero, resueltamente, quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra otro en fratricida guerra civil. No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósito acumulado por la Historia, de cuya custodia ha de pedirme un día cuenta rigurosa...“.
Este fue un extracto de la carta del rey Alfonso XIII, publicada en el diario ABC el 17 de abril, que daba por concluido el proceso que llevaría a España a constituir la Segunda República y dejar atrás la monarquía del abuelo del rey Juan Carlos. Durante los días previos e inmediatamente posteriores a las elecciones del 12 de abril, hasta que no se supieron los resultados, la prensa de la época no parecía consciente del tremendo shock institucional que la sociedad española viviría tras la celebración de unas simples elecciones municipales. No fue hasta la proclamación de la República el día 14 de abril, con el hecho consumado, cuando se hizo una realidad en la prensa coetánea.
Uno de los primeros en constatar la importancia del resultado de las elecciones en el modelo de estado fue El Heraldo de Madrid, recientemente reeditado con la colaboración de varios medios. El diario recibía la noticia de la llegada de la república con el lógico entusiasmo que cabría esperar si se conocía su militante línea editorial republicana. “En el gran plebiscito de ayer España votó por la república”.
La Puerta del Sol abarrotada, esa imagen que hoy ya nos resulta familiar, fue la que llevó el diario ABC en su primera el día 15 de abril, tras la proclamación de la república. El diario monárquico publicaba una galería fotográfica con el nuevo gobierno provisional de la república formado por Niceto Alcalá Zamora como presidente, y ministros ilustres como Manuel Azaña, Miguel Maura o Fernando de los Ríos. La llegada de la república no fue aceptada por todos los medios conservadores y monárquicos, pero entre la prensa de la época destaca mucho un editorial del diario católico La Cruz del día 15 de abril de 1931. En el texto se muestra de manera intachable cómo acepta de manera democrática el nuevo devenir de la política y la sociedad española a pesar de estar radicalmente en contra de sus valores.
La Mujer al servicio de la república
La revista Estampa del día 25 de abril de 1931 llevaba en portada a Victoria Kent y un titular poderoso para la época, “La mujer al servicio de la república”. Una declaración de intenciones del papel preponderante que la mujer tendría por primera vez en la vida política española. El reportaje gráfico titulado “Cómo han colaborado las mujeres españolas en la proclamación de la Segunda República” era una loa a la vital implicación de la mujer en los asuntos políticos que antes se le tenían prohibidos. “Mujeres del pueblo, muchachas de la clase media, empleadas y universitarias, las que, netamente, representan a la mujer española moderna se lanzaron a la lucha electoral -del mitin al reparto de candidaturas- con la fe y el entusiasmo que, hasta hoy, sólo ponían los hombres”.
La misma revista Estampa, una semana antes, llevaba en uno de sus artículos el noticioso hecho de la primera mujer con un cargo público. Se trataba de Victoria Kent y su nombramiento como directora general de prisiones. La entrevista con la que la periodista Josefina (Pepita) Carabias debutó en su profesión, otra pionera en su campo, resulta imprescindible para entender el incipiente y vital papel que la mujer realizaría en la República. La respuesta de Victoria Kent a una pregunta de Josefina Carabias evidencia ese importante rol.
La prensa satírica (Esquella de la Torratxa)
La Esquella de la Torratxa
, un semanario satírico catalán que nació en el año 1872, tenía un línea editorial catalanista y republicana, que mantuvo hasta el fin de sus días en el año 1939. Su beligerancia con el bando nacional facilitó su desaparición. La portada que el semanario llevaba el 25 de abril de 1931 aludía a la añoranza que el rey Alfonso XIII debía de sentir desde su exilio de Paris con los millones de dólares que se había llevado en su huida por el puerto de Cartagena.
El semanario catalán hacía un repaso de la caricaturización que sufría el rey Alfonso XII y Miguel Primo de Rivera en los diarios internacionales, la recopilación de las viñetas incluía imágenes del diario Kladeraadaats de Berlín, el Groenne Amsterdammer, de Amsterdam, o el The London Daily express. En ellas aparece en multitud de ocasiones el rey Alfonso XIII pidiendo ayuda a sus colegas regios para torear los miuras de la revolución republicana.