Jesús Sepúlveda fue el mayor damnificado de la declaración de Francisco Correa. El cabecilla de la Gürtel disparó contra todos, pero el ex marido de Ana Mato se llevó más balas que nadie. A lo largo de sus tres días de declaración a mediados de octubre, Correa dijo que había atendido a los caprichos automovilísticos de Sepúlveda, le había regalado viajes al matrimonio, había pagado las comuniones y fiestas de cumpleaños de sus hijos y parte de su campaña electoral para ser alcalde de Pozuelo de Alarcón.
El exalcalde de Pozuelo de Alarcón ha tenido que esperar hasta este martes para defenderse de esas acusaciones. Sepúlveda, que se enfrenta a una petición de condena por parte de la Fiscalía de 15 años, ha reconocido algunos de esos regalos y ha intentado convencer al tribunal de que se debían a la amistad entre ambos. Pero sus versiones, en muchos puntos, discrepan.
Sepúlveda ha explicado al tribunal que conoció a Correa en el año 1993, cuando éste empezó a trabajar para el partido: “Empezó a organizar actos para el partido, y como responsable electoral le conocí”. “Con el roce” de los viajes que ambos hacían a las ciudades donde el PP tenía actos, “empezó una relación de amistad”.
La Fiscalía cree que gracias a esa amistad, Correa consiguió hacerse con la organización de más actos para el PP y pagó a Sepúlveda por ello. También medió para que se adjudicasen contratos a constructoras en Pozuelo de Alarcón a cambio de comisiones que se repartía con el exmarido de Mato.
Correa reconoció durante su declaración parte de esos pagos, pero no todos. Dijo que le había pagado en negro 18.000 euros, y que los otros pagos bajo las siglas “JS” de su contabilidad eran al asesor de Álvaro Pérez 'El Bigotes', aunque no pudo explicar cómo los distinguía en los papeles de su caja B..
Sepúlveda, por el contrario, ha negado los pagos reconocidos y los no reconocidos por Correa. Ha asegurado que nunca recibió dinero en efectivo de la Gürtel y menos de parte de Álvaro Pérez, como asegura el escrito de acusación. “Correa y yo nos veíamos si no todos los días, muchos días a la semana, si quisiera darme esa cantidad me la hubiese dado él”, ha argumentado.
Viajes a cuenta de la caja B de Correa
El cabecilla de Gürtel dijo que parte de las “atenciones” que tuvo con Sepúlveda y Mato fueron regalos en forma de viajes: “Como era un buen cliente mío y teníamos unos grandes beneficios de las campañas, yo quería regalarle a este señor los viajes porque era una cuenta muy rentable para la empresa”.
Según Correa, el matrimonio dejaba en Pasadena Viajes la cuenta del viaje y él se encargaba de poner el dinero. “Ellos los pedían a la agencia de viajes, dejaban allí la cuenta y luego yo los regularizaba, a veces con mi caja B, a veces de mi beneficio de la campaña electoral”, aseguró.
Pero la versión de Sepúlveda es distinta. Ha reconocido que no abonó parte de los viajes porque era Correa quien le decía que a la agencia no le iban a costar nada, no porque los pidiera el matrimonio. “Hay algunos viajes que tengo la posibilidad de que no me cuesten nada, los otros los pagué”, ha dicho, pero ha añadido que no dispone de documentación que justifique esos pagos. No le daban factura y él no la pedía.
Además del dinero en efectivo y los viajes, Correa también dijo que había pagado comuniones y fiestas de cumpleaños a Sepúlveda y Mato. “Le hicimos algunas atenciones que se han dado alguna importancia, el cumpleaños del niño, la comunión, cosas que no nos costaban dinero: mandar un payaso, unos globos, un castillo…”, relató con tranquilidad el líder de la trama.
De nuevo los recuerdos de uno y otro no coinciden. El exalcalde de Pozuelo sí que reconoce que Correa pagó parte de la celebración del cumpleaños de su hija, pero dice que solo fueron “unos globos”. La comunión, sin embargo, dice que la pagaron él y su exmujer, no la trama Gürtel: “Fue una comida familiar y la pagamos nosotros”.
El cabecilla de la trama también explicó al tribunal que contribuyó con dinero en efectivo a la campaña del PP en Pozuelo de Alarcón: “Le di unos 120.000 o 150.000 euros en efectivo a Jesús Sepúlveda para que organizara la campaña. Se lo entregué yo personalmente en efectivo. No me acuerdo dónde. Iría yo a Pozuelo y dejaría el sobre”.
Sepúlveda ha negado tajantemente esta afirmación. Dice que no recibió nada de dinero en efectivo para la campaña y que Correa sólo amuebló la sede: “El señor Correa hizo que se instalaran una serie de muebles, sillas y mesas básicamente, él los puso, no sé si sería suyo, él lo instaló para tener en la sede muebles, para poder estar”.
Dos Range Rover y un Jaguar
Las versiones de ambos se distancias completamente cuando hablan de los coches. Correa dijo que le había regalado tres coches: “El primero un Range Rover, de color blanco, lo traje de Barcelona. Costó medio millón de pesetas, de tercera mano, un jeep para andar por la playa. El segundo coche fue un Jaguar. Y el tercero, cuando fue alcalde, le di el dinero en efectivo y él hizo un renting para un Range Rover”.
El exmarido de Ana Mato lo niega todo y da una versión muy distinta. Dice que Correa le pagó el Jaguar para hacerle un favor y ahorrarle el IVA, pero que él le devolvió el dinero. Le dio un BWM que tenía y pidió un crédito de 18.000 euros para darle el resto del dinero.
Niega también el regalo del Range Rover del que, según Correa, se encaprichó. “Él me dijo,'me apetece tener un Range Rover' y yo le dije, pues te lo compro. Yo le di el dinero en efectivo pero yo creo que él hizo un renting o un leasing o algo”, dijo el cabecilla de Gürtel.
Sepúlveda ha admitido que ese modelo siempre le gustó mucho, pero ha negado que fuese un regalo. Según su versión, acudió a una empresa de renting y pagó una entrada de 17.000 euros. Luego estuvo pagando mensualidades de 1.300 euros.
Sobre el tercer coche no hay respuestas. La fiscal Concepción Sabadell no ha podido preguntarle porque se ha negado a contestar a sus preguntas, como ha hecho durante toda la fase de instrucción.
Con la declaración de Sepúlveda, queda claro que las versiones de los dos amigos no terminan de cuadrar. De hecho, puede que esa amistad ya no se mantenga, porque el exalcalde le ha dejado hoy un recado a Correa durante su declaración.
Ha contado al juez que cuando fue alcalde le llegaron voces que decían que “el señor Correa alardeaba de que controlaba los municipios del noroeste de Madrid” y que para contratar allí “había que pasar por él”. Sepúlveda, además de negar esta afirmación, viene a apoyar los ataques que lanzó Luis Bárcenas contra el cabecilla de Gürtel de ambos: que se le subieron a la cabeza sus relaciones con el PP.