Los aliados parlamentarios del Gobierno de coalición no ocultan su estupor por la gestión que PSOE y Unidas Podemos están haciendo de la crisis política de la ley del 'solo sí es sí'. La convicción de que la ley tiene que ser reformada para frenar el incesante número de rebajas de condenas a agresores sexuales es unánime entre grupos como el PNV, EH Bildu, ERC o Compromís, aunque todos creen que la propuesta unilateral que el PSOE ha registrado en el Congreso sitúa al conjunto de la izquierda ante un callejón sin salida para lo que queda de legislatura.
“Las derechas están utilizando este tema para meter cizaña y vemos al Gobierno cayendo en esa trampa”, reflexiona el diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu. En la formación política vasca están convencidos de que PSOE y Unidas Podemos no se pueden permitir dar el paso de romper la coalición, aunque opinan que una fractura de los socios en un asunto tan delicado como el de las políticas de igualdad podría marcar el devenir de la legislatura. “No creemos que se vaya a romper pero puede enrarecer mucho el ambiente. No sería bueno ni para el PSOE, ni para Unidas Podemos, ni para la izquierda en su conjunto”, opina Iñarritu.
Para el diputado de Compromís Joan Baldoví, el escenario de que la reforma de una ley tan emblemática salga adelante solo con el apoyo del PP también significaría llevar la legislatura al precipicio. “Sacarla adelante con la derecha es suicida para el PSOE, para Unidas Podemos y, de rebote, para toda la izquierda”, apunta Baldoví, que asegura estar sorprendido por la virulencia alcanzada en el enfrentamiento entre socios. “No temo una ruptura porque no interesa a ninguno, pero sí me sorprende la inconsciencia de estar atizándose así en público en vez de estar vendiendo lo que hemos hecho bien entre todos”, critica antes de resumir a la valenciana el momento de la coalición. “Es como una mascletá que no deja escuchar el concierto de una orquesta que debería sonar afinada”.
La amenaza es que el choque entre los partidos del Gobierno a cuenta de la ley de libertad sexual enturbie la convivencia en lo que queda de mandato y lastre las opciones de sacar adelante reformas pendientes como la ley de vivienda, las pensiones o la ley mordaza. Ya este jueves se vivió una votación al límite en el Congreso para aprobar la ley de bienestar animal después de que el PSOE y Unidas Podemos llevasen hasta el final sus diferencias sobre la protección a los perros de caza. Fue el grupo confederal el que acabó cediendo ante la postura de los socialistas, salvando in extremis el conjunto de una norma que excluirá a los canes utilizados en actividades cinegéticas.
Creen los aliados del Ejecutivo que situaciones tan tensas como esta se pueden suceder a partir ahora por la cercanía de las elecciones. “Yo creo que el ambiente preelectoral está afectando al Gobierno de coalición”, opina Jon Iñarritu, que piensa que el PSOE ha puesto “pie en pared” con algunos temas que han localizado que les restan de cara a su electorado. Para Baldoví, esa cercanía de las urnas impregna incluso las declaraciones públicas del Ejecutivo. “Algunos ministros parecen más interesados en reforzarse en clave interna que en pensar en lo común y desde la periferia observamos con estupor ese nivel de irresponsabilidad”, apunta.
Inmerso en la precampaña de las autonómicas valencianas como candidato a la Generalitat, el diputado de Compromís hace un llamamiento a la “sensatez” de todos para tapar cuanto antes la sangría de las dos últimas semanas. “Si no hay una solución rápida el ambiente va a estar enrarecido. No podemos ir a las urnas con este nivel de ruido ni poniéndoselo tan fácil a la derecha. Feijóo lleva diez días nadando de espaldas y le va bien hasta confundir los Goya con los Oscar”, razona, antes de concluir: “Si el PSOE no se pone de acuerdo con Podemos y saca la reforma con el PP deja la legislatura muy tocada. Sonaría a fin de ciclo”.
Las sensaciones son idénticas en el PNV y en ERC. Los dos socios más importantes del Gobierno por su tamaño en el Congreso están habituados a las pugnas al interior de la coalición, que les han reprochado en público y en privado no pocas ocasiones, pero muestran una preocupación especial tras lo ocurrido esta semana por dos motivos: por un lado consideran que esta ley es especialmente delicada por todo lo que implica para las víctimas. Por otro, temen que en un año de efervescencia electoral situaciones como esta se sigan repitiendo en los próximos meses. “Lo hemos visto durante toda la legislatura, pero tiene que ver con que en este país nos falta cultura de la coalición”, analiza el portavoz republicano, Gabriel Rufián.
Su grupo estuvo a punto de distanciarse del Ejecutivo esta semana en la votación de la ley de bienestar animal. Mantuvo el pulso hasta el último momento para hacer presión al PSOE con la intención de que incluyera a los perros de caza en la protección de la ley. Durante la defensa de su postura en la tribuna, el diputado de ERC Joan Capdevila i Esteve recriminó al Ejecutivo que acudiese al Congreso sin solventar primero sus diferencias.
“A menudo nos hemos visto atrapados en un modo de juicio, de decisión salomónica. Y nuestro papel en la disputa entre Unidas Podemos y PSOE por ver quién se apoderaba del relato y sujetos demasiado a la dictadura de los spin doctors, esa gente tan lista que acaban de olvidar el objeto de la ley. Pugnando por mostrar no quién mata la ley sino a quién culpamos de matar la ley. El resto de socios íbamos poniendo el oxígeno, alargando plazos para que se pusieran de acuerdo”, lamentó.
Rufián confía en que haya un acuerdo finalmente por la ley del 'solo sí es sí' pero pide precisamente bajar el ruido para que la negociación se dé en buenos términos. “Estamos para mejorar la agenda legislativa del Gobierno. No vamos a entrar en guerras de coalición. Todos sabemos que hay un año electoral, que hay encuestas, hay temas por los que se pregunta a la ciudadanía y a partir de ahí todo el mundo se pone nervioso”, dijo el martes pasado en una rueda de prensa en el Congreso.
Una salida pactada
El diputado catalán espera que la negociación se dé y que aterrice en buenos términos, pero advierte, de cara al futuro, que si la política española no avanza en esa “cultura de la coalición”, el escenario que se plantea puede ser difícil, porque aunque gobierne, pronostica, la derecha tampoco podrá formar un ejecutivo monocolor. Su formación política, de hecho, también acaba de pasar el trance de una ruptura de coalición en la Generalitat catalana con sus socios de Junts.
La sensación es parecida en el PNV, que se siente poco escuchado. “De nada han servido las sugerencias que, desde partidos como el nuestro, con experiencia en gobiernos de coalición, hemos hecho”, explican fuentes de la formación sobre la “tónica habitual” que ha seguido el Gobierno, mostrando públicamente sus diferencias y debatiendo en los medios de comunicación.
El PNV cree que la última pelea de la coalición es una de tantas de las que han vivido a lo largo de la legislatura, pero atienden a este momento con especial preocupación por tratarse de un asunto “delicado e importante”, que no debería ser utilizado, dicen “para fortalecer posiciones partidistas” en un escenario preelectoral. “No descartamos ninguna posibilidad”, advierten en la formación jeltzale, sobre si esta crisis puede ser terminal para la coalición.
“Si lo quieren convertir en una leche ideológica entre ambos me parece delicado porque con esto no se debería jugar”, dijo su portavoz, Aitor Esteban, en una entrevista este jueves en ETB. “Me parece una vergüenza y no ayuda a tranquilizar el debate ni a mejorar lo que se tenga que mejorar que estén continuamente atacándose en los medios las partes del Gobierno”, añadió. A Esteban le preocupa especialmente que el Gobierno cierre debido al proceso electoral la agenda legislativa y entierre asuntos como la ley del CNI o la de secretos oficiales.
El portavoz del grupo vasco considera que el Gobierno va a abrir algunas carpetas, las que le sean de más interés a la coalición, pero teme que de esas carpetas salgan asuntos “muy ideológicos” que puedan abrir más diferencias. “El que más banderas va a sacar ahora es Podemos, como una manera de hacerse visible e ideologizar el debate”, insistió Esteban, que alertó de las consecuencias políticas que puede acarrear “excitar los ánimos” de cara a la campaña electoral.
De momento, el PNV ha hecho un primer gesto hacia el PSOE para facilitar la tramitación de la reforma de la ley del 'solo sí es sí'. Esteban anunció ayer que su grupo votaría a favor de la admisión a trámite de la norma cuando llegue al Pleno del Congreso y avanzó que ven con buenos ojos el texto de los socialistas. “Estamos a favor de la ley, creemos que este aspecto penal era un porcentaje pequeño, pero no entendemos el empecinamiento de la ministra Montero en decir que no hubo un error en la ley, claro que lo hubo”, dijo el portavoz. A su entender, y tras consultar a diferentes expertos, la proposición de los socialistas puede ser buena porque mantiene el consentimiento y porque no se vuelve al modelo anterior con dos tipos diferenciados en función de si hubo o no violencia o intimidación.
Más País tiene los mismos reproches sobre cómo las dos partes del Gobierno han convertido esta ley en un “caballo de batalla”. “El procedimiento ha sido un despropósito”, explicó Iñigo Errejón en una rueda de prensa esta semana, en la que alertó del daño que está haciendo esta discusión al movimiento feminista. “No puede ser un caballo de batalla, tiene que parar y es suficientemente importante como para que el Gobierno consensúe una propuesta y reduzca el ruido”, opinó. De cara al futuro, dijo en declaraciones a los medios este jueves, “en lo que se pueda avanzar se debe avanzar y en lo que no, prudencia, mesura y acuerdo”. “Queremos poder tener un debate de Estado, no de discusión entre partido”, reclamó.
Fuentes de Más País trasladan que el Gobierno debe ser “responsable” y traer un “acuerdo”. La formación cree que tanto Unidas Podemos como el PSOE tienen claro que pueden contar con el bloque de la investidura, y en particular con el partido de Errejón, para salir “del laberinto” en el que se han ido encerrando con esta ley.
De cómo quede zanjada la crisis del 'solo sí es sí' dependerá, en gran medida, el futuro de la legislatura y las posibilidades de la izquierda para el ciclo electoral en ciernes. El PSOE, con prisas por cerrar la herida, solicitó este viernes la tramitación de urgencia de su proposición de ley, un paso que reduciría los tiempos de tramitación parlamentaria y, por tanto, también de negociación.