Solo el 8,4% de los españoles que viven en el extranjero han solicitado el voto rogado para las elecciones generales del próximo 28 de abril. Son 176.547 personas de las 2.099.336 registradas en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA), según datos del Instituto Nacional de Estadística adelantados por el portal especializado España Exterior y ha publicado El País. Pero las dificultades para votar con este sistema, pactado en la reforma de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) por PP y PSOE en 2011, que algunos afectados llevan denunciando desde entonces, hace pensar que serán menos los que puedan ejercer su derecho efectivo al voto.
En 2016 votaron algo más de 121.000 residentes en el extranjero, un 6,3% de los que tenían derecho a hacerlo. Contrasta con el dato de 2008, las últimas generales antes de que se cambiara al sistema de voto rogado, por el que los electores que viven fuera de España tienen que ponerse en contacto con la Oficina del Censo Electoral a la que pertenecen, pedir el voto, esperar a que se les remita y votar por correo o en una urna en el consulado el día de la votación. Aquel año votaron 383.016 personas, del total de las algo más de 1.200.000 inscritos. Casi el 32%. En 2011 fueron tan solo el 5%.
Los residentes en el extranjero han podido solicitar el voto hasta el pasado 1 de abril, después de que la Junta Electoral Central ampliase el plazo, que finalizaba inicialmente el 30 de marzo, por “fallos técnicos” en la petición por vía telemática.
No ha sido la única dificultad. Precisamente, debido a la acumulación de comicios en apenas un mes, PP y Podemos solicitó, sin éxito, a la Junta que permitiese rogar el voto una sola vez. La convocatoria adelanta de elecciones y la disolución de las Cortes tampoco permitió sacar adelante una proposición de PSOE y Podemos para suprimir el voto rogado.
En total, se ha rogado el voto desde 147 países. La mayor parte de españoles que lo han solicitado viven en Francia (27.562), Alemania (21.813), Reino Unido (19.778), Estados Unidos (14.609), Argentina (13.297) y Suiza (13.110). El aumento de trámites administrativos para poder votar y la falta de garantías de que el voto realmente llegue a tiempo hacen que solo lo ejerciten aquellos ciudadanos que están muy concienciados, que viven cerca de los consulados (en algunos casos deben viajar en avión para llegar al más cercano) o que tienen facilidades económicas para abonar las tasas de los correos certificados con las papeletas.