El Supremo confirma que el PP se financió con la Gürtel en Boadilla y dicta su sexta sentencia firme sobre la trama
Los jueces del Tribunal Supremo han avalado la condena de casi 37 años de cárcel que la Audiencia Nacional impuso al exalcalde del PP en Boadilla del Monte, Arturo González Panero, por encabezar la ramificación de Gürtel en esa localidad. Una sentencia que condenó al PP como partícipe a título lucrativo por beneficiarse económicamente de 204.198,64 euros de la actividad corrupta del entramado en este municipio madrileño.
Se trata de la segunda sentencia firme que recibe el PP por financiarse con el entramado criminal que creció por todo el país al amparo de su relación con el partido desde la década de los noventa. En este caso, el partido no había recurrido su condena económica.
Esta pieza separada del caso Gürtel de corrupción investigó la actividad corrupta de la trama en uno de sus epicentros: el municipio madrileño de Boadilla del Monte, donde el PP gobierna desde hace tres décadas. Su alcalde, Arturo González Panero, fue condenado por la Audiencia Nacional a casi 37 años de cárcel por permitir que Francisco Correa y los suyos perpetraran uno de los grandes pelotazos municipales de la trama al amparo de sus buenas relaciones con el partido.
La condena de González Panero es confirmada por el Supremo aunque los jueces estiman los recursos de dos empresarios acusados de pagar un soborno y ayudar a la trama a esconder el dinero y dicta su absolución. Son Gonzalo Naranjo y Rodolfo Ruiz, mientras que rebaja la condena de una funcionaria del consistorio, Alicia V.L, al no considerar probado que colaborase con el alcalde en blanquear el dinero de la trama. Un cuarto condenado ve su condena rebajada de diez a nueve años de cárcel por la aplicación de una atenuante.
Los jueces declararon probado que la trama manipuló diez grandes contratos de obra pública, incluyendo la creación de más de 200 viviendas en varias promociones distintas por un valor cercano a los 100 millones de euros. A cambio, González Panero (PP) cobró un millón de euros entre regalos y comisiones, tal y como confesó de manera tardía.
En este caso el beneficio del partido que preside actualmente Alberto Núñez Feijóo sacado de la actividad de la Gürtel fue a financiar, por ejemplo, un acto electoral de Esperanza Aguirre, la inauguración de la sede de l partido en la localidad o para pagar los megáfonos usados por el PP en una manifestación contra la excarcelación del etarra Iñaki de Juana Chaos en 2007.
Seis sentencias firmes de Gürtel
La sentencia que acaba de firmar el Tribunal Supremo supone la tercera condena –la segunda declarada firme– que recibe el Partido Popular como partícipe a título lucrativo por beneficiarse de la actividad corrupta de la trama Gürtel. La primera fue la que desencadenó la moción de censura contra Mariano Rajoy y consideró que el PP se benefició con 245.492,80 euros de la trama en Majadahonda y Pozuelo de Alarcón, una de las piezas principales del caso conocida como 'Época I'. También fue condenada económicamente la exministra Ana Mato.
También fue condenado por la Audiencia Nacional por el caso conocido como la 'caja B' del PP, depósito de dinero opaco oculto a Hacienda cuya existencia ha sido declarada probada ya por varias sentencias de varios tribunales. En ese caso, los jueces condenaron a Luis Bárcenas a dos años de cárcel, su sanción más baja hasta la fecha, por la reforma con dinero negro de la sede central del partido en la calle Génova 13 de Madrid que Pablo Casado amagó con poner a la venta.
Esa sentencia también consideró que el PP debía ser condenado económicamente, esta vez como responsable civil subsidiario por valor de 123.699 euros: el correspondiente al Impuesto de Sociedades que la empresa Unifica, que llevó a cabo la reforma del edificio, tendría que haber pagado en 2007 y no pagó por haber cobrado en negro. Este caso todavía está pendiente de revisión por el Tribunal Supremo pero el propio PP ha rechazado recurrir la sentencia.
Las tres sentencias que, por ahora, han condenado al PP desde el punto de vista económico, no son las únicas del caso Gürtel. Un total de seis resoluciones firmes han declarado probada la existencia de una trama corrupta que creció desde los noventa a nivel municipal, regional y nacional por todo el país al amparo de la relación de sus cabecillas con altos cargos del Partido Popular. Las piezas que afectan a la primera etapa de la trama, a Boadilla del Monte, a su ramificación en la Comunitat Valenciana con contratos de Fitur, en Jerez, la visita del Papa a València en 2006 y la corrupción desplegada en AENA son los casos en los que el Supremo ya ha dejado por escrito y sin posibilidad de recurso que la Gürtel, al contrario de lo que afirmó Mariano Rajoy en 2009, no era una trama “contra” el Partido Popular sino profundamente arraigada en el número 13 de la calle Génova.
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