“En política, los gestos y los símbolos importan”. La frase es de un exdirigente del PSOE que ve con sorpresa la reunión que Susana Díaz y Miquel Iceta han mantenido este jueves en Sevilla para acercar posiciones ante la crisis que atraviesan PSOE y PSC: “¿El primer secretario del PSC va a verla a ella en calidad de qué?”. La presidenta andaluza ha pisado el acelerador ante la preocupación entre los dirigentes afines a la gestora por el vacío de poder en Ferraz.
En las filas socialistas reconocen que la gestora no da abasto para pilotar un partido con 84 diputados y siete gobiernos autonómicos. “Javier Fernández está en Asturias”, expresan fuentes socialistas, que admiten que el presidente no está de facto en los mandos del PSOE sino en los del Gobierno del Principado. “Está desbordado”, reconocen varias fuentes consultadas.
El responsable de organización de la gestora, Mario Jiménez, también está pluriempleado: a la vida parlamentaria en Andalucía se le suma la reconstrucción de una organización centenaria que el presidente de la gestora llegó a comparar con un “solar”.
La rueda de prensa en la que Jiménez anunció los cambios en el grupo parlamentario, con titubeos y sin saber qué modificaciones se habían ejecutado exactamente, activó las alarmas en San Telmo.
La preocupación por el desgobierno en Ferraz, sumada a la pelea por el liderazgo, que tendrá la primera demostración de fuerza de Pedro Sánchez este sábado con un acto en Valencia, ha movilizado a la presidenta andaluza. Díaz ha iniciado una gira que le ha llevado a reaparecer en varias entrevistas televisivas, a viajar a Madrid para la presentación del libro del hijo de Guillermo Fernández Vara, y que le hará viajar a Bruselas a reunirse con varios comisarios europeos y pronunciar un discurso ante el grupo de los socialdemócratas.
Iceta se acerca a Susana Díaz
El gesto que más ha llamado la atención ha sido la reunión con el líder del PSC, Miquel Iceta, en Sevilla para acercar posturas en plena crisis con el PSOE tras el desacato en la investidura de Mariano Rajoy. Fue el político catalán el que pidió el encuentro, pero han sido los socialistas andaluces los que le han dado publicidad.
“A ella le interesa esto”, comenta un exdirigente próximo a Pedro Sánchez, que considera que la presidenta andaluza pretende dar una imagen de conciliación.
El propio portavoz de la gestora ha asegurado que el encuentro es “de gran importancia” para limar asperezas entre el PSOE y el PSC. “¿En qué posición deja a la gestora que Iceta tenga que reunirse con Díaz para abordar la situación? Es la que manda y va a negociar con ella”, expresa un dirigente crítico con la dirección provisional.
En el PSOE coinciden en que Iceta busca amarrar el apoyo de la federación más poderosa del partido para evitar que la crisis entre las dos organizaciones acabe en ruptura. En los últimos días ha marcado distancias con Pedro Sánchez, de quien fue uno de los principales apoyos. “Lo de Pedro era ficticio”, asegura un diputado, que cree que la lealtad del PSC fue exclusivamente la que el PSC mostró por su puesto de secretario general.
En el sector sanchista restan importancia a la visita de Iceta a Sevilla y lo enmarcan en la “habilidad” del primer secretario del PSC para conseguir su objetivo: mantener intacta la relación con el PSOE. Pero admiten que ha generado “ruido que vaya a rendirle pleitesía”.
Dirigentes opuestos al exsecretario general creen que Iceta ya se ha alejado y que este viaje va en esa línea: “A partir de aquí veremos un acercamiento y si hay que votar a Susana, la votarán”, dice sobre el PSC un veterano diputado conocedor de la fontanería socialista. Iceta ha prometido a Díaz neutralidad de la dirección del PSC en las primarias para la elección del próximo secretario general.
La voz que autoriza
La presidenta andaluza se hizo con buena parte del control de Ferraz tras la caída de Sánchez y colocó como número dos a uno de sus dirigentes más cercanos. La figura de Fernández sirve para calmar las aguas por el respeto que le reconocen diversos sectores del PSOE. Díaz es la secretaria general de la federación más potente y, desde hace tiempo, la voz que se impone en las filas socialistas.
Fue su intervención en favor de mantener el vínculo entre PSOE y PSC la que templó los ánimos de quienes abogaban por sacar a los catalanes de los órganos de dirección. En las filas socialistas dan por hecho que seguirán hermanados y que deberán buscar una fórmula que evite el desplante del PSC, que se saltó la orden del Comité Federal tras participar en la votación.
Aún no se ha reunido la comisión que revisará la relación entre ambas organizaciones, pero algunos dirigentes apuntan a que el PSC se comprometerá a acatar las decisiones del máximo órgano de dirección del PSOE o no participará en las votaciones si después no las va a asumir. Otra opción que deslizan algunos socialistas es reducir el número de los dirigentes catalanes en los órganos internos, entre ellos el congreso.
Díaz también avaló el pacto alcanzado entre el PNV y PSE para formar un Gobierno de coalición en Euskadi después de que la gestora reaccionara al principio con frialdad al anuncio. La presidenta andaluza le ha dado su visto bueno al calificarlo de “razonable” porque fija dentro del ordenamiento jurídico vigente en cada momento los avances del autogobierno de Euskadi.
La imagen internacional
La presidenta andaluza también quiere impulsar su imagen internacional y ha programado un viaje a Bruselas en el que tiene previsto reunirse con el presidente del Parlamento Europeo, Martín Schulz, y varios comisarios europeos: la alta representante para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini; Pierre Moscovici (Asuntos Económicos) y Corina Cretu (Política Regional); y el portavoz de los socialistas en la Eurocámara, Gianni Pittella.
Pronunciará, además, un discurso ante los eurodiputados socialdemócratas. Es un acto que, en los últimos años, no ha hecho ningún dirigente regional del PSOE y que ha quedado reservado a Sánchez como secretario general.
En el PSOE, que pretende retrasar hasta junio la pelea por el liderazgo, temen unas primarias a cara de perro para liderar el partido. La batalla puede ser cruenta si los aspirantes son Sánchez y Díaz, pero nadie encuentra una tercera vía factible.
Patxi López, a quien quieren sumar los partidarios de la presidenta andaluza, es el nombre que suena, pero él mismo se ha descartado y en ambos bandos le descartan: “Patxi no se va a enfrentar a Susana”, dice uno de los diputados afines a Díaz.
Entre los que se oponen a la presidenta andaluza hay quienes creen que Sánchez está “quemado” y prefieren al diputado vasco, pero los sanchistas apuestan por que sus apoyos irán a parar al exsecretario general si López no da el paso.