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El candidato en la moción de censura de Vox, Ramón Tamames, se ha dirigido este miércoles a los portavoces parlamentarios para echarles una auténtica regañina por considerar que han convertido el debate de la moción de censura en un “auténtico mitin preparatorio de las elecciones del 28M”. Según Tamames, los partidos han atacado los “principios fundamentales de la convivencia” y creado “una situación de amigo-enemigo”, que a su juicio le ha retrotraído “a la situación de las dos Españas enfrentadas, peores que las del 36”, año de la Guerra Civil.
“Estamos en la rutina de volver al año 1936”, ha insistido más adelante, justo en otro momento en el que reprochado también al Gobierno y a los partidos de la izquierda que sigan empeñados en remover el franquismo. “Sinceramente creo que el franquismo es el último reducto de los políticos de hoy. Es historia”, ha afirmado. “Lo lamentable es que si se pregunta a un niño de doce años qué le dicen de Franco, posiblemente diga que ya ni viene en sus libros del colegio”. “Hay una ignorancia de la historia de España y a veces esa ignorancia está basada en preferencia desde el Boletín Oficial del Estado, pero no se puede hacer historia desde el Boletín Oficial del Estado”, ha reflexionado, recordando luego el refrán, “a moro muerto, gran lanzada”. “Tanto antifranquista, tanto antifranquista” –ha ironizado después– cuando muchos de ellos, a su juicio, “en la época de Franco vegetaban y vivían lo mejor posible”. “Ahora ser antifranquista no tiene ningún merito”, ha sentenciado.
“Buscan la división y eso no es correcto. Un Parlamento está también para hablar de cosas importantes”, ha lamentado Tamames desde el escaño de Santiago Abascal desde donde ha vuelto a tomar la palabra para cerrar el debate de la moción de censura. El candidato ha proseguido asegurando que pensaba que iban a tener “más puntos de coincidencia que de controversia”, pero se ha dado cuenta de que no ha sido así.
“Un cabeza de una moción de censura no tiene que entrar en las luchas intestinas de un Parlamento. La verdad, no me esperaba un mitin como este”, ha dicho una y otra vez Tamames, reconociendo que la última intervención, la de Patxi López, portavoz del PSOE, le había desagradado especialmente. “El orador me transmite una imagen preocupante, casi patológica. Estaba camino del infarto, si llevara esa cafinitrina se la habría ofrecido para evitar un infarto”, ha ironizado, para sentenciar después: “Esa no es manera de recibir a nadie y menos a un candidato”.
Tamames ha hecho luego un pequeño repaso de lo que había planteado el día anterior en su discurso para presentar supuestamente su programa alternativo de Gobierno y ha lamentado no haber recibido por parte ni del Gobierno de ningún otro orador respuesta alguna a sus planteamientos. Ni sobre el cambio de postura en Marruecos ni del hecho de que no se haya pedido autorización al Parlamento para aprobar el envío de armas a Ucrania. “¿Ustedes piensan que esto es correcto?”, ha preguntado. “Tampoco sé qué se ha hecho de la conferencia Iberoamericana”, ha añadido dirigiéndose al banco azul.
El rapapolvo ha continuado y ha afirmado que “utilizan a las mujeres como moneda de cambio”, “ustedes son los más protectores, los más buenos, los mas listos pero tenemos más violaciones que nunca”. “Para mujeres tenemos ahí una, Isabel la Católica, que ya en el siglo XVI tenía más poder que el propio rey”, ha recordado Tamames. Además, ha asegurado que España vive “una situación preocupante” pero que tanto el presidente como el resto del Gobierno “tienen el síndrome de la Moncloa” y no se dan cuenta. Por eso les ha pedido que se den “un paseo por las calles para comprobar la realidad”. A Sánchez le ha reprochado que “haga esperar al rey para que el tumulto a su llegada no se convierta en un desastre para su prestigio”. “Se creen que lo están haciendo muy bien y no es así”, de modo que les ha recomendado que “tengan un medidor” que les indique qué piensa la ciudadanía.
Tamames no ha parado de lamentar el enfrentamiento que a su juicio se ha vivido durante el debate de la moción y ha exclamado: “Yo venía buscando puntos de consenso”, recordando los Pactos de la Moncloa que gracias al diálogo y el entendimiento “sirvieron para algo”. “Esta moción es cualquier cosa menos ociosa, es un repaso de la política nacional un impulso al interés político”, ha añadido, recordando la moción de censura que presentó Felipe González contra Adolfo Suárez: “Fue impresionante, la gente preguntaba si habías estado ahí, si la habíamos visto”. A su juicio, ahora también “hay interés por la política que debemos estimular”, pero “no leyendo folios y folios que llegan por el correo electrónico”.
El candidato presentado por Vox en la moción de censura contra Pedro Sánchez se marchó anoche sin intervenir y ha preferido replicar este jueves por la mañana en bloque a todos los portavoces parlamentarios. “He examinado la intervención de la CUP, me ha parecido que tiene puntos de interés, como todas, pero especialmente en las cuestiones de Catalunya. He examinado la intervención de la señora Aizpurua de EHBildu y me ha parecido que naturalmente no puedo coincidir con ella por razones obvias de separatismo...”, ha ido respondiendo.
Entre todas las palabras que ha dirigido a los portavoces de los partidos, Tamames ha agradecido a Tomás Guitarte, de Teruel Existe, que a día de hoy, la provincia “tiene posibilidades que no tenía anteriormente”: “Hay que felicitarles por haberse unido para ese propósito de la España vaciada que dicen”, ha continuado. El exdiputado del PCE ha regañado a Baldoví por elevar el tono: “No por hablar alto se tiene más razón... esta no es una casa para dar gritos”, ha dicho en referencia al Congreso, o ha afirmado que pensaba que Errejón “había entrado en una fase de mayor racionalidad”: “Tiene tiempo, es muy joven”, ha seguido.
“Fue un intento importante el de Ciudadanos, que se malogró”, ha expresado Tamames en su réplica a Arrimadas, recordando los inicios de la formación naranja y su situación actual: “Vamos a ver si se mantiene o no en las elecciones, lo vamos a estudiar con mucho interés”. El candidato ha terminado sus respuestas a todos los portavoces que han intervenido en el debate posicionándose a favor de la moción en la que, ha dicho, no han perdido el tiempo.
El economista llegó este miércoles muy temprano al Congreso de los Diputados y desde antes de las nueve de la mañana ya permanecía sentado en el escaño de Santiago Abascal, junto al líder de Vox, para escuchar a los portavoces que quedaban pendientes: la del PP, Cuca Gamarra, y el del PSOE, Patxi López.
A su llegada a la Cámara, el exdirigente del PCE afirmó que había visto “mucho interés en todo el país” ante la moción de censura. “Fue tremendo”, dijo. “Vox ha prestado un servicio proponiendo un candidato para esta ocasión, yo soy, les quedo muy agradecido y ha sido una ocasión estupenda para dar un buen repaso a la situación de la actualidad española, es el ejercicio más fructífero sin duda”.
Tamames ha declinado volver a replicar por segunda vez a los grupos y ha dado por zanjado el debate dejando que subiera a la tribuna de nuevo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez . “En economía de tiempo y de salud vital de todos los presentes será bueno ir terminando salvo que la superioridad del Parlamento decida lo contrario”, ha señalado el candidato dirigiéndose a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.
Sin embargo, al terminar su intervención el líder del Ejecutivo, Tamames sí ha tomado la palabra. Y lo ha hecho para criticar que se le haya acusado de no haber presentado un programa de Gobierno. “Ha habido programa, me he tomado en serio el tema”, ha indicado dirigiéndose a Pedro Sánchez, remitiendo a todo el que lo desee a ver el documento “en el mensajero electrónico”, en referencia a elDiario.es.
En su nueva réplica ha reiterado que “un gobierno no tiene por qué dar títulos, tiene que criticar los problemas, la falta de planteamientos de cuestiones importantes”: “Creo que lo primero de todo, deberíamos volver a aquella idea de quién da los títulos de derechas y de izquierda, de fascistas o demócratas”.
“Yo sinceramente creo que hay que disminuir un poco la dosis de personalismo y la capacidad de calificar a los demás según uno desea. Estamos ya aburridos en España de toda esta vuelta de la terminología del año 36”, ha insistido, alertando de que “aquello fue el preludio de cosas muy malas, ojalá esto no sea el preludio de una cosa parecida”.