Tania Sánchez (Madrid, 1979) quiere ser la candidata de IU a la Comunidad de Madrid. Este viernes lo comunicó en el mismo órgano interno de IUCM que aprobó el reglamento de primarias abiertas que regirá el proceso: podrán participar todos los ciudadanos madrileños de más de 16 años que se inscriban. Sánchez opta, sin embargo, por una candidatura ciudadana también para las autonómicas: un Ganemos región de Madrid. La diputada regional da el paso en pleno escándalo de las tarjetas 'black', que afectan directamente a la organización, cuyo comportamiento ante las revelaciones defiende: “A IU no lo temblará el pulso”.
¿Por qué se presenta a las primarias de IU?
El partido vive un momento muy complicado a la vez que el país vive un momento muy ilusionante de cambio. Hace falta pegar un impulso para que IU en su conjunto sea parte de ese cambio histórico. Creo que en los últimos tiempos he hecho un trabajo que puede ayudar a dar ese impulso.
¿Cuál será su aportación a ese impulso?
Puedo aportar una forma distinta de ver la política. Puedo aportar mucha pasión por Madrid. La región lleva mucho tiempo metida en una lógica en la que el Gobierno solo está al servicio de una parte de las empresas y ha olvidado que en esta región vive gente. Madrid debe servir para volver a ilusionar a la gente en un proyecto de región que sea el centro de un cambio en el país.
¿Cuándo tomó la decisión?
Yo quería hace tiempo. Tomé la decisión cuando se optó por hacer primarias abiertas.
El anuncio lo ha hecho ante un órgano interno, la Presidencia regional. ¿Cómo ha sido recibido?
Yo creo que la gente lo esperaba. IU está en un momento en el que cada uno vamos a respetar al resto para intentar llegar juntos.
¿La decisión la comentó antes con compañeros?
Sí, claro. El hecho de estar en los medios hace que mucha gente te tome como referencia: con un discurso, una forma de ser, una forma de estar y un determinado modelo de organización. Y mucha gente me había dicho que diera el paso. Lo he hablado con los más cercanos, con quienes he vivido el proceso interno de IU desde la Asamblea de 2012 hasta aquí, les parecía bien y he decidido dar el paso.
¿Sabe ya si va a tener rivales?
No lo sé. De momento nadie ha dicho nada.
¿Cuál es su principal objetivo?
Que IU haga con absoluta normalidad algo que está muy acostumbrada a hacer: caminar con otros, encontrarse con otros y ser capaz de unificar entorno a un programa, una propuesta y un método una candidatura de la gente para que la ciudadanía se pueda empoderar. Para que los que quieren echar al PP y saben que el PSOE no es garantía de cambio profundo tengan un espacio de referencia.
Hay gente que cree que se va a ir a Podemos. ¿Por qué ha decidido quedarse en IU?
Cuando uno es representante de alguien, de un conjunto de gente que te ha elegido para que hagas una función, nunca puede olvidar que debe tener los pies pegados al suelo y los ojos en la gente a la que representas. Sea un partido o la ciudadanía que te ha elegido. Yo no sería quien soy si no fuese por IU. Mi proyecto es IU. Yo soy diputada porque la gente de IU quiso hacer una apuesta para que lo fuese y trabajaré para que el conjunto de las personas que confiaron en mí, que me han permitido tener una proyección pública que ahora me permite dar este paso, formen parte del cambio del país. Porque se lo merecen y porque creo además que sin IU la transformación será un poquito peor. Y puede ser bastante frustrante.
¿Por qué ha tardado tanto IU, y no solo IU de Madrid, en asumir las primarias como un método válido para elegir a sus candidatos?
Muchas de las cosas que le pasan a este país no se pueden interpretar si uno no analiza la cultura política que se ha construido desde la época de la transición. Esta cultura, en las organizaciones, está muy relacionada con el trabajo interno, con sus militantes. Nos hemos acostumbrado a pensar que la mayoría de la gente se conformaba con votar o no votar cada cuatro años lo que uno proponía. Y ha costado reconocer que no solo se milita en IU y que mucha gente que nos acompaña en los procesos, aunque nunca se afilie, quiere participar y opinar sobre los candidatos de IU. Lo importante es que hemos llegado a esto.
Hablaba antes de las candidaturas de convergencia. IU ha anunciado que concurrirá en las municipales con Ganemos...
Lo que hemos decidido es que participaremos de Ganemos mientras se desarrolla el proceso. Una vez que haya que decidir, si eso cuaja en un programa, una candidatura y un método determinados, se tomará esa decisión. IU lo que ha dicho es que va a participar en los espacios de convergencia. Y nadie de esos espacios ha tomado esa decisión porque se tomarán ahí.
Estos espacios de convergencia en los que está IU son municipales, ¿se trasladarán a las elecciones autonómicas en Madrid?
Yo creo que es necesario. En Ganemos se ha planteado ya la demanda de mucha gente de que haya un espacio similar para la Comunidad de Madrid. Todo el mundo es consciente de que con los cambios legislativos que ha habido, con la reforma local, solo con el poder municipal no se transforma la realidad. En Madrid, buena parte de lo que se explica de reacción popular tiene que ver con los servicios públicos que están gestionados por el Gobierno regional: la sanidad, la educación, el Canal de Isabel II. Es necesario que haya una alternativa en la Comunidad de Madrid. Creo que hay demanda y es necesario.
¿Hay reticencias o personas contrarias a este salto?
No. Hay gente que ve más capacidad de llegar a todo y otra que piensa que es mejor priorizar y no abarcar de más. Pero en contra, creo que no hay nadie.
Hablaba antes del momento político complicado para IU, tanto en lo externo como en lo interno. ¿Le da vértigo dar este paso en este momento?
No. Me genera mucha responsabilidad y muchísima ilusión. Si algo necesita la militancia de IU en momentos tan duros, donde uno descubre una purrela de mentirosos que arrastran el nombre de esta organización, es ilusión.
Más allá de la convergencia electoral, en IU hay gente que promueve una confluencia de la izquierda social, ¿cuál es su postura?
La convergencia se hace por una alianza político-social de la ciudadanía o no es. Lo otro es una coalición electoral y nosotros no estamos defendiendo eso. Queremos que ante una situación de remodelación del modelo social que conduce invariablemente a que haya más poder y más riqueza concentrada en menos manos a costa de sufrimiento de una amplia mayoría social, esa mayoría social debe organizarse para revertir esa situación porque si somos más, tenemos que hacer un proyecto distinto. Siempre hemos entendido que la convergencia electoral es resultado de la construcción de un bloque social y político que estructura un programa de cambio para este país.
Y en Madrid también. Debemos ser partícipes de un proyecto distinto de desarrollo urbanístico de esta región. Que los ciudadanos y ciudadanas que se han movilizado masivamente para paralizar los planes privatizadores de la sanidad pública sean los protagonistas de cómo revertimos el desastre sanitario en el que han convertido la Comunidad de Madrid. Que la gente que no puede pagar los recibos del agua del Canal de Isabel II sea protagonista de cómo una empresa rentable que gestiona un derecho fundamental revierta en el interés del conjunto de la ciudadanía. Que los ciudadanos expulsados de la Universidad sean parte de la redefinición de un proyecto económico para Madrid. Todo eso, sin protagonismo ciudadano, estaremos cambiando unos dirigentes por otros. Y nosotros sabemos que no es así.
Sin una mayoría social organizada no habrá cambio.
En las últimas elecciones, las europeas, IU quedó relegada en Madrid a la quinta posición, por detrás de UPyD y Podemos. ¿Se puede remontar esa situación?
Claro. Si no se pudiese remontar no me presentaría. En un contexto distinto, en las europeas de 2009, UPyD nos superó; las siguientes autonómicas IU fue la tercera fuerza, muy por encima de UPyD. El partido está por jugarse. IU es una organización que lleva muchos años trabajando en muchos espacios políticos y tiene muchos elementos de referencia y respetabilidad para muchísima gente. Creo que tiene una capacidad de organización y de dirigir un proyecto para Madrid muy potente.
Entre 2009 y 2014 han estallado la participación de militantes de IU en Caja Madrid y Bankia, tarjetas black incluidas. ¿Cómo ha caído en la organización?
Muy mal. Por suerte para IU, aunque parezca que no hemos hecho nada, las personas que formaban parte de los consejos de administración ya no están. En un determinado momento decidimos que lo importante no es lo que nos hayan robado a nosotros o lo que se hayan llevado ellos, sino que lo importante del caso Caja Madrid es lo que supone para la gente que han desahuciado, lo que significa el desmantelamiento de la caja pública.
Pero una cosa es entender que alguien no ha estado a la altura representándote o que no ha defendido los intereses de tu organización y otra pensar que en una organización donde la gente da parte de su salario para poder pagar la estructura, donde la mayor parte de los cargos públicos no cobran y viven cotidianamente de su trabajo y dedican su tiempo libre a cambiar el mundo, que alguien en tu nombre ha estado usando una tarjeta de estas características y gastando anualmente lo que podría ser el salario de dos familias. Es como si tu pareja de 20 años te engaña.
Lo dije en Twitter y en la tele: unos hijos de putas no se pueden llevar la ilusión y el trabajo de esos militantes.
Las personas directamente implicadas ya no están en IU pero, ¿queda gente en IU de Madrid con responsabilidad en los desmanes que protagonizaron Moral Santín y compañía?Moral Santín
Hay una comisión que ha empezado por investigar lo que publicó un medio sobre que se había pagado una querella de una guerra del PP en nombre de IU con un dinero que no era propio. [Se refiere a esta información de InfoLibre]. Hay una investigación federal también sobre la participación en las cajas. Si queda alguien que tenga responsabilidad sobre esto, a IU no lo temblará el pulso.
¿Todavía no han determinado esas responsabilidades políticas?
Es muy fácil saber que alguien que aparece con nombres y apellidos gastando en una determinada tarjeta es responsable y se le expulsa. Pero es más difícil determinar quiénes podían conocerlo o ser copartícipes o responsables políticos de permitirlo, de no saberlo o de compartirlo. Y eso es algo que no se puede decir en una semana. El conjunto de las organizaciones políticas y sindicales que han tomado decisiones en estas semanas lo han hecho sobre personas directamente señaladas. Ninguna ha empezado ni siquiera ha investigar más allá. IU, sí y va a tomar decisiones.
Usted formó parte de la dirección de IU de Madrid durante unos meses en 2009. Antes nos decía que Moral Santín negaba los hechos. ¿No intuían nada, no sabían lo que pasaba?
En la dirección de IUCM y en el conjunto de la organización siempre ha habido mucho debate sobre la evolución y el proceso de descomposición de la idea de caja de ahorro que se estaba produciendo en torno a las cajas en el conjunto y en Caja Madrid en particular. En la última Asamblea, en 2012, se reprobó directamente la actuación que se ha realizado en Caja Madrid y reconoció que ha habido errores políticos en las posiciones adoptadas.
En la parte que tiene que ver con tarjetas negras, sobresueldos, salarios descomunales... En eso he de decir que cuando se pidió explicaciones, este señor [Moral Santín] mintió y yo no puedo preguntarle por algo que no sé que existe, no tengo una bola de cristal. No se me ocurre pensar que una caja, sin regularlo en estatutos ni en ningún sitio, tuviera un sistema de retribución que no pagara impuestos, que no tenía control, que no tenía que ser justificado.
Pese a rechazar la gestión de IU en Caja Madrid y expulsar a quienes participaron directamente en ella, mucha gente ha etiquetado a IU como parte de la casta política. ¿Se puede quitar esa marca?
En política es demasiado sencillo hacer etiquetas que permiten delimitar quién es el bueno y quién es el malo. Pero casi nunca las cosas son así de sencillas. Quien simplifica tanto las cosas corre el riesgo de acabar siendo más casta que pueblo. IU no es una organización de la casta. Es una organización de militantes honrados que lleva desde que se fundó trabajando por cambiar este país en momentos en los que buena parte de la ciudadanía no entendía lo que estábamos diciendo: cuando alertábamos de los procesos privatizadores, de la concentración de intereses financieros, de cómo determinado modelo productivo iba a traer una situación de inviabilidad de bienestar social, la gente nos llamaba locos.
Buena gente que nos ha acompañado en esos procesos, en las mareas, en las marchas por la dignidad, en las huelgas generales, no solo sabe que no somos casta, sino que va a pelear por que no se haga algo tan injusto como comparar a quien pacta la reforma de la Constitución para someternos a la casta y quien lleva años luchando y tiene un golfo en su seno.