Las condenas por delitos viales han crecido en un 9% en el último año, según los datos presentados por la Fiscalía General del Estado este martes. En 2018, se dictaron 89.264 sentencias condenatorias contra conductores, es decir, 7.313 más que el año anterior. Esas condenas suponen un tercio del total de sentencias dictadas en nuestro país. En más de la mitad de los casos, las personas que iban al volante estaban bajo los efectos del alcohol o las drogas.
El año pasado, se iniciaron 14.000 procedimientos más que en 2017 por conducción temeraria, con exceso de velocidad, bajo los efectos del alcohol o las drogas o sin permiso. Ese incremento de alrededor del 15% se reflejó en casi todos los delitos viales y, en términos absolutos, la subida más notable se dio por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas o por conducir sin permiso. Cuatro de cada cinco de estos procedimientos terminaron en sentencia con condena, según los datos del ministerio fiscal.
El fiscal coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, ha considerado “satisfactorio” el aumento de condenas porque, según ha afirmado, “es señal de mayor eficacia”. “Hemos ganado en este sentido. El 90% de las condenas se empiezan a cumplir inmediatamente. Las policías han trabajado con más eficacia y se han reducido las cifras de impunidad”, ha valorado durante la presentación de las cifras.
Vargas ha hecho hincapié en que la mayoría de los conductores respetan las normas de tráfico: los datos muestran que el total de condenas dictadas supone el 0,33% del censo de conductores, que suma cerca de 27 millones de personas en España. “De cada 100 conductores, 91 van a la velocidad adecuada; de cada 100, dos son sorprendidos con alcohol”, ha señalado.
Hay 5.200 presos en cárceles españolas con un delito vial
Los delitos contra la seguridad vial, sin embargo, representan desde hace años un tercio del total de delitos en el país. En las cárceles españolas hay cerca de 5.200 presos con un delito de tráfico. Un total de 1.224 de esos reclusos tienen como delito principal infracciones contra la seguridad vial y la mayoría son multirreincidentes (tienen más de tres condenas en los cinco años anteriores) por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas o por conducir sin permiso.
Vargas ha informado de que Instituciones Penitenciarias prepara un estudio para conocer mejor a los reclusos reincidentes. El fiscal coordinador de Seguridad Vial ha delineado, sin embargo, el perfil de esos infractores. Según ha descrito, se trata de ciudadanos “asociales, reacios a las normas” que utilizan aplicaciones que alertan de los radares (“están esperando que pase el radar para correr”), con grandes coches e importante tecnología, y un “desconocimiento absoluto” sobre las consecuencias de la velocidad.