Barcelona, 14 mar (EFE).- El expresidente de la Generalitat Quim Torra echó en falta el apoyo del vicepresidente de su gobierno, el republicano Pere Aragonès, en los primeros tiempos de gestión de la pandemia de coronavirus y ha reconocido que le hubiera gustado de su parte “una actitud más activa”.
En una entrevista en TV3, grabada en la Casa dels Canonges de la Generalitat, Torra ha dado a conocer que en los últimos meses no han mantenido ningún contacto entre ambos, algo que también le reprocha y que no sabe por qué ha ocurrido.
El exmandatario ha precisado que su relación con Aragonès fue “correcta” pero “durante la epidemia yo le eché en falta, a mi lado. Veía que era yo el que tenía que empujar a las consellerías”, especialmente las de Salud y Trabajo, dirigidas por ERC.
En aquellos días, que también consigna en su nuevo libro, “Les hores greus”, a partir de su dietario, destaca que le “hubiera gustado una actitud más activa por pare del vicepresidente durante la gestión de la epidemia”.
A la vez, ha desvelado que, solo como se encontraba en la Casa dels Canonges, donde pasó la covid, y porque no le llegaba toda la información posible, tuvo que conectarse con las reuniones del PROCICAT en modo oculto.
En algún momento, avanza, “me buscaba la vida para tener toda la información posible, porque no la tenía, y en algunas ocasiones yo entro y me conecto a las reuniones del PROCICAT para poder saber, porque a mi siempre me ha gustado estar al lado de la gente que está trabajando las cosas”.
A pesar de que se ha mostrado partidario de que ERC, Junts y la CUP formen un “gobierno de unidad” para “tener una hoja de ruta” conjunta, se ha mostrado decepcionado por la desconfianza existente en el interior del Govern.
Torra ha vaticinado que “hasta que no recuperemos las confianzas rotas yo no le deseo al nuevo gobierno lo que yo pasé”, en lo que ha denominado un “campo de batalla permanente”.
Confesando que en aquellos primeros días de pandemia lloró mucho y que hubo momentos en los que se rompió, también ha cargado contra el exministro de Sanidad Salvador Illa, especialmente en lo referente a que piensa que no tomó las medidas necesarias y retiró competencias a las autonomías.
A su juicio este hecho, “es una de las grandes aberraciones y tiene un nombre y un culpable, que es Salvador Illa”, mientras que ve al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como un “autómata”, como alguien con “la única ambición de sobrevivir, gobernar y resistir”.