Las traiciones de los dirigentes aupados por Casado que lo dejaron solo

“Las deslealtades de los más cercanos son las más dolorosas”. La frase la tuiteó hace cinco días Jaime de Olano, vicesecretario del PP, acompañada de una foto con Pablo Casado. Este martes se ha pasado al bando de los dirigentes que antes eran próximos al líder del partido y que ahora le han presionado para que desista y convoque un congreso extraordinario. El movimiento de De Olano resume lo que ha vivido Casado en las últimas horas: un goteo de deserciones entre los cargos que él mismo aupó a puestos de responsabilidad a lo largo de los tres años y medio que lleva al frente de la principal fuerza de la oposición.

Barones, diputados, pero también miembros de su dirección y cargos que hasta la semana pasada eran de su máxima confianza se posicionaron a favor de un congreso extraordinario para destronarle y pidieron la cabeza del secretario general, Teodoro García Egea, que acabó dimitiendo este martes por la tarde. A Casado no le quedó más remedio que ceder a las presiones y anunciar, también a media tarde, que la Junta Directiva Nacional encargada de convocar ese congreso tendrá lugar el próximo martes, 1 de marzo.

Todo ocurría por la guerra interna abierta el pasado jueves entre Casado y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tras filtrarse una supuesta investigación de espionaje de la dirección de los populares a la dirigente madrileña por las comisiones cobradas por su hermano a raíz de adjudicaciones realizadas por su propio Gobierno.

Pese a tratarse de un presunto caso de corrupción que afecta a Ayuso, y no a Casado, es este último el que ha perdido el control del partido después de quedar en evidencia su debilidad en el Comité de Dirección –el núcleo de máxima confianza del líder del PP– del lunes, que se prolongó durante nueve horas y que concluyó con la decisión de convocar una Junta Directiva Nacional –máximo órgano entre congresos– para la próxima semana.

“El momento de la responsabilidad”

En un goteo incesante, decenas de dirigentes populares decidieron este martes traicionar a su máximo jefe pese a deberle sus puestos a él o al que hasta ahora era su mano derecha, el ya exsecretario general, Teodoro García Egea.

Un dirigente de la confianza absoluta de Casado, el alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida, al que el líder del PP puso a dedo como candidato para la capital, en 2019, dimitía este martes como portavoz nacional del PP. El lunes no acudió al Comité de Dirección reunido por el presidente del PP para tratar de resistir al frente del partido y ahora trata de desvincularse de su dirección.

Uno de los casos más llamativos es el del presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, que este martes cedió a las presiones del resto de barones autonómicos –el líder del PP solo cuenta con el apoyo de la navarra Ana Beltrán, su vicesecretaria de Organización– y abandonó a Casado y a García Egea. A este último le debe el puesto, ya que fue este, también murciano, quien negoció personalmente con tránsfugas de Ciudadanos y Vox para tumbar la moción de censura que presentaron contra López Miras el partido de Arrimadas y el PSOE, en la primavera del año pasado.

“Es el momento de la responsabilidad. El PP está por encima de todo, y como presidente del PP de Murcia tengo que respetar a los miles de militantes”, dijo el dirigente murciano en una rueda de prensa en la que calificaba la crisis interna que vive el partido de “insostenible”.

Los portavoces en el Congreso y el Senado

Entre los dirigentes más cercanos a Casado, le han abandonado dos vicesecretarios –máximos responsables de área–. Se trata de la del ámbito social, Ana Pastor, y el de Participación, Jaime de Olano, ambos gallegos y cercanos al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que se ha erigido en el principal referente interno ante la apertura en canal del partido. Ambos ya expresaron el lunes, durante el Comité de Dirección, su deseo de que Casado convocara un congreso extraordinario con urgencia, para elegir a su sucesor, como acabó anunciando este martes.

También ha roto con Casado su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, a la que Casado colocó en ese puesto en agosto de 2020, tras cesar en el cargo a la dirigente crítica Cayetana Álvarez de Toledo. Ella era la única integrante de la dirección del PP que en el XIX congreso que encumbró a Casado apoyó a su rival interna, Soraya Sáenz de Santamaría. Casado confió en ella para ser la cara visible del partido en la Cámara Baja y tratar de dar un perfil más moderado a la acción de los populares, pero ella le ha abandonado en plena crisis interna.

Más llamativo es el caso del portavoz en el Senado, Javier Maroto, que apoyó a Casado desde el primer minuto en el que anunció su pretensión de convertirse en líder del PP. Como Gamarra, Maroto fue vicesecretario de la primera dirección del líder popular . Víctima del fracaso del PP en las elecciones generales de 2019, al no conseguir ser diputado por su circunscripción, Álava, Casado buscó encaje al dirigente vasco en el Senado, aunque para ello ideó su empadronamiento en Castilla y León, en la localidad de Sotosalbos, y después hizo que la mayoría popular en las Cortes castellanas y leonesas lo eligiese senador por designación autonómica.

El pasado jueves, Maroto fue uno de los dirigentes populares que mostró públicamente su apoyo a Casado a través de Twitter, algo que también hicieron otros diputados y senadores. Este martes, el líder del PP ya no contaba con su respaldo. “Ratifico de nuevo hoy la exigencia que ya expresé ayer en el Comité de Dirección Nacional del PP para que se celebre un congreso extraordinario de forma urgente. Lo necesita el PP y lo necesita España”, apuntó Maroto en un mensaje en Twitter.

Otro grupo de dirigentes del Grupo Popular en el Congreso suscribieron a media mañana de este martes un comunicado conjunto pidiendo la destitución inmediata de García Egea, y la convocatoria de un congreso extraordinario, rompiendo así también con Casado. Se trata de miembros de la dirección del partido en la Cámara Baja, nombrados directamente por el líder del PP.

Llama la atención que en ese grupo esté Pablo Hispán, porque él fue el jefe de Gabinete de Casado durante varios años, hasta el pasado mes de mayo. También choca que entre los firmantes esté Adolfo Suárez Illana, que acompañó al hasta ahora presidente del PP en toda su trayectoria al frente del partido y al que Casado recompensó dándole la presidencia de la fundación de la formación popular, Concordia y Libertad, así como una secretaría en la Mesa del Congreso que incrementa considerablemente su sueldo como diputado.

En el grupo que ha traicionado a su máximo jefe están Guillermo Mariscal, secretario general del PP en el Congreso, y otros miembros de la dirección de Casado como Ignacio Echániz, portavoz adjunto en la Cámara Baja, al igual que Mario Garcés. Este último fue especialmente duro con García Egea. “Ni un día más. Pido el cese inmediato de Teodoro García Egea y la convocatoria urgente de un Congreso Extraordinario. Y pido que nos sumemos todos. Es el final de una forma indeseable de hacer política en manos de una persona que nunca debió ser Secretario General del PP”, zanjó en Twitter. El documento solicitando la salida de García Egea también fue firmado por la diputada Sandra Moneo.

La guerra abierta en el PP provocaba este martes dos dimisiones de la dirección de Casado, las de la diputada por Valencia Belén Hoyo, que formaba parte del Comité de Dirección, y reclamó en la reunión de ayer con Casado la dimisión de García Egea; y la de la diputada gallega Ana Belén Vázquez, hasta ahora secretaria nacional de Emigración del PP y portavoz de Interior en el Congreso.

Su perfil bronco, con un discurso cercano al de Vox en el Congreso, gustaba especialmente a Casado, que fue quien la aupó en todos sus cargos. Este martes, ella renunciaba. “Como responsable del PP en el Exterior pongo mi cargo a disposición del partido y presento mi dimisión. Quiero agradecer a Casado la confianza depositada y que seguí apoyando hasta el pasado jueves, pero visto que no hay cambios, toca irse! Y tras escuchar a muchos afiliados dimito”, aseguraba Vázquez en un mensaje en su cuenta de Twitter.

En declaraciones a los medios, en el Congreso, explicó después que la dirección del partido “tiene que convocar un congreso extraordinario” para frenar la “sangría constante” de simpatizantes que a su juicio está sufriendo el partido. “Son los peores momentos del PP. Hay que hacer un cambio de rumbo urgente e inmediato para intentar volver a tejer este partido, el único que es la alternativa a Pedro Sánchez”. Tras pedir disculpas a los votantes por el “espectáculo” de estos días, Vázquez ha insistido en que Casado debe “escuchar a las bases”, que están expresando su “cabreo”. “El partido tiene que estar por encima de las personas”, subrayó.

Fran Hervías, al que Casado y García Egea rescataron de los restos de Ciudadanos para pilotar el asalto a su antiguo partido, y que en su día fue la mano derecha de Albert Rivera, también rompió este martes con Casado. “Es la hora de los afiliados. Toca unidad y fuerza, más que nunca. El enemigo es el sanchismo y toca ganarle en las urnas. Como un afiliado más, seguiremos trabajando para conseguirlo”, sostuvo él en las redes sociales.

En la misma línea se manifestó la portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, a la que Casado aupó como portavoz en el Congreso al principio de su mandato. Se trata de una dirigente muy cercana a la exsecretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, y fue precisamente esa vinculación con la dirigente cuyo apoyo fue decisivo para que Casado ganara las primarias, la que hizo que este le incluyera en puestos de responsabilidad.

“Ayer [por este lunes] pedí celebrar urgentemente, sin enrocamiento, un Congreso Extraordinario para salir de esta grave situación. Ante la inacción, insisto en esta exigencia. No podemos alargar más la agonía que vive el partido. El PP y los españoles no se merecen esto que está ocurriendo”, tuiteó ella, en un mensaje idéntico al difundido por Cuca Gamarra este martes por la tarde.

A ella se ha unido la 'número dos' del Grupo Popular en el Senado, Salomé Pradas, del PP valenciano; así como el vicepresidente del Grupo Popular Europeo, Esteban González Pons, que cree que el proyecto del PP tiene que ser “reseteado” y “acabar con el caos lo antes posible” porque cree que en este momento “la locura” se ha adueñado de su formación. También Andrea Levy, hasta ayer presidenta del Comité de Garantías del partido. “Tal como solicité ayer después de presentar mi renuncia en el Comité de Dirección, pido la convocatoria de un Congreso Extraordinario. ¿A qué se está esperando? Lamento con mucho dolor y tristeza el espectáculo dado estos días. No lo merecen nuestros afiliados ni nuestro país”, tuiteó este martes.

Otros miembros de la dirección de Casado que han pedido adelantar el Congreso para cesar a su máximo jefe son la secretaria de Sostenibilidad, Carmen Navarro y el secretario de Márketing Electoral, César Sánchez.

Del total de 88 diputados que tiene el PP en el Congreso, 49 pidieron este martes un congreso extraordinario. Entre los que la semana pasada, nada más estallar la guerra interna, se pronunciaron a favor de Casado, pero que este martes quisieron dejar clara su ruptura con su hasta ahora líder, están Agustín Almodóbar, Vicente Betoret, Eduardo Carazo, Diego Gago, Alicia García, María José García-Pelayo, José Alberto Herrero, Ricardo Torno, Macarena Montesinos, María Jesús Moro, Pedro Navarro, María Auxiliadorra Pérez, Juan Diego Requena, Carmen Riolobos, Carlos Rojas, Rosa Romero, Luis Santamaría y Elvira Velasco.

Parlamentarios que no se habían pronunciado a favor del líder pero también le reclaman un paso atrás son Javier Bas, Juan Antonio Callejas, Elena Castillo, Juan Manuel Constenla, Mario Cortés, Soledad Cruz-Guzmán, Celso Luis Delgado, Carolina España –que hasta este martes conservaba en el fondo de su perfil de Twitter una foto con Casado–, Óscar Gamazo, Joaquín María García, Marta González –que fue vicesecretaria en la primera dirección del líder del PP–, Beatriz Jiménez, Sebastián Ledesma y Tristana María Moraleja.