La justicia reabre el caso del coronel de la Guardia Civil denunciado por vejar a tres subordinadas

El Tribunal Militar Central ha corregido al juzgado castrense que archivó la denuncia contra un coronel de la Guardia Civil por vejaciones a tres subordinadas. Ha ordenado reabrir el caso y tomar declaración al mando denunciado por abuso de autoridad y discriminación por razón de sexo, atentado contra los derechos fundamentales y extralimitación en el uso del mando.

En un auto al que ha tenido acceso eldiario.es, el tribunal más alto de la jurisdicción militar anula el archivo “por no ser conforme a Derecho” y ordena que se investiguen los hechos porque entiende que estos necesitan “una mayor aclaración y comprobación”.

La agente Pilar Villacorta presentó la denuncia el pasado mes de noviembre. Los hechos descritos ocurrieron durante unas prácticas de tiro, en la que la denunciante y otras dos mujeres participaban con el permiso de no usar chaleco antibalas, porque solo tenían modelos para hombre que les quedaban grandes.

Cuando los agentes masculinos terminaron el ejercicio, las tres mujeres fueron obligadas a quedarse 45 minutos más hasta la llegada del coronel Luis Antonio del Castillo, quien dijo que les iba a enseñar a colocarse el chaleco. El mando, acompañado de otros cuatro hombres, intentó ajustarles los velcros del chaleco.

A pesar de las advertencias de las agentes de que el chaleco no les valía, de que “no era adecuado en talla y forma”, Del Castillo no cesó. En total, 23 minutos de trato “humillante” en el que cinco hombres se afanaban por ajustar las prendas a las mujeres, oprimiendo su pecho e ignorando sus quejas.

No se ha investigado lo suficiente

Villacorta denunció, pero el juez militar Miguel Rodríguez de Paterna archivó los hechos. Ahora el Tribunal Central militar corrige esa decisión al entender que no se ha investigado suficientemente la actuación del coronel, que podría ser constitutiva de delito. No se tomó declaración ni a la denunciante ni al denunciado.

La reapertura del caso surge tras el recurso de queja presentado por el abogado de la denunciante, Mariano Casado. Con esa herramienta, que permite apelar a un órgano judicial superior, el letrado destaca que el juez no motivó el archivo, no llevó a cabo ninguna investigación y cerró el asunto “de forma precipitada en infundada”.

El juez que desestimó la denuncia aseguró en su auto que “el hecho de que ella (la denunciante) se sintiera humillada no justificaba, por sí solo, la apreciación de ese ataque”. Añadió que la “actitud” de los hombres encargados de ajustar el chaleco a las agentes “no es un hecho que pueda menoscabar la dignidad de la persona, aunque aquellas fueran mujeres y estos hombres”.

“El coronel ordena repetir un ejercicio, que no se había realizado como estaba ordenado, y difícilmente puede considerarse atentatorio a la dignidad de la persona”, escribió el juez. El tribunal le recrimina que no se juzga la repetición del ejercicio, sino las condiciones en las que se produjo esa repetición y si hubo en ella “trato degradante o humillante”.

Tras recordar que el trato humillante aparece recogido en varias sentencias del Supremo, el tribunal concluye que, en este caso, “existen aspectos que necesitan una mayor aclaración y comprobación”. No se ha aclarado, recoge el auto, si en ese ejercicio de tiro se atentó contra la dignidad de la denunciante y las otras dos agentes.

Para determinarlo es necesario tomar declaración al coronel, a Villacorta -vocal de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC)- y a todos los participantes en el ejercicio, además de “practicar todas aquellas pruebas que se estimen convenientes”. La decisión se ha trasladado al juzgado militar para que retome la investigación, y se ha notificado también al fiscal del caso, que se opuso a su reapertura, advirtiéndole que no cabe recurso contra el auto.