El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha rechazado la pretensión del juez Elpidio Silva de que los correos electrónicos de Miguel Blesa durante su etapa al frente de Caja Madrid sean incorporados a la causa que se sigue contra el magistrado. Se trata de la primera decisión de un tribunal al respecto después de que salieran a la luz las comunicaciones mantenidas por el exbanquero desde su correo corporativo, y que describen una mecánica de favores que podrían ser constitutivos de delitos, a juicio de la defensa de Silva.
Elpidio Silva había recurrido la decisión del juez instructor, Jesús Gavilán, de rechazar la incorporación de los correos a la causa por considerarlos irrelevantes y porque afectarían al derecho a la intimidad de Blesa. El magistrado considera clave el contenido de esos correos para razonar las decisiones que tomó respeto al banquero y que a punto están de sentarle en el banquillo de los acusados por prevaricación, contra la libertad individual y retardo malicioso. Ahora, el TSJM acuerda desestimar el recurso de la defensa de Silva.
Dos juzgados de Madrid mantienen paralizadas otras tantas investigaciones que afectan a Blesa por su gestión al frente de Caja Madrid. Recientemente, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional acordó investigar a Blesa por la venta de las preferentes. Es previsible que en las próximas semanas el juez Fernando Andreu llame a declarar al exbanquero proximamente en el marco de esta pieza separada del 'caso Bankia'.
El TSJM centra su decisión en el hecho de que los más de 8.000 correos electrónicos no afectan a la causa que sigue contra Silva y que solo los referentes a la compra del City National Bank of Miami por parte de Caja Madrid tendrían utilidad en otra causa, pero no en la que se produce el recurso.
La defensa de Silva se quejaba en su recurso de que Gavlián cambió de criterio en cinco días, declaración de Blesa mediante. En la misma, el exbanquero decía que esas comunicaciones pertenecían “a la esfera” de su intimidad. El TSJM, por el contrario, asegura que el instructor no cambió de opinión sino que retrasó su decisión sobre la incorporación de los correos a haberlos examinado y que cuando lo hizo, rechazó tal posibilidad.
En este sentido, los abogados de Silva alegaron que resulta imposible que en tan poco tiempo el instructor examinara más de 8.000 correos electrónicos. Para los jueces de la Sala de lo Civil y Penal del TSJM , la sospecha constituye “una manifestación gratuita”. En esta línea, respalda el argumento de Gavilán que afirmó en su auto que “la lectura completa e íntegra de todos los correos, aparte de innecesaria es obvio que excedería incluso del tiempo que lleva instruyéndose” la causa contra Silva. Con examinar la materia de las distintas carpetas que contienen los correos y comprobar que eso no afecta a las acusaciones contra Silva fue suficiente, según la decisión del instructor, ratificada ahora por la Sala.