La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía colocó cámaras y micrófonos en una de las oficinas del empresario castellanoleonés José Luis Ulibarri ante las prevenciones que este adoptaba a la hora de mantener conversaciones telefónicas. Fue el último cebo que colocaron los investigadores a quien consideran el principal cabecilla de la trama Enredadera una supuesta organización delictiva para amañar concursos públicos.
Tal y como consta en el sumario los agentes sembraron de micros y cámaras el bajo del número 95 de la calle Ayala, en Madrid, sede de Utebo, la empresa que usaba junto a su socio Ángel Luis García para participar en concursos de obra pública. La medida la solicitó la unidad especializada en delincuencia económica de la Polícía con urgencia el pasado 11 de abril, después de que los agentes interceptasen varias conversaciones de García sobre una reunión prevista para el 13 de abril entre él, Ulibarri y uno de los responsables de Valoriza, Óscar Elvira, mercantil que había absorbido a Gespol.
Según relataba García a su mujer en una conversación pinchada el 9 de abril, iban a firmar un contrato por un millón de euros. En una conversación con otro empresario al día siguiente, se refiere al concurso de la red semafórica de Burgos, por un millón de euros al año, mientras que en otras habla de contratos en Villaquilambre (León). Los agentes solicitaron la entrada en Utebo para colocar los dispositivos de grabación dado que Ulibarri se resistía a hablar por teléfono. “Teniendo en cuenta que el investigado José Luis Ulibarri Cormenzana ha sido procesado en ocasiones anteriores, son recurrentes las conversaciones en las que advierte a sus interlocutores que los temas más sensibles deben ser tratados en persona. De ahí que consten en la causa indicios suficientes para sospechar fundadamente que la conversación que se produzca tendrá una relevancia fundamental para la determinación de los hechos delictivos investigados y las personas implicadas”.
Un solo agente instaló los dispositivos en la oficina
La Fiscalía apoyó la petición de la UDEF y el juez acabó autorizándola. Un solo agente adscrito a la unidad especializada de intervenciones técnicas fue el encargado de acceder a las instalaciones de Utebo entre las 00.00 y las 06.00 de los días 12 y 13 de abril. Antes la UDEF tuvo que solicitar al juez un mandamiento para que la empresa de seguridad desconectase la alarma. El 13 de abril, el inspector jefe comunicó al juez que la reunión esperada se había producido, y que necesitaba una nueva autorización para que el agente que había instalado los dispositivos de vigilancia pudiese retirarlos ante el riesgo de que pudiesen ser detectados, así como una nueva autorización judicial a Securitas para que desconectase la alarma. La nueva entrada en las oficinas se produjo entre las 00.00 y las 06.00 de los días 16 y 17 de abril.
Lo que ocurrió durante esa reunión del 13 de abril se volcó en dos dvd's, si bien el informe correspondiente de su contenido no se ha incorporado todavía al sumario.