La Unión Europea (UE) impuso hoy sanciones a 21 rusos y ucranianos por amenazar la integridad territorial de Ucrania en su región autónoma de Crimea, a la vez que rechazó de forma unánime el referendo celebrado para anexionar ese territorio a Rusia.
“La UE no reconoce el referendo ilegal ni sus resultados”, afirmaron los ministros de Asuntos Exteriores de la UE, reunidos este lunes en Bruselas, y determinados a enviar un mensaje contundente a Rusia por la presión política y militar que ejerce en esa región ucraniana.
La primera medida acordada por los ministros ha sido restringir los visados y congelar los bienes en territorio comunitario de 13 rusos y ocho ucranianos que consideran responsables de la inestabilidad de la región, aunque sus identidades se conocerán cuando sean publicadas más tarde en el Diario Oficial de la Unión.
Fuentes diplomáticas confirmaron que en esa “lista negra” figuran los nombres de parlamentarios y militares rusos y ucranianos.
En sus conclusiones finales, la UE no ha querido cerrar las puertas a la negociación y le ha señalado a Moscú que “todavía tiene tiempo para revertir la situación actual” y “oportunidades para evitar una espiral negativa”.
Los Veintiocho aseguraron, en su declaración final, que la Unión “está preparada para entablar un diálogo constructivo con las partes” y también con desarrollar sus relaciones con Moscú, en base a los intereses mutuos y el respeto de la ley internacional.
Esa ha sido la única respuesta que los europeos han dado por el momento a la propuesta lanzada este lunes por el ministerio ruso de Asuntos Exteriores de crear un “grupo de apoyo” multilateral para resolver la crisis ucraniana.
El 96,77 % de los crimeos que participaron en el referéndum del domingo votaron a favor de la reunificación con Rusia, y hoy el Parlamento de Crimea aprobó una resolución por la que se declaró independiente de Ucrania y pidió oficialmente su adhesión a Moscú.
Los Veintiocho denunciaron que esa consulta popular se realizó en medio de “una visible presencia de militares bajo condiciones de intimidación a los activistas civiles y periodistas, desconectando los canales de televisión ucranianos y obstruyendo el tráfico de entrada y salida de civiles de Crimea”.
Los países de la Unión también advirtieron a Rusia de que “no se anexione Crimea” ni siga “desestabilizando la situación en Ucrania”, ya que ello le llevaría a “consecuencias adicionales para las relaciones (con Bruselas y la UE) en variadas y amplias áreas económicas”.
Sobre la posibilidad de suspender la cumbre UE-Rusia prevista para junio, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, apuntó hoy a que “serán los Jefes de Estado y de Gobierno los que lo decidan” en su reunión de esta semana.
No se descarta que en esa reunión, los líderes europeos amplíen esa lista de sancionados.
Las medidas restrictivas impuestas este lunes siguen la senda trazada por los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE, cuando el 6 de marzo acordaron una primera ronda de sanciones contra Rusia mediante la suspensión de la negociación para liberalizar visados y para un nuevo acuerdo marco.
Bruselas ya avanzó entonces que a estas sanciones les seguirá una tercera fase de medidas restrictivas, si no mejora la situación, en las que se contemplan opciones que pueden tener “consecuencias” para las relaciones entre la UE y Rusia en diversas áreas económicas.
Los ministros, además de abordar la situación con Moscú, trataron sobre sus relaciones con Kiev, y celebraron la propuesta de la Comisión Europea de eliminar temporalmente los aranceles a los productos ucranianos, así como la firma prevista para el próximo viernes en Bruselas de los capítulos políticos del acuerdo de asociación ofrecido por la UE a ese país.
También declararon que la Unión está dispuesta a apoyar financieramente a Ucrania, para lo que la CE ya propuso un paquete de ayudas de al menos 11.000 millones de euros, y señalaron que el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) será “crítico” para desplegar la asistencia comunitaria.
En esa línea, pidieron a Kiev que emprenda “urgentemente” reformas estructurales, en particular por lo que se refiere a la lucha contra la corrupción y para reforzar la transparencia del gasto fiscal.
En otro punto, los ministros confirmaron que la UE está preparada para ayudar a garantizar el suministro de energía a Ucrania a través de mayor diversificación, eficiencia energética e interconexiones eficaces con la Unión.
Los ministros elogiaron igualmente la respuesta “comedida” del Gobierno interino ucraniano, al que animaron a impulsar un proceso político inclusivo, celebrar elecciones “libres y justas” y avanzar en la reforma constitucional, además de a investigar las violaciones de derechos humanos y la violencia en el país y a proteger a las minorías.