El grupo Unidos Podemos-En Comú-En Marea tiende por su propia composición y naturaleza a albergar discrepancias internas. Tanto por el fondo como por las formas. Pero en ocasiones se logra un consenso más o menos amplio. El movimiento de Compromís de apelar a un entendimiento entre el PSOE y el grupo confederal, con llamamientos a ambos, ha provocado una reacción de unanimidad de rechazo a la coalición valenciana y reproches por las que consideran las auténticas motivaciones de la propuesta, que nada tienen que ver con la moción de censura que comenzará a debatirse el próximo 13 de junio.
El enfado con la coalición valenciana con sus socios, tanto a nivel regional como estatal, es notable. La propuesta fue lanzada por el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, y secundada por la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, que comparte Gobierno con el socialista Ximo Puig.
Puig ha sido uno de los barones socialistas que apoyó a Susana Díaz en las primarias socialistas. Y perdió, lo que podría dejarle en una posición de debilidad con un Gobierno en minoría que depende no solo de Compromís, también de Podemos.
El partido liderado por Pablo Iglesias ha comunicado este mismo fin de semana el resultado de su propio proceso interno en el País Valenciá. Su nuevo secretario general, Antonio Estañ, aseguraba este mismo jueves en La Sexta que Compromís tiene “cierta necesidad de proteger al PSOE y a Puig” para sostener al Gobierno regional. Estañ ha puesto en el punto de mira el Acord del Botànic, el pacto que permitió desalojar al PP de la Generalitat, que considera que no se está cumpliendo.
El nuevo portavoz del PSOE en el Congreso, José Luis Ábalos, es precisamente uno de los principales críticos en la región con Puig. Y ya ha dicho que Sánchez no tiene intención de reconsiderar su apoyo a la moción.
Aunque Baldoví se esmeró tras el primer momento en situar la responsabilidad primera en el PSOE, Oltra apeló en una entrevista más a Podemos que al PSOE para que retirara su moción de censura a la espera de que Pedro Sánchez se haga formalmente con las riendas del partido en el congreso que el partido celebrará el fin de semana siguiente a que se vote la moción de censura. “Hay que aplazar la moción de censura a Rajoy hasta que haya posibilidades de sacarla adelante”, aseguraba la líder de Compromís.
Distintas fuentes de Unidos Podemos consultadas por eldiario.es, creen además que Compromís ha buscado un protagonismo mediático que, creen, ha perdido en esta legislatura. A diferencia de la fallida de 2016, el trabajo parlamentario diario ha terminado restando visibilidad a Compromís dentro del Grupo Mixto.
La respuesta a la propuesta de los diputados valencianos fue inmediata, tal y como adelantó eldiario.es:“No vamos a dar ni un minuto más a Rajoy”.
El portavoz de En Marea en el Congreso, Antón Gómez Reino, reprochaba en una entrevista en La Sexta que Compromís tiene “más cuidadoso en las formas con el PSOE que con los que somos sus aliados” y que están “más preocupado de la vida orgánica que de construir la gran alternativa al PP”. “Nuestra única atadura, no sabemos cuál puede ser la de los compañeros valencianos, es con la gente”, zanjaba Gómez Reino.
En Unidos Podemos-En Comú-En Marea ha sentado muy mal que el anuncio de Compromís se hiciera por la prensa. Baldoví intentó durante el jueves, tras hacerse pública la noticia, hablar con la portavoz del grupo confederal, Irene Montero. Sin éxito. Finalmente pudo hacerlo con el portavoz de En Comú, Xavi Domènech, quien reiteraba en un tuit que cree que no se puede “esperar”.
En Compromís mantienen su posición. Según ha constatado eldiario.es el grupo valenciano cree que la moción solo tiene sentido si se presenta cuando se den las mayorías necesarias para aprobarla. Es una posición que la coalición mantiene desde que se anunció la iniciativa el pasado mes de abril pero que hasta ahora no se había explicitado.
Desde Compromís recuerdan que Unidos Podemos tampoco les avisó cuando anunciaron la moción y que solo han mantenido con ellos una reunión. Fuentes del grupo rechazan motivaciones “valencianas” en su movimiento. Y constatan dos hechos. Primero, que el PSOE no tiene dirección política. “Esperar a que la tengan es una de las diferencias fundamentales” con la propuesta que lanzó Podemos el lunes. “Sería razonable esperar a su congreso”, apuntan.
Además, consideran que su propio ejemplo es muestra de su “capacidad de liderar acuerdos”. Ponen como ejemplo el del Botánico, pero también el Acuerdo del Prado, un intento desesperado en abril de 2016 para sentar en la mesa de negociaciones a Podemos y PSOE cuando todo apuntaba a una repetición electoral.
En Compromís lamentan que “ha habido titulares que no se ajustaban a la realidad” en relación a su anuncio. “Cuando decimos que el primer paso lo tiene que dar el PSOE, lo que estamos interpretando es que si Sánchez ha ganado y él dice que Rajoy no puede seguir, lo lógico es que tomen la decisión de echar a Raoy a través de una moción”. “La pelota está en el tejado del PSOE”, zanjan.