Venezuela y Uruguay se desmarcaron hoy del mensaje conciliador enviado esta semana por el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la crisis abierta con Marruecos a raíz de la expulsión de buena parte del personal civil de la misión de Naciones Unidas en el Sáhara Occidental (Minurso).
Los dos países latinoamericanos del Consejo de Seguridad salieron hoy al paso de una declaración efectuada el martes por el presidente de este órgano, el japonés Koro Bessho, y dejaron clara la división que existe entre los quince miembros en torno a esta cuestión.
Bessho dijo entonces que el Consejo mostraba su satisfacción con el “progreso logrado hasta ahora y el esfuerzo de todas las partes para el retorno a la plena capacidad de la Minurso”
“Quiero dejar las cosas claras. Hubo consultas, pero el Consejo no llegó a conclusiones”, señaló hoy el embajador uruguayo en la ONU, Elbio Rosselli, quien dijo que algunos países efectivamente expresaron su satisfacción, pero que otros mostraron una opinión diferente.
Para Uruguay, no puede hablarse de progresos cuando ni siquiera se ha retornado a la situación que había el pasado marzo, cuando Rabat decidió expulsar a 73 empleados civiles de la Minurso en respuesta a unas palabras del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Por ahora, Marruecos ha aceptado el regreso de 25 de esos trabajadores, grupo que según la ONU forma parte de la primera fase de un retorno gradual de la misión a su “plena capacidad”.
El embajador venezolano, Rafael Ramírez, aseguró hoy que su país no está satisfecho con las gestiones que se han llevado a cabo hasta ahora para el regreso del personal expulsado y, especialmente, con el “ritmo” marcado por el propio Marruecos.
“Lamentablemente el presidente del Consejo de Seguridad expresó que el Consejo de Seguridad mostraba su satisfacción y eso no es verdad”, dijo Ramírez, que adelantó que va a pedir aclaraciones a Bessho.
Venezuela y otros países, subrayó, están “muy decepcionados” con la lentitud del retorno del personal y con la ausencia de cualquier “tipo de garantía” por parte de Rabat.
“Marruecos está apostando a ganar tiempo en un proceso que sigue violando la última resolución aprobada pidiendo la restauración de la Minurso”, insistió.
Según Ramírez, “algunos países intentan guardar silencio sobre el tema”, mientras que otros como Uruguay, Angola y Venezuela han dejado clara su “molestia” ante la “política de dilación por parte de Marruecos”.
Tanto el embajador venezolano como el uruguayo dijeron no haber recibido información sobre el supuesto acuerdo anunciado por la Secretaría General de la ONU y el Gobierno marroquí para garantizar la vuelta a la normalidad de la misión.
La ONU estableció en 1991 la Minurso con el fin de facilitar un referéndum sobre el futuro de la excolonia española, consulta que por ahora no se ha llevado a cabo.
Marruecos presentó una propuesta de autonomía para la zona en 2007 y considera que esa debe ser la base de la negociación, mientras que el Frente Polisario insiste en la necesidad de convocar cuanto antes ese referéndum.