¿Quiénes son los votantes arrepentidos del 20D?

La mayoría de los ciudadanos repetiría su opción electoral de haber conocido previamente cuál iba a ser el resultado de las urnas, pero un 15% de los encuestados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) reconoce que habría cambiado su comportamiento el 20 de diciembre de haber sabido el panorama que dejaban las urnas. De ellos, el 8% se habría ido a la abstención y un 5,3% declara que se habría decantado por otro partido. Los votantes de Ciudadanos e IU-Unidad Popular son los más dispuestos a irse a otras opciones.

Es uno de los datos que se desprende del barómetro postelectoral del CIS, que se ha publicado cuatro meses después de los comicios del 20D, justo el mismo día en el que el rey ha firmado el decreto de disolución de las Cortes y en el que se convocan unas nuevas elecciones. El sondeo no pregunta sobre qué opinan los ciudadanos del resultado electoral o sobre su preferencia de alianzas para constituir un Ejecutivo. No obstante, sí pregunta a los encuestados qué habrían hecho con su papeleta en el caso de saber con anterioridad el dibujo que dejaron las urnas.

El 14,3% de los encuestados que reconoce haber votado a Albert Rivera responde que “habría votado por un partido o coalición distinto al que votó” en el caso de que hubieran sabido que “los resultados de estas elecciones iban a ser los que han sido”. Es el porcentaje más elevado.

“Cuando se hizo la encuesta postelectoral -entre enero y marzo-, Ciudadanos estaba en un momento de expectativas frustradas. Tuvo peores resultados de los esperados”, explica el politólogo Lluís Orriols, que recuerda que en ese momento el partido naranja era “irrelevante en la aritmética parlamentaria”. “Si preguntáramos ahora, el resultado sería distinto”, agrega el profesor en la Universidad Carlos III, que cree que en ese cambio ha podido influir el pacto que firmó Rivera con Pedro Sánchez. “Han sido capaces de aguantar e incluso recuperarse”, agrega Orriols en relación a las encuestas que pronostican un mejor resultado para el 26J.

Le siguen de cerca los electores de IU-Unidad Popular: un 12,2% de los que votaron a la coalición de Alberto Garzón admiten que hubieran votado a otro partido. Un 6,5% de los votantes socialistas declara que hubieran modificado el nombre de su papeleta y, en el caso de Podemos, lo hace un 5,6%.

“Justo después de las elecciones se interpreta ese voto como inútil para las candidaturas que son perdedoras. Los partidos que aparecen como perdedores tienden a ser menos populares”, explica el politólogo Pepe Fernández-Albertos, que considera que también influye que tanto IU como Ciudadanos tengan “partidos cercanos más exitosos”. “Ciudadanos tiene al PP y al PSOE y a IU le aparece Podemos, que apareció como el gran ganador con 69 diputados”, agrega.

El partido de Pablo Iglesias tiene, de acuerdo a las respuestas en ese apartado, más arrepentidos que sus confluencias. Un 2,2% de los votantes de las candidaturas de En Comú-Podem y de En Marea reconocen que habrían elegido otros partidos con el resultado electoral. El resultado es mejor en el caso de Compromís-Podemos: solo un 1,5% de sus votantes se arrepiente de haberles votado con la aritmética que dejaron las urnas.

El politólogo Fernández Albertos considera que parte de ese resultado puede atribuirse a que la muestra del sondeo es muy reducida para el caso de las confluencias. “Forzando el argumento utilizado para los casos de Ciudadanos e IU, también se puede atribuir a que las confluencias ganaron porque sacaron mejores resultados que Podemos en conjunto”, explica.

El PP es el que consigue un porcentaje más bajo de arrepentidos. Solo el 1,4% de sus electores dice que habría votado a otra formación si hubiera sabido de antemano el resultado.