Apenas 48 horas después de la jornada electoral en Castilla y León, donde Vox consiguió multiplicar sus resultados y pasar de uno a 13 procuradores en las nuevas Cortes, la extrema derecha ha desplegado este martes en el Congreso su plan xenófobo a través de dos iniciativas que se han debatido en el Pleno y que no han logrado ni un solo apoyo, además del proponente –más Foro y UPN–, para ser aprobadas.
Todo ha sucedido mientras el partido de Santiago Abascal, decisivo para la gobernabilidad en Castilla y León, presiona al PP para entrar en un nuevo hipotético Ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco, el candidato popular a la reelección que logró ser la primera fuerza en las elecciones del domingo.
La formación de extrema derecha ha llevado al Pleno la toma en consideración de una ley para endurecer los requisitos de obtención de la nacionalidad española, que no ha contado con respaldos de otros grupos, ni siquiera del PP. Ha contado con 54 votos a favor y 292 en contra. Se trata de una modificación del Código Civil para, entre otras medidas, extender el plazo para la adquisición de la nacionalidad española por residencia en España. Vox se propone incrementar de 10 a 15 años el plazo general de residencia legal y continuada en España para la concesión de la nacionalidad.
El texto establece, además, una serie de circunstancias que los interesados deben acreditar para la concesión de la nacionalidad por residencia, como es el acreditar “buena conducta cívica y suficiente grado de integración en la sociedad española” o “estar en posesión de un certificado oficial de idiomas, acreditando un suficiente conocimiento de la lengua española”.
En cuanto a la adquisición de la nacionalidad por carta de naturaleza, la iniciativa plantea exigir unos requisitos “objetivos e inequívocos, limitando el margen discrecional del Gobierno, de tal manera que se facilite el control jurisdiccional de la actuación del ejecutivo en esta materia”.
“Los extranjeros delinquen más que los españoles”, según Vox
Durante el debate, el diputado de Vox Francisco José Peláez ha asegurado que “es estadísticamente incuestionable que los extranjeros delinquen más que los españoles”. Ha dicho, por ejemplo, que “la tasa de delincuencia de los marroquíes es 4,1 veces superior a la de los españoles, y la de los nigerianos, ocho veces superior”.
“El consenso progre intenta representar esta sobrerrepresentación en base a la pobreza, pero los españoles también fuimos pobres y no montábamos bandas de macheteros”, ha añadido. “La verdadera explicación es de carácter cultural, porque son inmigrantes que vienen de países más violentos”, ha concluido. También ha dicho que “la nación no puede estar abierta a cualquiera” y, citando a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que cargó contra Vox por vincular inmigración e inseguridad ciudadana, Peláez ha asegurado lo siguiente: “Decía la señora Ayuso que algunos de los Dominican Don't Play son españoles. Supongo que quería decir que tienen el DNI español. Para nosotros ser español es mucho más que tener un papel. Esas personas no hubieran debido tener nunca ese papel”.
A Vox le han respondido con contundencia todos los partidos. Miguel Ángel Gutiérrez, de Ciudadanos, ha acusado a la extrema derecha de querer “convertir la nacionalidad española en una carrera de obstáculos”. “De sobra es sabida su posición contra los extranjeros y contra el inmigrante”, ha añadido. Para él, la propuesta de Vox “esconde el miedo al diferente”. “Al que no es como ustedes, al distinto, al pobre. Lo que no quieren es que no haya españoles como ustedes”, ha remachado. “Son malas personas porque se ensañan con los que quieren tener una vida mejor”.
“Es una vergüenza que en una Cámara se aborden discursos propios de la Europa de entreguerras”, ha agregado el diputado de EH Bildu Ion Iñarritu, mientras Mikel Legarda, del PNV, ha considerado la propuesta de Vox “inoportuna e innecesaria”. “El discurso que se ha hecho aquí es claramente xenófobo”, le ha dicho el diputado del PDeCAT Genís Boadella, al parlamentario de Vox. E Isabel Franco, de Unidas Podemos, ha asegurado que fragmentos de la propuesta le recordaban a los textos sobre la “supremacía blanca” de Hitler.
También ha cargado contra Vox el PP en boca de la diputada María Jesús Moro, que ha dicho que la propuesta de la extrema derecha “ignora la Constitución” y “dificulta la integración”. Gemma Araújo, del PSOE, ha cerrado el debate considerando que el discurso del partido de Abascal “es racista y xenófobo”. “Están en contra de la igualdad, del que ve en nuestro país una oportunidad de desarrollarse como ciudadano pleno”, ha señalado.
Chantajes a países vecinos
Tras el debate de esta ley, el Pleno ha abordado otra iniciativa con el mismo cariz xenófobo, también planteada por Vox. Se trata de una proposición no de ley que propone suspender la expedición o concesión de visados de entrada en Europa “a todos los ciudadanos de países emisores de inmigración ilegal”, dice la extrema derecha.
Entre los ciudadanos afectados estarían los vecinos de Marruecos, Argelia, Túnez y Mauritania, siempre, como apunta Vox en su iniciativa, “en tanto en cuanto estos países no readmitan en sus fronteras a todos los inmigrantes ilegales devueltos por España”. “Nuestros recursos públicos tienen que ir primero a los españoles”, ha asegurado en el Pleno la diputada Rocío de Meer, que ha añadido que España vive un “proceso de desintegración”. Ella también ha recibido reproches del resto de grupos.
Los debates de estas iniciativas se producen tras el espectacular crecimiento de los votos a Vox en las elecciones de Castilla y León que han endurecido las posiciones de la extrema derecha y le han fortalecido respecto a su relación con el PP, la formación con la que pelean desde hace años por el mismo electorado de derechas.
Este lunes, el candidato de Vox a la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, insistía en que su formación exigirá entrar en el Gobierno de Castilla y León si el PP quiere contar con su apoyo para la investidura de Mañueco: “El resultado de las elecciones nos dice que tenemos el derecho y el deber de integrar el próximo gobierno de Castilla y León”, aseguraba García-Gallardo.
Discrepancias internas en el PP
Vox recomienda al Partido Popular “que abandone toda esperanza” de que vayan a “regalar” sus votos con una abstención en favor del candidato a la reelección. “Si alguien quería que le regalásemos los votos al PP, que hubieran votado al PP”, afirmaba ayer el dirigente de la extrema derecha, durante la rueda de prensa para valorar los resultados de los comicios del domingo.
El PP de Pablo Casado intenta sin embargo desembarazarse de Vox y que un hipotético pacto con la ultraderecha lastre el discurso de mayorías que intenta construir en el largo camino a la Moncloa que le han diseñado sus estrategas. Pero el PP regional que preside Mañueco hace gala de su independencia y se reserva el mando total de las negociaciones, así como la decisión final sobre sus socios.