Vox ha tardado diez días en reaccionar al beso no consentido que Luis Rubiales dio a Jenni Hermoso tras el triunfo de la selección española de fútbol y lo ha hecho para defender al presidente de la Federación mientras pide la dimisión del Gobierno. “Denunciamos la cacería política y mediática a la que se está sometiendo personalmente al señor Rubiales”, han publicado. Seguidamente, el partido de extrema derecha menciona la ley del sí es sí acusando a “quienes la han promovido causando la excarcelación masiva de delincuentes sexuales”.
A través de un hilo en esta red social, Vox deja claro que —en su opinión— la polémica ha sido generada por “el Gobierno de Sánchez y sus terminales mediáticas para ocultar los grandes problemas en los que está sumida España”. Además, dejan entrever que el beso de Rubiales fue fruto de una “grosería o mala educación”: “Con sentido común se puede distinguir lo que es una grosería o mala educación de lo que es un delito”.
Como pronunció Rubiales en su discurso ante la Asamblea General Extraordinaria el pasado 25 de agosto, Vox también habla del “falso feminismo” afirmando que es “una lucha en la que estamos solos y que, una vez más y por desgracia, teníamos razón”. El partido de Abascal pide así la dimisión del gobierno de coalición, no por el beso de Rubiales al que le achaca la culpa, sino por “haber puesto en libertad a cientos de depredadores sexuales que ya están empezando a reincidir”.
Acaban su comunicado denunciando el “comportamiento grosero del señor Rubiales”, que señalan que es “incompatible con la presidencia de una Real Federación, un puesto que exige una altura que evidentemente el señor Rubiales no ha tenido”.
Almeida critica la “deplorable” actitud de Rubiales y carga contra la “sobreactuación de la izquierda”
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida ha calificado el comportamiento de Rubiales en el Mundial de fútbol femenino como “deplorable” e “incompatible” con el cargo que ocupa. “Me parece absolutamente deplorable el comportamiento del presidente de la Federación en la final de fútbol, tanto los gestos que hace en el palco como el comportamiento con Jenni Hermoso”.
Ha cargado también contra la “sobreactuación de la izquierda” en relación al beso de Rubiales a Hermoso, y ha dicho que son hechos “lamentables pero incompatibles con la forma de entender el feminismo de la izquierda y perjudica una cuestión que debería unir a toda la sociedad”.
En concreto, ha censurado la actitud de la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, por acudir a la manifestación en apoyo a Hermoso mientras “vota a favor de la ley del 'solo sí es sí'”. Por ello, ha pedido a Díaz que se preocupe “por las más de 1.000 víctimas de agresiones sexuales” que han visto cómo sus agresores han visto rebajadas sus penas.
“Hay que condenar las conductas y el comportamiento de Rubiales, pero es el mismo presidente que hizo una fiesta en Salobreña con mujeres jóvenes y este Gobierno no dijo nada (...) Es urgente acabar con todos los comportamientos machistas pero es importante para el feminismo acabar con la hipocresía moral”.