Vox celebra este sábado su asamblea general ordinaria, en la que Santiago Abascal será proclamado de nuevo presidente para otros cuatro años con un mayor control sobre el partido y se reivindicará como “la alternativa” al Gobierno de coalición y al “consenso progre”.
El cónclave votará modificaciones en los estatutos que reforzarán el poder del Comité Ejecutivo Nacional y su control sobre los comités provinciales, así como las cuentas del ejercicio de 2019.
Abascal reeditará su cargo tras ser la única candidatura que ha obtenido los 4.941 avales necesarios en las elecciones internas de febrero, un proceso que denunciará en los tribunales VoxHabla por irregularidades y “tácticas mafiosas” por parte de la dirección.
La corriente crítica liderada por Carmelo González aprovechará la asamblea para reunirse con representantes de Vox de diferentes zonas y tratar de sumarles a su plataforma, cuyo objetivo es la “democratización” del partido.
Desde este sector, se ha hecho un llamamiento a los afiliados para que no voten a favor de los nuevos estatutos que ven como una forma de “perpetuar” a la actual cúpula.
Sin embargo, todo apunta a que la reforma saldrá adelante y el equipo de Abascal saldrá aún más fortalecido de la asamblea, que tendrá lugar a puerta cerrada en la plaza de toros de Vistalegre con la participación de los 665 cargos electos y los alrededor de 700 cargos orgánicos del partido.