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Wickremesinghe, el político de siete vidas que preside ahora Sri Lanka

Colombo —

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Colombo, 15 jul (EFE).- Han tenido que pasar más de siete décadas, una guerra civil y la peor crisis de la historia de Sri Lanka para que Ranil Wickremesinghe se convirtiera, aunque de manera interina, en el presidente de la nación insular, cumpliendo una ambición que guardó por años.

De 73 años, Wickremesinghe es uno de los políticos activos de mayor trayectoria en la historia de esta nación desde su independencia del imperio británico en 1948. Su paso hoy a la Jefatura de Estado ocurre en medio de una tumultuosa crisis institucional y económica que mantiene las calles agitadas por las manifestaciones, y sin la gloría que probablemente imaginó.

Wickremesinghe tomó este viernes posesión como presidente interino de la nación en un discreto evento en presencia del presidente del Tribunal Supremo esrilanqués, Jayantha Jayasuriya, horas después de que se oficializase la dimisión del presidente electo en 2019, Gotabaya Rajapaksa.

El cinco veces primer ministro de Sri Lanka ha estado al menos siete veces a un paso de la máxima jefatura de estado, incluyendo sus dos intentos como candidato a la Presidencia de Sri Lanka, en 1999 y 2005, por su formación, el Partido Nacional Unido (UNP).

La última vez fue el pasado mes de mayo, cuando una revuelta social por la grave crisis económica que atraviesa Sri Lanka, y la dimisión de varios miembros del gabinete del entonces presidente Gotabaya Rajapaksa, derivaron en la nominación de Wickremesinghe como nuevo primer ministro, justo cuando parecía que su carrera política estaba en su ocaso.

Este nombramiento no detuvo sin embargo la agitación civil en el país, que fue en aumento en las semanas siguientes con el agotamiento de las reservas internacionales de combustible, un profundo endeudamiento y urgido de liquidez para adquirir medicinas y alimentos.

El pasado sábado, en la jornada más crítica de las manifestaciones, Gotabaya Rajapaksa y Wickremesinghe fueron obligados a abandonar sus residencias tras el asalto de miles de manifestantes exigiendo su renuncia.

Aunque ambos comunicaron ese mismo día que presentarían sus renuncias para permitir la formación de un nuevo Gobierno que devolviera la confianza de la nación y los acreedores, solo Gotabaya Rajapaksa confirmó el lunes que mantenía en pie su decisión.

Gotabaya Rajapaksa, que abandonó el país el pasado miércoles con destino al archipiélago de Maldivas, y desde allí abordó un vuelo a Singapur, relegó sus facultades en Wickremesinghe, que tomó las riendas como presidente en funciones.

Esta mañana, una vez que se autenticó la carta de dimisión enviada por Gotabaya Rajapaksa desde Singapur a través de un enviado diplomático, el líder del Partido Nacional Unido, primero en la línea de sucesión a la presidencia, quedó legalmente facultado para ocupar la Presidencia hasta que el Parlamento elija un nuevo mandatario.

La decisión de la Cámara de elegir el próximo 20 de julio al nuevo presidente para la formación de un nuevo Gobierno hará también del mandato de Wickremesinghe uno de los más cortos de la historia reciente de Sri Lanka.

Aún así, este no es necesariamente el fin de la carrera de Wickremesinghe, cuyo nombre como líder del UNP podría meterse en la liza del próximo miércoles.